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Los raros y veteranos Ferrari amarillos de competición: Berlinetta Boxer 512 de 1978

Si bien es cierto que hubo una época en la que la prácticamente todos los modelos salidos de Maranello eran del tradicional color rojo, hubo unas pocas ocasiones en la que esto no fue así, como es el caso de este Ferrari BB 512 de carreras de la Ecurie Francorchamps, que además lucía un alerón extraído de un monoplaza de Formula 1 de la Scuderia.

Los raros y veteranos Ferrari amarillos de competición: Berlinetta Boxer 512 de 1978

6 min. lectura

Publicado: 04/07/2016 08:00

Una pieza muy rara disponible, uno de los cuatro Ferrari 512 BB Competizione de 1978.

El mercado de deportivos de competición clásicos es un nicho muy selecto del mercado, donde las reglas que imperan son tremendamente distintas de la que nos podemos encontrar tanto en el mercado de ocasión como en el propio de automóviles clásicos. Esto es debido a que generalmente son piezas o bien muy limitadas o directamente únicas, a lo que se suma el palmarés deportivo de cada pieza, lo que lo siempre los hace únicos.

En este caso nos encontramos con un raro y veterano Ferrari de carreras de la década de los setenta, basado en un modelo de producción de la marca italiana, el que en ese momento ocupaba la parte alta del catálogo de la firma de Maranello, el Berlinetta Boxer 512. Aunque el 512 BB de competición sea menos conocido que el espectacular BB LM, con el que coincidió en su momento en pista, este también estaba destinado a los grandes circuitos del planeta.

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Este ejemplar de 1978 fue preparado para la Ecurie Francorchamps, equipo privado belga propiedad del piloto Jacques Swaters. Este era el importador para Bélgica de la marca Ferrari, Garage Francorchamps, y mantenía una estrecha relación con Enzo Ferrari. De ahí, que sus equipos, la Ecurie Francorchamps y la Ecurie Nationale Belge fueran equipos privados con apoyo directo de Maranello, luciendo el característico color amarillo de la escudería belga, que los hacía fácilmente distinguibles en los circuitos por su vibrante color.

El alerón trasero procede directamente de los Ferrari 312 T2 de F1.

Tras el desarrollo por parte de el equipo estadounidense NART del espectacular BB LM sobre el 365 GT4 BB, la propia Ferrari desarrolló su propia variante de carreras sobre el sucesor comercial de este, la nueva versión BB 512 que contaba con una cilindrada elevada a 5.0 litros de su V12 a 180 grados. Para ello modificaron 4 unidades en 1978, comenzando por una reducción de peso de los 1.596 kilos de la versión de calle hasta unos 1.200 kg. El motor de doce cilindros contaba con sistema de inyección mecánica de combustible Lucas y encendido electrónico de Marelli, elevando su potencia desde los 340 caballos hasta unos 445 CV.

Su carrocería ganaba pasos de ruedas más anchos, nuevas tomas de aire en el lateral a la altura del montante trasero, faros auxiliares tras la parrilla delantera en sustitución de los ahora condenados faros retráctiles y sobre todo un nuevo alerón trasero, tomado directamente de los monoplazas 312 T2 de Formula 1 de la Scuderia.

Los cuatro ejemplares corrieron bajo los colores de los equipos de Charles Pozzi, NART y la Ecurie Francorchamps, aunque ninguno logró acabar la carrera. Ferrari había aumentado la potencia en poco más de 100 caballos pero no había practicado ninguna modificación a la transmisión. Este ejemplar amarillo precisamente no llegó a concluir la prueba por problemas en la caja de cambios.

Los faros ahora se situaron tras la parrilla delantera.

En la prueba gala contaba con el dorsal 85 y estuvo pilotado por los belgas Teddy Pilette y Jean Beurlys, que estaban acompañados por el británico Nick Faure y el francés Raymond Touroul.

Al año siguiente fue vendido a Ennio Gianaroli, que lo tuvo en propiedad tres décadas. Tras lo cual ha pasado varias veces de manos, recibiendo una restauración completa en el año 2005. Actualmente, el Ferrari BB 512 número 22715 se encuentra a la venta en el exclusivo concesionario Fiskens de Londres.

En los últimos años este ejemplar ha sido empleado en diversos eventos de clásicos como el Le Mans Classic, por lo que no hablamos de una pieza estática de museo. Su estado tras la restauración es impecable y salvo el dorsal que lleva actualmente, muestra incluso la misma decoración de los patrocinadores que lucía en Le Mans en 1978.

La potencia aumentó unos 100 CV pero la transmisión no recibió modificaciones, su talón de Aquiles.

La única diferencia palpable es la falta de las tapas transparentes que protegía a los faros auxiliares, y que lucía en la carrera gala en 1978.

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Fuente: FiskensFotos: Fiskens

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