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Los más raros Porsche de competición reunidos en el GP histórico de Zandvoort 2016

  • La edición 2016 del Gran Premio histórico de Zandvoort ha sido todo un espectáculo, gracias como siempre a la afluencia masiva de preciadas joyas de competición de todos los tiempos, con máquinas de hasta 1.500 CV en pista.
  • Porsche ha tenido una participación estelar, con la muestra de varios de sus clásicos de competición más raros, como el 917/30 de 1973 o los actuales 911 GT1.
Los más raros Porsche de competición reunidos en el GP histórico de Zandvoort 2016

9 min. lectura

Publicado: 23/09/2016 19:00

Auténticos iconos del motor en Zandvoort 2016.

Este año, el Gran Premio Histórico de Zandvoort cumplía ya su quinta edición, una de las citas reservadas a los clásicos de competición de todos los tiempos, que tiene lugar como cada año en el histórico trazado holandés. Aunque esta cita pueda pasar desapercibida entre los grandes eventos del calendario, como los distintos concursos de elegancia que tienen lugar entre agosto y septiembre o los multitudinarios y mediáticos eventos de Goodwood, lo cierto es que cuenta con una gran participación, e incluso la presencia oficial de algunas marcas.

En esta edición, como en años anteriores, se reunieron en la población holandesa numerosos deportivos de competición de muy distintas épocas y tipologías. En el trazado podíamos ver las estrellas de las distintas categorías de circuitos de estas últimas décadas, desde los vehículos de los Grupos 4 y 5 FIA de los setenta hasta los monoplazas de Formula 1 de la era turbo, en los años ochenta.

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Estos no solo se podían ver expuestos en el paddock, además se podía disfrutar al verlos evolucionar por el circuito, por lo que el trazado de Zandvoort se llenaba de nuevo con el rugido sin control de estos estas auténticas bestias del pasado.

El trazado holandés es invadido por docenas de clásicos de competición.

Una de las marcas que más presencia tenían en el circuito, como en cualquier evento de este tipo en Europa, no era otra que la alemana Porsche, que además participaba oficialmente. Por lo que para esta edición lograba reunir en este Gran Premio histórico algunas de las piezas más destacadas de su glorioso pasado deportivo.

Estos modelos de la marca alemana fueron algunos de los vehículos presentes más destacados del evento, que se sumaban a las docenas de ejemplares de la firma de Stuttgart del resto de participantes. Entre estos clásicos incunables podíamos encontrar ejemplares tan actuales y fácilmente reconocibles como el 911 GT1 junto a iconos de la talla del 917 o la saga 935.

Aunque el que sin duda despertó más admiración fue el impresionante 917/30 de la Can Am, una bestia que compitió exclusivamente en ese campeonato norteamericano y que a día de hoy sigue siendo considerado uno de los modelos de competición más salvajes de la historia.

Uno de los deportivos de carreras más salvajes de la historia.

Este fue el fruto de la colaboración entre Porsche y Roger Penske, célebre por su extrema meticulosidad y obsesión por hasta el más mínimo detalle. El resultado fue una barqueta biplaza abierta que pesaba unos más que livianos 800 kilos, y que disponía de un V12 plano de 5.4 litros sobrealimentado situado entre el conductor y el enorme ala trasera, que a máxima presión del turbo podía arrojar unos 1.500 caballos.

Un monstruo semejante solo se pudo dar en los años más salvajes de la Can Am, a principios de los setenta, el campeonato con las reglas más laxas de toda la historia del automovilismo. El precioso biplaza azul con los colores y los patrocinadores del equipo de Roger Penske llegó a superar los 350 km/h en el trazado oval de Talladega, récord que se mantuvo intacto cerca de dos décadas.

La velocidad máxima de este demonio azul estaba estimada en más de 400 km/h, aunque nunca fue llevado a una pista lo suficientemente preparada para poder alcanzar su máxima velocidad. Recordemos que hablamos de un vehículo con tecnología y neumáticos de principios de los setenta. Sus cifras de aceleración ridiculizan a más de un modelo actual, el 0 a 100 km/h lo dejaba en poco más de 2 segundos, mientras que el 0 a 160 km/h lo completaba en solo 3.9 segundos y el 0 a 320 km/h en tan solo 13.4 segundos.

Los 911 GT1 y 917/30 posando.

No es de extrañar que este Porsche azul, uno de los solo seis ejemplares que fueron fabricados, fuera uno de los modelos más fotografiados durante el evento en trazado holandés.

Otros modelos interesantes fueron el monoplaza Toleman-Hart con el que Ayrton Senna compitió en su primer año en la Formula 1, temporada en la que ya asombró a propios y extraños con su tremendo control sobre firme deslizante.

BMW también fue una marca muy bien representada, ya que no solo podíamos encontrar ejemplares tan curiosos como los 3.0 CSL, además la marca llevaba el 3.0 CSL Hommage R, la versión con pintura de guerra del 3.0 CSL Hommage concept, que era presentado durante la edición 2015 de la Monterey Car Week.

Porsche 935 "Moby Dick".

Por último, no podemos sino destacar los modelos de Grupo C de los ochenta, un conjunto muy numeroso en esta edición, que estaban acompañados por sus antecesores del Campeonato Internacional de Constructores. De los cuales y como no podía ser de otra manera, también Porsche era marca destacada, con la presencia de los impresionantes 917 en versión cola larga, el espectacular 935 “Moby Dick” o los más actuales 956 y 962, que fueron el arma definitiva e imbatible durante años en el Campeonato del Mundo de Resistencia.

Los únicos que pudieron acabar con ellos fueron los responsables de la FIA, que hicieron lo indecible por eliminar ese campeonato para que no perjudicara las audiencias de su gallina de los huevos de oro, la Formula 1.

Irónicamente, el 962 era tan bueno, que años después de desaparecer el Grupo C volvía a ganar Le Mans, ya que existía una versión de calle realizada por Dauer, que permitió volver a homologar el modelo en la década de los noventa.

El 917 entre los 956 y 911 GT1.

En suma, tal y como podéis ver en la galería adjunta y en el vídeo a continuación, el Gran Premio histórico de Zandvoort 2016 poco o nada tiene que envidiar a otras grandes citas del motor clásico. Y no solo por la presencia oficial de marcas como Porsche, sino por la impresionante afluencia de público y participantes privados.

Una iniciativa muy similar a la de los diversos eventos clásicos de nuestro país, que esperemos puedan evolucionar para llegar al nivel de estas pruebas europeas y lleguen a disfrutar de la atención de marcas como la alemana, que hizo desfilar todo un museo por el trazado de Zandvoort..

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