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GP RusiaEl análisis: las claves del GP de Rusia

Nico Rosberg está aprovechando a la perfección las oportunidades que sus rivales y la fortuna le ofrecen, consiguiendo en Rusia la cuarta victoria de cuatro posibles esta temporada. Y, como está siendo habitual, escapó al caos que se produjo a su paso y que perjudicó principalmente a Sebastian Vettel y a los pilotos de Red Bull.

13 min. lectura

Publicado: 02/05/2016 10:00

Cuarenta y tres puntos tiene de margen Nico Rosberg respecto a Lewis Hamilton tras sólo cuatro Grandes Premios celebrados. Podría decirse que sólo el alemán puede perder el campeonato, máxime teniendo en cuenta que no parece haber ningún equipo en condiciones de plantar cara a Mercedes como para ayudar a Hamilton a recortar puntos con mayor celeridad interponiéndose entre él y su compañero en las próximas carreras. Sólo las imprevisibles salidas que estamos viviendo este año podrían desequilibrar la tendencia.

Y es que la vida tras Nico Rosberg se está convirtiendo en un tormento para sus rivales, que tarde o temprano, ven como les alcanza algún incidente. En esta ocasión, Räikkönen y los Williams se salvaron, con Alonso como estrella de los 'modestos' con un brillante sexto puesto final. Mucho que contar en un Gran Premio que tuvo muchos detalles a lo largo y ancho del fin de semana.

Las estrellas del GP

Nico Rosberg

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No podemos decir que Nico haya brillado por haber hecho frente a grandes desafíos y haberlos superado. Lo cierto es que, desde el momento en el que Lewis Hamilton tuvo que renunciar a clasificar en la Q3 del sábado, el camino quedó tan allanado que ni siquiera necesitó mejorar el tiempo de Q2 para llevarse la pole. Es más, la habría conseguido igualmente con su tiempo de Q1, que fue cuatro milésimas más rápido que el de Sebastian Vettel en la última ronda.

Pero tampoco podemos negar que hacer la pole, la vuelta rápida, ganar la carrera y liderar todas las vueltas tiene su mérito, por mucho Mercedes que lleves entre manos. Nico volvió a estar intocable y dejó muy claro que tenía la capacidad de controlar a Hamilton cuando fuese necesario. 43 puntos dan mucha tranquilidad y, en este momento, Rosberg es el piloto más tranquilo del mundo. ¿Seguirá siendo así cuando pase la mala racha de Hamilton e inicie su ofensiva? Porque una cosa es segura: tarde o temprano, va a llegar.

Valtteri Bottas

En esta ocasión el finlandés de Williams ha completado un fin de semana impecable, sacando el máximo partido al monoplaza del que dispone. Tanto en clasificación, como en carrera, ha batido a Massa con autoridad e incluso llegó a complicarle las cosas a Kimi Räikkönen en la fase inicial de la carrera.

Por desgracia el Williams no tuvo velocidad suficiente como para contener al Ferrari y, obviamente, a Hamilton, pero Bottas puede estar muy satisfecho del resultado conseguido en el circuito de Sochi.

Fernando Alonso

El español sigue conservando esa capacidad de exprimir hasta la última gota del monoplaza que lleva entre manos y, en cuanto se le presentó la primera oportunidad real de obtener un buen resultado, no falló y consiguió un brillante sexto puesto.

Hay que ser realistas y aceptar que el McLaren no está para muchas alegrías, pero el español supo sacar partido de un circuito en el que la degradación de los neumáticos es mínima y, tras salvar los inconvenientes de la primera vuelta, imprimió un ritmo constante y muy competitivo que da un poco de aire al equipo. ¿Artificialmente como ocurriera en la época de Alonso en Ferrari? Seguramente, es una de las ventajas de tener a un piloto de esta calidad.

Kevin Magnussen

Que el Renault es un monoplaza con muchas limitaciones es obvio, pero Magnussen se las arregló para terminar la carrera con un resultado espectacular tras no haberse podido subir al coche en la primera sesión del viernes y no encontrar la puesta a punto ideal el sábado. A pesar de todo, encontró un ritmo fantástico y fue ascendiendo puestos hasta finalizar la carrera en una brillante séptima plaza dejando, de paso, en evidencia a su compañero de equipo.

Romain Grosjean

Poco a poco el Haas empieza a mostrar sus limitaciones y, tras un desastroso Gran Premio de China, las cosas no pintaban mucho mejor en Sochi. Pero las circunstancias de carrera y el mejor rendimiento del coche con el depósito cargado de combustible pusieron a Grosjean una nueva oportunidad de puntuar en las manos. Y el francés, como es habitual este año, la aprovechó al máximo.

Los estrellados del GP

Lewis Hamilton

No podemos decir que Lewis hiciera nada mal este fin de semana. Y, aunque su remontada rebosó determinación e inteligencia, lo cierto es que el resultado vuelve a ser decepcionante por el simple hecho de que Rosberg ha vuelto a aumentar su ventaja en la clasificación.

Donde realmente importa -dentro del coche-, Hamilton no va a perder la calma, por mucho que pueda parecerlo. Pero cuando los inconvenientes desaparezcan, necesitará sacar lo mejor de sí mismo para remontar esta situación. En Sochi tuvimos un adelanto de lo que puede hacer, pero hace falta más.

Ferrari

La temporada de Ferrari empieza a tomar tintes cercanos al desastre. El coche es muy bueno, pero frágil. Y a la falta de suerte en determinados momentos como el que sufrió Vettel en la primera vuelta, se le unen errores continuos.

No obstante, el margen es alto respecto a Williams y, al menos a día de hoy, Red Bull. Y eso permite que carreras tan mediocres como la de Räikkönen se salden con un podio. Una suerte. O todo lo contrario.

Red Bull

Tras la euforia de China, muchos pensábamos que Red Bull había llegado para quedarse. Y, seguramente, ni siquiera ellos esperaban una debacle de tales dimensiones en Sochi. Pero asi fue. A la mediocre clasificación se le unió la histeria de Kvyat en la primera vuelta, que de rebote arruinó la carrera de Ricciardo. Fin de semana para olvidar en todos los sentidos.

Toro Rosso

Otro de los equipos que está desaprovechando el potencial que atesora es Toro Rosso, que por segundo año va camino de finalizar la temporada varios puestos por detrás de lo que el coche merece, al menos en lo que a velocidad se refiere.

Y es que quienes menos culpa tienen son sus jóvenes pilotos, que bastante tienen con controlar la frustración al ver que un coche con potencial para puntuar en todas las carreras se rompe demasiado a menudo. Esta vez lo tocó a Verstappen, con Sainz bien servido de la que empieza a ser su habitual ración de infortunio.

Nico Hülkenberg

El que no hace mucho fuera la gran esperanza de la parrilla, se apaga poco a poco sin remedio. Hülkenberg cumplió 100 Grandes Premios en Sochi y lo celebró con una clasificación muy mediocre y un abandono en la primera vuelta, aunque en este último caso sin ningún tipo de responsabilidad en ello.

En cualquier caso, el alemán empieza a acostumbrarnos a que nos olvidemos de él y a destacar casi más por cuestiones negativas que por otra cosa. Sus destellos de calidad siguen ahí, pero son demasiado escasos como para considerarlos una buena inversión.

El destello

Hay pocas curvas en Sochi que merezcan la pena. Posiblemente sólo una: la número tres. Y, sin que sirva de precedente, la realización de la FOM tuvo la gran idea de sacarle partido a un viraje tan vistoso, en el que los monoplazas deben girar en apoyo durante varios segundos, aprovechando al máximo todo el agarre mecánico y aerodinámico que sean capaces de generar.

El detalle técnico

El gran reto del fin de semana a nivel técnico fue el asfalto y su relación con los neumáticos. Se trata de un firme extremadamente liso y poco abrasivo, circunstancia que generó a los pilotos incontables problemas a la hora de conseguir que los neumáticos cogieran suficiente temperatura como para funcionar correctamente. Y quienes lo conseguían, en ocasiones sufrían el problema opuesto: sobrecalentamiento en el tercer sector, repleto de curvas de ángulo recto de baja y media velocidad en las que el coche tiene a sobrevirar.

Todo ello hizo que conseguir una buena puesta a punto resultara realmente complicado porque ni siquiera la pista ofrecía un agarre uniforme a lo largo de todo el circuito y generaba mucha incertidumbre a la hora de prever cómo afrontar cada curva.

La zona oscura

Daniil Kvyat y Sebastian Vettel protagonizaron uno de los momentos más polémicos del Gran Premio de China, en el que el alemán cargó duramente contra el ruso sin razón alguna. Pero, caprichos del destino, volvieron a encontrarse en la misma situación. La diferencia es que esta vez Kvyat sí le golpeó, ¡y dos veces! Por un momento pareció la partida de un juego arcade en el que te vas quitando rivales de encima a golpes. Vettel quedó fuera de carrera y Kvyat terminó sancionado y fuera de los puntos con total merecimiento, quizá presionado por los rumores que empiezan a situar a Verstappen en su lugar en 2017.

El otro incidente polémico de la carrera lo protagonizaron Carlos Sainz y Jolyon Palmer, terminando el primero de ellos sancionado con diez segundos y dos puntos de su licencia. La causa fue que Carlos trazó una de las curvas como si el británico no existiera, forzándole a salirse a la escapatoria de asfalto.

El español declaró que no era consciente de que el de Renault se encontrara a su lado pero, independientemente de eso, se ha convertido en algo muy habitual en los últimos años. Los pilotos, al realizar un adelantamiento, 'empujan' a su oponente al exterior de la curva, llegando a obligarles a salirse de los márgenes de la pista para que no pueda traccionar correctamente y así evitar cualquier posibilidad de que éste intente devolver el adelantamiento.

No se trata de facilitarle la vida a tu rival, pero no es de recibo que, cuando tienes a un rival emparejado, elimines el hueco -por mínimo- que sea- para que pueda trazar por el interior de la pista. Esta es, posiblemente, la primera vez en la que se sanciona una conducta de este tipo y la coherencia y consistencia de la FIA suelen brillar por su ausencia, así que está por ver si dicho precedente tendrá continuidad en el futuro.

Fotos: Mercedes / Williams / Renault / Mclaren / Haas / Ferrari / Red Bull / Toro Rosso / Force India / Pirelli

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