Montezemolo: "Alonso se volvió oscuro y desconfiado y le cambiamos por Vettel"

Luca Cordero di Montezemolo fue presidente de Ferrari desde 1991 hasta 2014, y conoce bien tanto el pasado como el presente de la Scuderia. Concedió una entrevista muy interesante a Reppublica, en la que repasó diversos temas actuales y anteriores, que exponemos a continuación.

Ojos humedecidos al hablar de Schumacher

En agosto, en los pocos días libres de la Fórmula 1, invitaba a Michael y Corinna siempre a mi casa, en Bolonia. Venían con Gina Marie y el pequeño Mick, que tenía un año o menos. Las noches eran muy iluminadas y cenábamos en el jardín. Pocos lo saben, pero Schumacher estaba obsesionado con los mosquitos. Y recuerdo que se levantaba corriendo a la cuna de Mick, que dormía más fresco en el patio, para arreglar el mosquitero. Se levantó como un centenar de veces por la noche, y Corinna y yo nos reíamos de él. Si pienso que aquel niño está ahora en el podio con champán en la mano y en lugar de Michael...Michael y yo compartimos 12 años increíblemente intensos. Y hoy, cuando pienso en él, sólo puedo estar agradecido.

Ferrari, demasiado importante para un mal final

Junto con mi familia, Ferrari es la cosa más importante en mi vida. Tal vez demasiado importante. No terminó de la mejor manera, pero tampoco voy a debatir. No quiero atribuirme méritos, pero cuando veo a Ferrari ganar, estoy feliz. Y ahora, por lo tanto, estoy feliz. Punto.

El rendimiento actual de Ferrari

Cuando Ferrari ganó en Malasia tuve ante mis ojos el producto de un hermoso enlace entre el trabajo que nosotros habíamos hecho en 2014 y la racionalización y la aplicación hecha por los que llegaron en 2015. Y yo estuve finalmente en paz conmigo mismo. En noviembre, supe que había dejado una empresa sana, con más de dos mil millones en efectivo, sin deuda de un solo euro, y tras Malasia vi que también un equipo competitivo.

No me apropio del mérito. Marchionne y Arrivabene son muy buenos. Debemos darles las gracias. Pero creo que han tenido un poco de suerte. Este año, aparte de Mercedes, no hay otro competidor. Williams no ha mejorado, Red Bull ha implosionado. Sé que Mateschitz está considerando vender "o convenzo a Audi para entrar o me voy", me dijo un amigo en común, y McLaren está en crisis, así que cada carrera Ferrari parte con un podio en el bolsillo. Pero la suerte no sirve de nada si no se le da utilidad, y tiene mérito. Por ejemplo, la inteligencia de no tirar por la borda lo que se había hecho bien antes de ellos. Quizás en su lugar yo no habría cometido la imprudencia de decir en diciembre que 2015 iba a ser un calvario, que ganar dos carreras sería un milagro. Pero ya es agua pasada.

Domenicali, Mattiacci, motores...

Domenicali es un manager de primera categoría. No me sorprende que esté en una empresa importante como Audi. Traté de mantenerlo pensando que era un valioso activo para nosotros, pero no pude. Habíamos fallado en el proyecto del motor híbrido. Mientras Mercedes trabajó durante dos años aprovechando los conocimientos de la industria alemana en estos motores, nosotros no entendimos correctamente la revolución. En la tercera carrera estaba en shock, y Domenicali más. Dimitió, aunque le pedí que lo reconsiderara. Marco Mattiacci continuó el buen trabajo de Domenicali. En enero de 2014 nos dimos cuenta de que no solo fallábamos en el motor, así que nos pusimos a trabajar en 2015. Estábamos tranquilos, empezamos a diseñar nuestro propio túnel de viento e intentamos traer a James Allison, que en Lotus, con un presupuesto verdaderamente modesto, había hecho un coche fantástico que, como el Ferrari de hoy, no consumía las gomas.

Hemos llevado a la parcela deportiva a algunos ingenieros que habían trabajado en La Ferrari, nuestro coche híbrido de carretera. Recuerdo que me acusaban de perjudicar a la parte industrial en favor de la deportiva. Ya en septiembre habíamos recuperado 45 caballos. La marcha de Marmorini hizo mayor el crecimiento. Los motores híbridos son el futuro, pero bien mirado igual sí habría sido mejor oponerse a su entrada.

Vettel, sucesor de Alonso

El primero en hablar de Vettel en Ferrari fue Schumacher. En el verano cuando casi vuelve a competir para sustituir a Massa, nos dijo: 'Es un piloto perfecto para la Scuderia'. Domenicali lo quería a toda costa, y lo llevó a mi casa de Bolonia. Él apareció con una caja de chocolate suizo. Él ya era campeón del mundo, pero tenía algunos errores torpes como ese. Dejó una buena impresión en todos. Mattiacci continuó el trabajo. Finalmente, cuando Marchionne vio que Alonso se había convertido en oscuro y lúgubre y mostraba continua desconfianza en el equipo, decidimos cambiar. Vettel gana sin duda menos de lo que había pedido a Alonso para la renovación. Y realmente ayudó a Arrivabene, que es un hombre de gran carácter, a imponer un nuevo clima, mejor, positivo.

La Fórmula 1 y su reconocimiento

Lo que veo es una F1 que, sin dejar de ser un espectáculo extraordinario, pierde cuota de mercado. Hoy en día no hay nadie para sustituir a Bernie Ecclestone, creo que es muy bueno y tal vez el único capaz de cambiar las cosas, pero también creo que debería empezar a trabajar en su sucesor. Yo soy feliz así, intentando llevar los Juegos Olímpicos a Roma y con el reto de Alitalia. Desde Lauda a Regazzoni, desde Schumacher a Raikkonen, gané 19 títulos mundiales. En unas pocas semanas mi nombre será escrito en el 'Automotive Hall of Fame' junto al de Enzo Ferrari y Giovanni Agnelli. Y a los que vengan después de mí les dejé una escudería sana y de nuevo competitiva.

Fuente: Repubblica