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Citroën, DS y Peugeot publicarán sus consumos reales en respuesta a la polémica

En su informe anual "Mind the gap" (cuidado con el escalón), la ONG Transport & Environment vuelve a denunciar la desviación entre consumos reales y homologados. Uno de los peor parados es PSA, con una desviación cercana al 50%. La compañía ha respondido.

6 min. lectura

Publicado: 26/10/2015 19:00

En ocasiones anteriores os hemos contado que la diferencia entre consumos reales y homologados últimamente no hace sino subir. Los coches están reduciendo sus consumos en el papel, tras optimizar las condiciones de laboratorio en las que se llevan esas pruebas a cabo. Luego, en la carretera, el conductor no nota esos avances.

En el informe, correspondiente al año 2014, se han comparado los consumos oficiales de varios modelos y se han enfrentado con los consumos que declaran los usuarios en Spritmonitor.de. Esta plataforma pública almacena los datos de consumo real de más de 500.000 coches, con aportaciones de los propios usuarios.

El modelo que representa a PSA Peugeot Citroën es el Peugeot 308, con una discrepancia cercana al 50%. En otras palabras, el coche consume realmente casi un 50% más de lo que dice la ficha técnica, con el consiguiente perjuicio para el conductor (más gasto en combustible), para el medio ambiente (más emisiones) y para Hacienda (pérdida de impuestos por emisiones).

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En el último informe de T&E comprobamos que el Peugeot 308 sale mal parado, pero peor salen varios modelos de Mercedes-Benz, por encima del 50% de discrepancia

¿Cómo explicar estas diferencias?

Por un lado tenemos el abuso de los fabricantes de toda la flexibilidad que tiene el reglamento del ciclo de homologación NEDC, que se instauró en 1992. Este ciclo de conducción no tiene nada que ver con la forma de conducir de los europeos hoy día, y que tiene los coches a puntita de gas, con una exigencia ridícula. Así consiguen anunciar consumos muy bajos, sobre todo con motores apretados.

Por otro lado, algún fabricante podría estar recurriendo a la misma trampa que Volkswagen con los motores TDI CR EA189: si el coche detecta una prueba de homologación, las emisiones se mantienen a raya. Transport & Environment no va tan lejos, pero aboga por un mayor control hasta que llegue el nuevo ciclo de homologación, WLTP, en 2017.

El Grupo PSA ha anunciado en una nota de prensa que sus coches no hacen trampas, y que cumplen con la legislación europea. Eso quiere decir que niegan rotundamente que haya programaciones ocultas para que los coches se hagan los limpios mientras son homologados. Pero van a ir más allá.

En nuestra prueba de consumo, el 308 BlueHDi automático de 120 CV gastó 5,3 l/100 km de gasóleo. Homologa 3,5 l/100 km, es decir, la desviación es de casi el 50%. Es lo mismo que denuncia T&E

Mientras que algunos fabricantes aludidos en el informe opinan que el estudio no tiene una metodología "seria", PSA sí cree que hay que tomar cartas en el asunto. Por eso van a exigir una auditoría externa para saber cuánto gastan realmente sus coches en condiciones de uso cotidianas.No te pierdas nuestra prueba de consumo del 308 1.6 BlueHDi automático de 120 CV.

Los resultados se conocerán a partir de primavera, y de sus modelos más vendidos

El fabricante se defiende argumentando que están trabajando para reducir las emisiones con sus motores tricilíndricos Puretech de gasolina, los BlueHDi diésel con inyección de urea, plataformas aligeradas o cajas de cambio optimizadas. Pues bien, los resultados demuestran que esos avances no han sido suficientes.

Para la mayoría de los fabricantes, los consumos reales que tienen sus coches son tabú. Ellos dan las cifras oficiales, ya que la Unión Europea les obliga. Los datos reales son menos importantes de cara al usuario, que puede sentirse, evidentemente, engañado.

En condiciones ideales se pueden conseguir consumos de escándalo, pero no son representativos de la conducción real

A veces los fabricantes presumen de todo lo contrario: que los consumos se pueden bajar incluso por debajo de la homologación. Sin salir de PSA, tenemos el récord de 2,85 l/100 km para el Peugeot 308 1.2 Puretech de 130 CV. Ese récord se consiguió en condiciones ideales, y es prácticamente el mínimo consumo posible de ese motor.

No está mal, no, pero nadie conduce así. La homologación es de 4,6 l/100 km, y con un aumento en la realidad de casi el 50%, ya nos vamos a más de 6,5 l/100 km. Es mucha diferencia. El cliente promedio no consigue 1.800 kilómetros por depósito, sino muchísimos menos, ni la mitad.

Sería muy bueno para la industria del automóvil, ya que se ha puesto tan transparente últimamente, que PSA no sea el único fabricante que destape sus vergüenzas. Los consumidores tienen derecho a saber que su flamante coche nuevo puede no consumir menos que el modelo que reemplaza, y cuánto va a costar eso cada año.

La respuesta de transparencia de PSA llega tarde, pero en todo caso, es digna de elogio. Al menos han sido los primeros en dar el paso.

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