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Coches RarunosSchulz 190E City, el abuelo del Mercedes Clase A

El primer Mercedes-Benz en el segmento de los compactos fue el Schulz 190E City, que se adelantó 22 años al actual Mercedes Clase A. Este extravagante proyecto fue obra de Eberhard Schulz y tomó como base el sedán Mercedes 190E.

Schulz 190E City, el abuelo del Mercedes Clase A

6 min. lectura

Publicado: 21/11/2015 09:00

Había que adaptarse a los tiempos y seguir ganando clientes. En 1982 Mercedes-Benz amplió su gama con un modelo asequible: así nació el Mercedes W201, o lo que es lo mismo, el Mercedes 190. Mantenía la carrocería sedán pero sus dimensiones eran reducidas en comparaciones con las proporciones que solía manejar la marca, motivo por el cual pronto recibió el sobrenombre de Baby Benz.

Este modelo gozó de una gran popularidad en toda Europa, atrayendo principalmente a un público más joven. Estuvo en el mercado hasta 1993 -siendo sustituido por el Mercedes Clase C- y se comercializaron cerca de 1,9 millones de unidades en todo el mundo. Sin embargo, el Mercedes 190 tuvo una versión que dio un paso más allá en la concepción de sus dimensiones.

Aquella variante, que protagoniza hoy la sección de Coches Rarunos, no fue un producto oficial de Mercedes y por este motivo no llevaba la estrella de tres puntas en su frontal. Era obra del especialista alemán Schulz-Tuning y su intención era ofrecer, por primera vez, un Mercedes para el segmento de los compactos: el Schulz 190E 2.6 City.

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El City también era conocido como Schulz 190E 2.6 Compact

El fundador de la compañía era el ingeniero y diseñador Eberhard Schulz. Quizá no te suene, pero Schulz sabía lo que se hacía. En 1969 ya había construido su propio superdeportivo inspirado en el Ford GT40 -el Erator GT-, dos años después comenzó a trabajar en Porsche y posteriormente fue el creador de la marca de deportivos Isdera y de la compañía Schulz-Tuning.

Cuando llegó el 190E 2.6 City, Schulz-Tuning ya había cosechado mucha experiencia realizando transformaciones de lo más variopintas en las carrocerías de varios modelos de Mercedes y BMW. Era 1990 y el objetivo del City era muy claro: aprovechar el tirón del Volkswagen Golf y presentar una alternativa con forma de Mercedes.

El Schulz 190E 2.6 City se presentó como un modelo que impactaba inmediatamente por su estética. El frontal era el del Mercedes 190 sedán y la trasera procedía del Mercedes Clase E Estate (W124). Básicamente le había metido un hachazo a la carrocería del 190 a la altura del pilar C y le habían puesto el portón y los pilotos del familiar.

Schulz proponía una alternativa de lujo al popular Volkswagen Golf II

El nexo de unión se producía a la altura de las puertas traseras, que fueron suprimidas. Eso sí, a pesar de carecer de puertas traseras se mantuvieron las ventanillas, motivo por el cual el cristal está dividido sin necesidad aparente. El acceso a las plazas posteriores no debía de ser el más cómodo del mundo ya que las puertas delanteras eran las del sedán y, por tanto, pequeñas para un tres puertas.

El preparador alemán también realizó algunas modificaciones mecánicas y redujo ligeramente la distancia entre ejes. Aún así su voladizo trasero seguía siendo extremadamente corto mientras que, por el contrario, el morro era muy largo para un compacto. Sin duda, unas proporciones extravagantes que poco tenían que ver con las del popular Golf de segunda generación que se vendía entonces.

Las llantas BBS se ofrecían de serie

Quizá el propio Schulz era consciente de que el coche no iba a enamorar por su diseño y se guardó un as bajo la manga. El 190E 2.6 City debía ser más potente que el Golf GTI. El pequeño Volkswagen llevaba un motor 1.8 con una potencia entre 109 y 139 CV, según la versión y el año. El especialista alemán no dudó en escoger el motor más grande que había en la gama del 190, un seis cilindros de 2,6 litros que desarrollaba 160 CV.

El primer hatchback de tres puertas derivado de Mercedes se anticipó una década al coupé compacto Mercedes C Sportcoupé y llegó nada menos que 22 años antes que el actual hatchback de cinco puertas Mercedes Clase A. Todo un adelantado a su tiempo que no consiguió cautivar al público. Las ventas fueron anecdóticas, motivo por el cual hoy en día es un modelo muy exclusivo y poco conocido.

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