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A la venta un prototipo único, el Ford GT más lento del mundo

Esta semana Barret-Jackson pone a la venta el ejemplar más raro y especial de toda la producción del Ford GT. El primer prototipo funcional completo que se ensamblo del modelo, en 2003, por lo que está dotado de ciertas características únicas, como la que le confiere el dudoso récord absoluto del Ford GT más lento del mundo.

A la venta un prototipo único, el Ford GT más lento del mundo

6 min. lectura

Publicado: 26/06/2016 09:00

Ford GT CP-1 prototipo de 2003.

El lote número 654 de la próxima subasta Northeast 2016 de Barret-Jackson está compuesto por un vehículo muy especial, el primer prototipo verdaderamente funcional del Ford GT. El modelo nacido a mediados de la década pasada a imagen y semejanza del icónico GT40, del que tomaba su imagen exterior. Imagen que tuvo que ser adaptada a unas nuevas dimensiones, ya que el modelo original era demasiado radical, sobre todo en su altura. De ahí precisamente su nombre, ya que contaba tan solo con 40 pulgadas de altura, 1.016 mm.

Este prototipo fue el primero en contar con motor y transmisión completos, así como el propio habitáculo terminado. Construido en el año 2003, este era un prototipo de diseño y fue denominado CP-1, siglas de Confirmation Prototype 1, y fue el ejemplar sobre el que se basaron los prototipos de desarrollo posteriores. De ahí que cuente con elementos y especificaciones únicos, que más tarde fueron desechados por la marca para la versión de producción. Anteriormente a el, tan solo habían sido fabricados modelos a escala o no funcionales, creados tan solo como vehículos de exposición.

El CP-1 cuenta con el número de bastidor #004, y dispone de toda su documentación y elementos propios de un prototipo de test, como las conexiones de pruebas y diversos aparatos de control utilizados en los test de carretera y de homologación.

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Volante y airbag del Mustang con la columna de dirección de furgoneta.

Entre las particularidades de este ejemplar podemos enumerar los anillos metálicos de los asientos, presentes en los prototipos pero que no llegaban a la versión definitiva de calle y que en este prototipo sí estaban instalados, aunque se parecía en las imágenes como la mayoría se han salido de su sitio en el asiento. Así mismo, este ejemplar disponía de elementos extraídos de otros modelos de la marca, como es el caso del volante, fácilmente reconocible como perteneciente al Mustang de la época, tras el cual encontrábamos la columna de dirección de la furgoneta Ford Windstar.

Una particularidad muy llamativa de este ejemplar es la cubierta del motor. Desarrollada inicialmente de fibra de carbono, cuando los directivos de la marca descubrieron que cada una de ellas costaría 45.000 dólares rápidamente las prohibieron, pasando a fabricarlas de aluminio, mucho más económicas.

Bajo dicha cubierta, encontramos el V8 de doble turbo que finalmente sería montado en el modelo de calle, pero con diversos elementos que más tarde fueron sustituidos, como el sistema de escape, preparado para los test que se llevaron a cabo con esta unidad o las cubiertas de las culatas, que pasaron a ser plateadas y azules, en lugar del color negro que encontramos en este ejemplar.

En la zaga encontramos ligeras diferencias con el GT definitivo.

El prototipo cuenta con los autógrafos de los 13 miembros más destacados del equipo de diseño original GT. Entre los que podemos encontrar a Carroll Shelby, Bill Ford, al Jefe de Diseño del GT, Camilo Pardo, y al ingeniero jefe del proyecto, Fred Goodnow.

Así mismo, encontramos garabateado a mano un aviso en el túnel central señalando el botón rojo de encendido. Botón que no muestra ninguna leyenda. El modelo estuvo en manos de Ford hasta 2008, cuando lo vendió a un reputado coleccionista del modelo, que precisamente es el responsable del libro más destacado sobre la historia del Ford GT. Coleccionista que ahora es el que 8 años después pone a la venta el prototipo CP-1 a través de la casa de subastas Barret- Jackson.

Su rareza e historial hacen del Ford GT CP-1 toda una joya de museo, aunque a pesar de ser un modelo funcional cuenta con otra particularidad que si bien puede no ser del agrado de muchos, también lo hace único.

La cubierta motor del GT CP-1 estaba realizada en fibra de carbono, a 45.000 dólares la pieza.

Cuando Ford lo vendía en 2008, instalaba un chip en su centralita para limitar su velocidad máxima a solo 8 km/h y así impedir que pudiera salir a las calles, no solo para salvaguardar esta pieza de museo, sino evitar que un prototipo que no cuenta con los elementos estándar de seguridad o homologación pudiera ser conducido por vías públicas. Por lo que si bien estamos ante un GT único, también podemos decir que es el Ford GT más lento del mundo.

Fuente: Barret-JacksonFotos: Barret-Jackson

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