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Ford GT 2015 vs Honda NSX 2015, dos conceptos para un solo propósito

Ford y Honda parecen haberse puesto de acuerdo para recuperar dos mitos del pasado. El GT y el NSX vuelven a la palestra tras años de oscuridad. Ambos tienen un único propósito, llegar a cotas de deportividad nunca vistas anteriormente. Sin embargo, aunque puedan parecer semejantes, muchas diferencias de concepto les separan.

8 min. lectura

Publicado: 26/01/2015 16:00

La historia sirve para encaminar nuestros pasos hacia el futuro. La herencia acumulada tras años de desarrollo permite que a día de hoy veamos conceptos inimaginables hace apenas una década. Muchas marcas traen de vuelta modelos olvidados, que con la tecnología del presente se elevan a niveles de deportividad y rendimiento nunca vistos. El Ford GT 2015 y el Honda NSX 2015 son una buena muestra de ello.

En términos de diseño, nada se asemejan ambas criaturas, salvo en la deportividad que desprenden

Dos continentes, dos filosofías de vida, dos idiomas diferentes separan a ambos modelos. Sin embargo, a pesar de sus diferencias más que notables, ambos comparten un mismo propósito. Tienen por delante una vida dura de comparaciones y opiniones, y cada uno de ellos se ha enfrentado a ellas desde un punto de vista diferente. Deportividad pura pero con matices. Es curioso que ambos hayan elegido el Salón de Detroit 2015 para presentarse en sociedad.

Diseño

Es lo primero que llama la atención. Japón y Estados Unidos presentan filosofías de diseño muy diferentes. Sí empezamos por el Ford, está claro que la potencia debe transmitirse a través del diseño. Posiblemente sea el menos GT que se haya creado, pero eso no significa que no sea poderoso en cada una de sus líneas. La generación anterior sí que guardaba mucho parecido con el original, pero en esta ocasión se han sacudido toda herencia para crear una raza bajo las mismas siglas.

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El modelo recién presentado es mucho más bruto y radical que todos los que conocíamos anteriormente. Obviamente resulta atractivo con solo mirarlo, pero tiene el problema que siempre recordaremos las líneas del original. Lo mismo ocurre con el Honda, que poco o nada tiene de semejanza con el primer y siempre idolatrado NSX. Es curioso ver que ambos equipos de diseño han decidido obviar el pasado para reeditar dos de sus joyas más conocidas de todos los tiempos. ¿Con cuál te quedarías tú?

Tecnología

Posiblemente estemos ante la mayor semejanza entre ambos. Ninguna de las dos compañías ha obviado el presente y el futuro en este campo. Ambas van con todo para conseguir adaptar sus modelos a los tiempos que corren. Pero la tecnología también se puede presentar de maneras diferentes. Honda lo hace de una manera más convencional, con un salpicadero y una consola central muy al uso. En ambos se suprime al máximo la cantidad de botones, no hay nada que reste atención a la conducción.

Los interiores, a pesar de ser muy avanzados, presentan estilos diferentes

El Ford, por su parte, también hace un derroche tecnológico sin precedentes, pero exponiéndolo de una manera diferente. Su estilo es más conceptual y atrevido. Aunque las características son las mismas, es el americano el que sorprende más en este aspecto. Solo hace falta echar un vistazo a la pantalla digital del salpicadero, ubicada una zona extraña, más orientada hacia el copiloto que al conductor, pero sobre todo hay que destacar el volante. Al más puro estilo de competición, con una inmensa cantidad de dispositivos y botones.

Fuerza

Es aquí donde encontramos la mayor diferencia entre ambos. Dos conceptos de fuerza muy diferentes. Estados Unidos es el territorio por excelencia de la potencia pura y dura. Obviamente los tiempos han cambiado y por eso Ford ha empleado el término "EcoBoost" en su nuevo GT. Una adopción extraña, más propia de una campaña de marketing que de la realidad más absoluta, ya que cuesta mucho entender como un V6 con aproximadamente 600 CV adopte una denominación ecológica. Sonar, suena de maravilla.

Ford Performance ha sido la encargada de poner la caballería en esta edición del GT. Ha tomado prestado un motor V6 de 3.5 litros del Ford Daytona Prototype, todo muy ecológico como podrás comprobar. La inyección directa y sobre todo la sobrealimentación twin-turbo permiten generar esos bravos 600 caballos de potencia. Los responsables de la marca no se han atrevido a dar datos concretos ni de par, aceleración, velocidad punta y por supuesto consumo. Ya veremos sí la denominación EcoBoost se nota en este aspecto.

El Honda hace un alarde tecnológico de alta escuela con sus cuatro motores, impresionante

Honda por su parte sí que ha trabajado la manera en la que se entrega la potencia. La tendencia actual dicta que es la hibridación la que consigue entregar las dosis altas de deportividad con una mayor eficiencia. Los japoneses no han usado en ningún momento el término "eco" en su NSX, es un superdeportivo y las denominaciones ecológicas no tienen cabida en este segmento, o al menos no de la manera en las que Ford pretende introducirlas.

Cuatro motores se esconden debajo de la carrocería del NSX 2015. Tres de ellos son eléctricos y uno térmico, que al igual que el Ford es un V6 de 3.5 litros doblemente turboalimentado. A este le acompaña uno de los eléctricos, situado entre el cambio y el motor. Los dos que faltan se encargan de mover el eje delantero, (cada rueda de forma individual). Esto permite que el NSX cuente con una tracción total y un par inmediato que solo los motores eléctricos son capaces de generar. En total la potencia se ha fijado en 550 CV.

Como podrás comprobar son dos conceptos radicalmente diferentes. La potencia pura y dura, frente a la potencia híbrida y altamente tecnológica. El NSX se podrá comprar a finales de este año, mientras que el GT a partir del año que viene. En ese momento, con los dos en pista, podremos saber cuál de los dos desarrollos es capaz de generar una mejor experiencia de conducción y unos mejores datos prestacionales. ¿Alguien se atreve a pronosticar el resultado?

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