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A la venta el Mustang Shelby GT350H de uso personal de Carroll Shelby

Este fin de semana sale a la venta un ejemplar muy especial de los 999 originales Shelby GT350H que Hertz encargaba a Shelby. Esta unidad poco después se convertiría en el vehículo de uso habitual del mismo Carroll Shelby, manteniendo las mismas especificaciones de los GT350H de hace 50 años.

A la venta el Mustang Shelby GT350H de uso personal de Carroll Shelby

8 min. lectura

Publicado: 05/11/2016 19:00

El GT350H del propio Carroll Shelby.

Este fin de semana tiene lugar en Dallas uno de los grandes eventos de subasta de la casa Mecum Auctions, auténtica especialista en este tipo de macro eventos. Durante todo el fin de semana, que para Mecum suele empezar el mismo miércoles, saldrán al estrado cientos de ejemplares, la gran mayoría en perfecto estado y muchos de ellos auténticas piezas históricas del motor estadounidense.

En las últimas semanas hemos hecho un repaso de lo más destacado que encontraremos a la venta en este evento, como los lotes pertenecientes a las colecciones de Ron MacWorther o de Jim Fasnacht, así como el espectacular Shelby GT350 #117, un ejemplar dotado de una gran y enigmática historia.

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De entre todos los Mustang presentes este fin de semana, que no son pocos, también destaca este Shelby GT350H, uno de los que formaba parte del pedido original de 999 unidades realizado por Hertz Rental Cars, aunque este en concreto es probablemente uno de los ejemplares más destacados de esos 999, ya que uno de sus primeros propietarios fue el mismísimo Carroll Shelby.

Su estado es magnífico y completamente original.

De número de bastidor 1822, este es uno de los que equipaban el cambio automático de tres relaciones, como la gran mayoría de Shelby GT350H originales. Aunque como todos los GT350H disponían de las mismas especificaciones mecánicas que convirtieron a los Shelby GT350 en los iconos que son hoy día, además de otros elementos propios de competición, que no todos los ejemplares fabricados por Shelby llegaron a disponer.

La idea original provenía de la propia Ford, accionista de Hertz, con el objetivo de convertir en viable el entonces nuevo proyecto Shelby en California. Una vez entregados los GT350H, la gran mayoría con su característica decoración en negro y dorado, fueron anunciados por la casa de alquiler con el slogan “Rent a racer”, que podemos traducir como “alquila un vehículo de competición”. El precio original era de 17 dólares diarios y 17 centavos de dólar la milla recorrida.

Lamentablemente, ni siquiera con el pedido de Hertz la iniciativa Shelby llegó a ser viable, teniendo que ocuparse Ford del proyecto en 1966 y ya a mediados de 1967 se decidía a trasladar la producción de las instalaciones de Shelby, en California a una planta de la marca.

El interior es también negro, con todos sus elementos originales.

En el caso de este ejemplar, fue uno de los poco menos de 1.400 que fueron ensamblados en las instalaciones originales de Shelby, primero en Venice, de donde salían los primero GT350 -conocidos porpularmente como GT350R por sus especificaciones más radicales- y más tarde en el aeropuerto de Los Ángeles.

Tener vehículos de este potencial al alcance de cualquiera deparó las consecuencias lógicas y esperadas, no solo muchos fueron alquilados para hacer burradas en la calle, sino que algunos terminaron pasando por alguno de los múltiples circuitos del país y en algunos casos, se conoce que algunas unidades llegaron a ser devueltas con evidentes signos de haber instalado barras antivuelco y jaulas de seguridad.

Al igual que el ejemplar de las imágenes, la mayoría montaban la menos deseable pero más cómoda transmisión automática C6, sin embargo, unos pocos fueron solicitados con cambio manual. Esas pocas unidades, las primeras 85 unidades fabricadas y entregadas eran las que sirvieron para el célebre anuncio “Rent a racer”, no obstante, realmente solo estaban disponibles para clientes que fueran miembros del Hertz Sports Car Club.

Solo 999 ejemplares componían el pedido original, más algunos prototipos.

Para poder pertenecer a este selecto grupo, Hertz comprobaba primeramente las habilidades de los clientes, comprobando que eran capaces de manejar un cambio manual. Estas unidades eran las que solían aparecer regularmente en eventos de la SCCA, encuadrados en la categoría de vehículos de producción.

Una vez terminado el contrato, Hertz devolvía los vehículos a Ford, que los reacondicionaba y vendía al público como GT350H. Estos ejemplares comercializados por Ford, perdían durante el proceso buena parte de las opciones especiales con las que habían salido de las instalaciones de Shelby en California, aparentemente “extraviadas” durante el proceso.

Aún cuenta con todos estos elementos, como las ventanillas traseras de plexiglás, el volante deportivo cromado con el aro de madera o el tacómetro sobre el salpicadero, así mismo en el exterior podemos encontrar los escapes alargados, el capó de metal en lugar del de fibra que montaban los primeros ejemplares del GT350. Aunque lo más valioso de esta unidad es la documentación de propiedad en la que figura el nombre de Carroll Shelby, que por lo que se comenta, empleó esta unidad como vehículo personal durante años.

El 289/306 HP V-8 original que caracterizaba a los GT350.

El estado del ejemplar es fantástico, y aunque no hemos podido encontrar algún reporte que lo avale, entendemos por las imágenes que el vehículo se encuentra sin restaurar, lo que lo hace aún más valioso si cabe.

La importancia de estos ejemplares de Hertz es clara, incluso cincuenta años después Ford continúa empleando esta denominación, lanzando series limitadas para Hertz que tratan de imitar la icónica decoración dorada sobre negro.

Este no es el primer ejemplar perteneciente a Carroll Shelby que sale a subasta este año. Ya en verano salía de su escondite el primer Shelby Cobra, el ejemplar que empezó a forjar la leyenda del modelo, dotado del primer número de bastidor, CSX2000, y que hasta este año estuvo en propiedad de Carroll Shelby, actualmente sus herederos.

Este GT350H es sin duda parte de la leyenda Shelby.

Subastado en Monterey se convertía automáticamente en el automóvil americano más caro de la historia, al alcanzar los 13.75 millones de dólares en una subasta en los eventos de Monterey 2016.

Fotos: Mecum Auctions

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