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GP BélgicaMemorias de Bélgica 1998: accidentes y encontronazos para doblete de Jordan

Hakkinen y Schumacher se estaban jugando el título a falta de cuatro carreras y ninguno de los dos tuvo en el Gran Premio de Bélgica 1998 el domingo esperado. Sí fue un día feliz para la escudería Jordan, que tras una carrera extraña con varios accidentes, consiguió su primera victoria y su único doblete.

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Publicado: 22/08/2014 08:50

La de Bélgica era la decimotercera prueba del año, una de las cuatro restantes para el final del Mundial. Mika Hakkinen sacaba siete puntos a Michael Schumacher y marcó la pole en la jornada del sábado. Sin embargo, pocos imaginaban lo que sucedería aquel domingo que cerraba agosto de 1998. La carrera arrancó sobre mojado, y, poco después de la primera curva, David Coulthard perdió el control de su Mclaren, cruzando la pista de lado a lado y provocando, con efecto dominó, un accidente en el que se vieron involucrados más de diez monoplazas. Con visibilidad nula, imposibilidad de frenar sobre el agua y los coches agrupados en pelotón no extraña que aquel se convirtiera en el choque más multitudinario que se recuerda en la máxima categoría del automovilismo.

La carrera se paró bajo bandera roja, y la mayoría de equipos decidieron utilizar los coches de reserva. Sin embargo, hubo tres escuderías que vieron dañados sus dos monoplazas y, por tanto, tres pilotos se quedaron sin vehículo para la reanudación. A ellos se unió Rubens Barrichello, dolorido tras el accidente. La carrera volvió a iniciarse media hora después, desde la parrilla de salida que presentaba algunos huecos visibles por los pilotos ausentes. Y de nuevo, en la primera curva, lío. Hakkinen realizó un trompo y Johnny Herbert no pudo evitar colisionar contra él, quedando ambos retirados.

Esa misma vuelta, Coulthard tuvo un accidente con Alex Wurz, que se vio obligado a abandonar. David pudo entrar en boxes y volvió a pista en última posición. El Mclaren de Hakkinen tuvo que ser retirado con grúas y salió el Safety Car. Schumacher tenía en su mano, si ganaba, ponerse líder del mundial a falta de tres carreras. Pero aún faltaba una polémica por llegar. Michael iba primero, y se disponía a doblar a Coulthard. Pero el escocés, haciendo trabajo de equipo para su compañero Hakkinen, ya retirado, se lo puso difícil al alemán. Jean Todt, en Ferrari, se había acercado al muro de Mclaren a advertir de que debían respetar las banderas azules.

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Pero Coulthard seguía poniéndoselo complicado. Tanto, que redujo la velocidad pero no alteró su trazada y se tocó con Schumacher. Ambos tuvieron que abandonar con sus alerones rotos, y al llegar a boxes lo primero que hizo el alemán fue salir disparado hacia el garaje de Mclaren con el objetivo de tener algo más que palabras con David. Finalmente trabajadores de Ferrari impidieron el enfrentamiento, y la carrera continuó, sin los dos candidatos al título en pista.

Damon Hill con el Jordan lideraba la carrera, con su compañero Ralf Schumacher detrás. Hill avisó al equipo por radio de que no podían dejar escapar con un toque absurdo la victoria, y así terminó la carrera, con los dos coches amarillos en primera posición y la escudería Jordan obteniendo el primer triunfo de su historia (consiguió cuatro en total) y el único doblete de su trayectoria en Fórmula 1.

Hubo varios abandonos más, y solo ocho coches terminaron la carrera. Hakkinen mantuvo la diferencia de siete puntos con Schumacher gracias a una maniobra antideportiva de su compañero, y finalmente se llevó el Mundial. Hill se había llevado su última victoria en Fórmula 1, y en el podio estuvo también acompañado por Jean Alesi, que también subiría por última vez aquel día a los cajones. Fue una victoria atípica en un día muy extraño, el día más feliz de Eddie Jordan en Fórmula 1.

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