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El "Brexit" provoca una subida de precios en Reino Unido

Cuando los británicos decidieron -por la mínima- abandonar la Unión Europea, la libra esterlina sufrió una bajada de cotización hasta situarse en niveles de la era de Margaret Thatcher. Como la divisa vale menos frente al euro, los precios de los coches están subiendo.

6 min. lectura

Publicado: 08/10/2016 18:00

Modelos fabricados en Reino Unido exhibidos en París

La caída de la libra esterlina iba a tener consecuencias en algún momento, y los británicos ya están empezando a padecerlo a pie de concesionario. Diversos fabricantes han subido sus precios hasta un 2% en los coches nuevos para tratar de amortiguar la caída de la divisa local, siguiendo los pasos de PSA en agosto.

Entre esos fabricantes están Ford, Vauxhall (General Motors), Nissan, Honda o Suzuki. La cotización también afecta a los vehículos producidos dentro del Reino Unido, ya que tienen que adquirir componentes en Europa continental, donde se utiliza el euro. La moneda única se cotiza mejor, y hacen falta más libras para dar la misma cantidad.

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La caída de la libra es ventajosa en el caso de exportaciones puras, ya que en los países de destino el tipo de cambio es más favorable. Reino Unido es el segundo mercado europeo por volumen, solo detrás de Alemania, y lleva creciendo de forma estable desde hace muchos meses consecutivos. El "Brexit" interrumpirá esa racha, pero no se está notando en gran medida.

Las ventas siguen creciendo en Reino Unido a año completo, pero se están enfriando

Fue PSA el primer fabricante que subió precios en primer lugar, pero con motivo del Salón de París varios colegas suyos han admitido elevar precios en septiembre para reducir la sangría de ingresos. Obviamente la subida no compensa la pérdida de dinero que ha causado el desplome de la libra por todo el miedo que hay frente al "Brexit".

De momento los fabricantes están viendo a ver qué pasa, si la situación sigue siendo incierta, puede haber una segunda subida de precios. Ford da por perdidos más 60 millones de euros, General Motors eleva esa cifra a 400 millones de euros en el segundo semestre. Es más, de no ser por el "Brexit", General Motors Europe habría dado beneficios a ejercicio completo, algo que no ha pasado en este siglo.

El temor de la industria no es ya únicamente que bajen las ventas de coches -que también- sino qué pasará con la producción doméstica de vehículos. Reino Unido es un fabricante potente y exporta la gran mayoría de lo que produce. Honda, Toyota, Vauxhall, Nissan, Jaguar Land Rover... tienen un gran tejido industrial.

Reino Unido se está beneficiando ahora mismo, como cualquier país miembro, de una ausencia de aranceles comunitarios por la libertad de circulación de mercancías. En el mejor de los casos, Reino Unido entraría en la zona EFTA (de libre comercio) como Noruega o Suiza, cualquier otra combinación será desfavorable para los británicos.

Algunos fabricantes exigirán compensaciones al Gobierno de Reino Unido si hay que gastar dinero en aranceles para llevar coches a la Unión Europea. A fin de cuentas, la institución es parcialmente responsable de la que se ha liado, sobre todo el partido conservador (Conservatives) y los euroescépticos del UKIP.

De momento se está dejando caer que si la situación económica empeora, algunos modelos podrían dejar de fabricarse en el Reino Unido. De todas formas, no es una amenaza demasiado fácil de cumplir, en el caso de Nissan no se puede sacar mucha más producción a España, aunque se puede aprovechar mejor el tejido industrial de Renault en Francia.

De momento el "Brexit" no ha hecho que los británicos dejen masivamente de comprar coches, a fin de cuentas casi todas las operaciones se financian, y dado el bajo tipo de interés para la compra, la subida de precios se amortigua con suavidad en las mensualidades.

Sin embargo, las consecuencias económicas del "Brexit" están lejos de ser cuantificadas en un sentido muy amplio de la palabra. Los conservadores pretenden que todo haya terminado antes de 2020, idealmente en 2018-2019. Los fabricantes están pendientes. Varios países del Este estarán encantados de acoger la producción que deje de ser interesante en Reino Unido.

Habrá fabricantes que apenas notarán todo esto, ya que tienen en encanto y el plus de dicha denominación de origen, como Bentley, McLaren o Rolls-Royce. El problema es para los generalistas, pero también para BMW, ya que casi toda la producción de MINI se realiza en Oxford. Es más, para BMW Reino Unido es un mercado importantísimo.

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