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El Gobierno de EEUU plantea un impuesto al barril de petróleo

Estando el barril de petróleo en sus niveles más bajos de los últimos años, la Administración del presidente Barack Obama plantea una tasa de 10 dólares/barril para financiar futuros proyectos de movilidad sostenible y ser menos dependientes de fuentes energéticas extranjeras

5 min. lectura

Publicado: 05/02/2016 20:00

Estados Unidos no es un país muy sospechoso de aplicar recetas socialistas, como aplicar impuestos al combustible para financiar proyectos relacionados con la ecología. El barril de referencia en el país, el West Texas, está próximo a llegar a un nivel de 30 dólares. Por lo tanto, hay margen para establecer una tasa progresivamente, hasta los 10 dólares por barril.

Según la Casa Blanca, la traducción al precio pagado en el surtidor será de solo 25 centavos por galón, es decir, cada 3,78 litros. Sería un aumento poco apreciable, pero generaría enormes cantidades de dinero, destinadas a financiar cambios en la movilidad de los estadounidenses.

De lo recaudado, 20.000 millones de dólares se destinarían a reducir el tráfico e incentivar los coches compartidos. Una cantidad inferior, 2.000 millones, se destinarían al desarrollo de vehículos y aviones más eficientes. Estados Unidos, aunque ha conseguido grandes niveles de independencia a través del petróleo por ruptura hidráulica (fracking), necesita reducir su consumo de petróleo.

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Fotografía: CREDO.fracking (Flickr) CC BY

También se han previsto 10.000 millones de dólares para financiar programas de transporte público, como mejoras del existente o mayor inversión en trenes de alta velocidad. Históricamente el transporte público ha dejado que desear en ese país, una vez cayó en manos interesadas en que no prosperase, y así beneficiar los coches privados.

De aprobarse esta medida, que contará con el rechazo frontal de los republicanos (muy a la derecha), se aplicaría por primera vez en el presupuesto del año 2017. En noviembre hay elecciones a la Casa Blanca, y los candidatos de los partidos republicano y demócrata se están perfilando. El ganador de las elecciones entraría en el Gobierno ya con esas cuentas aprobadas, claro está, si se aprueban en el Congreso.

La OPEP ya ha dado varios avisos a EEUU, primero en 1973, luego en 1979, y desde 2008 hasta 2014. Los precios de la energía están en manos de países fundamentalmente inestables políticamente, y que pueden influir de forma muy negativa en las finanzas del gigante americano. Reduciendo la dependencia energética, el margen de maniobra de la OPEP se vería reducido.

Refinería "La Rábida" en Palos de la Frontera (Huelva)

Ahora mismo Estados Unidos mantiene un pulso comercial con la OPEP, que ha derivado en un descenso de los precios del crudo a escala planetaria. Los países de la OPEP (sobre todo Arabia Saudí) quieren un barril barato para perjudicar al fracking americano, ya que necesita precios por encima de 50 dólares para ser rentable.

¿En qué puede afectarnos esta medida?

Si la tasa se implementa de forma progresiva, el consumo de los estadounidenses no debería variar apreciablemente, ya que la demanda de petróleo es muy inelástica. De ser así, el impacto en nuestras cuentas no debería notarse. Sí nos afectaría si la OPEP decide cortar drásticamente el envío de barriles para forzar una escalada de precios y que eso perjudique más rápidamente a EEUU que a otros países sin tasa por barril.

Por otro lado, también podría ser un problema si la medida se contagia a los legisladores europeos, pero eso es menos probable. A fin de cuentas, los europeos solemos pagar un alto nivel de impuestos por los hidrocarburos, y en ese sentido, mejor nos quedamos como estábamos.

Fuente: Bloomberg

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