Bugatti Chiron, este es el nombre que usará el sucesor del Veyron

Bugatti Chiron. Todo parece indicar que esta es la denominación escogida por la marca francesa para el sucesor del Veyron. El futuro modelo tendrá que superar unas cifras de escándalo para conseguir alcanzar a su hermano predecesor, que se ha convertido, con gran esfuerzo, en un éxito mediático y comercial de la historia del automovilismo.

Mucho se había elucubrado sobre cuál sería el nombre que recibiría el sucesor del Veyron. Finalmente hemos podido saber que empleará el nombre de Chiron. Su nombre hace honor a un afamado e importante piloto francés que consiguió importantes victorias a los mandos de Bugatti a finales de la década de 1920 y principios de 1930.

Aunque suene extraño no es la primera vez que suena el nombre Chiron para un modelo de Bugatti, ya que en 1999 la marca francesa presentó al mundo un prototipo que recibía dicha designación. Es indudable que por el aspecto que presentaba, se trataba de una versión muy temprana y poco desarrollada de lo que llegaría a convertirse en el Veyron.

Como el sucesor de un coche que cambió las reglas de lo imaginable, el Chiron deberá competir contra su propio hermano. Por ello Bugatti está trabajando en un modelo que alcance los 1.500 caballos de potencia, logrados por un motor de 16 cilindros en V y cuatro turbos trabajando con el apoyo de uno, o varios motores eléctricos, al estilo del McLaren P1 .

El diseño del Bugatti Chiron Concept de 1999 fue el precursor del Veyron actual.

A este respecto se barajan cifras realmente escandalosas, a los 1.500 CV habría que sumarle una velocidad punta de más de 450 Km/h y un objetivo de reducción de peso de 200 kilogramos, llegando a parar la balanza por debajo de los 1.700 Kg. Con estos datos podemos hacernos una ligera idea de las pretensiones de Bugatti, llegar a convertir al nuevo Bugatti Chiron en el coche de producción más rápido del mundo, un calificativo que recientemente ha perdido su predecesor, el Veyron.

La historia de Louis Chiron, algo más que una leyenda.

Louis Chiron nació en Mónaco el 3 de agosto de 1899. Desde muy pequeño desarrolló una gran pasión por los coches. Debido a su doble nacionalidad, francesa y monegasca, es obligado a participar en la primera guerra mundial, ejerciendo la principal labor de chófer de artillería, llegando incluso a conducir para Philippe Pétain.

Al regreso de la gran guerra, Louis se dedicó a la compraventa de automóviles. Durante esta época de su vida entra en contacto con Ettore Bugatti, creador y fundador de la marca. Debido a sus cualidades como bailarín, el señor Chiron logró una fama de gigoló y buscavidas, ya que siempre encontraba parejas de baile adineradas que le ayudaban a financiar su vida.

Su carrera como piloto empieza en 1926, participando en carreras locales organizadas por Bugatti y el Motor Club de Niza. Logra su primera victoria corriendo para el equipo de Alfred Hoffman, dueño de la empresa farmacéutica Hoffman-La Roche, en el Gran Premio de Saint-Gaudens, Francia. Al año siguiente, 1927, Louis Chiron ingresa en las filas del equipo oficial de Bugatti. A partir de este momento se suceden las victorias más importantes de su carrera, logrando en 1928 las victorias de los grandes premios de Italia, España, Reims y Europa, disputado en el circuito de Monza.

Louis Chiron a los mandos de un Bugatti.

Durante los años siguiente se fueron sucediendo los éxitos, aunque no siempre de la mano de Bugatti, logrando incluso ganar el Gran Premio de Mónaco de 1931, siendo el único piloto monegasco que ha conseguido tal honor. Posteriormente Chiron conseguiría anotarse más victorias, sin embargo ninguna de ellas llegó al nivel de repercusión que las logradas con la marca francesa.

Louis Chiron consiguió perdurar en el ejercicio de la competición hasta la edad de 56 años, cuando terminó sexto en el Gran Premio de Monte Carlo de Fórmula 1, convirtiéndose en el piloto de mayor edad en participar en un Gran Premio. Una vez abandonada su larga y exitosa carrera de piloto, Chiron asumió el cargo de director de carreras de Monte Carlo. Finalmente, a la edad de 80 años, en 1979, Louis murió, sin embargo lo hizo como una de las figuras públicas más respetadas del automovilismo a nivel europeo.