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PruebaToyota Verso 115D Advance 7 Plazas: Interior y exterior (II)

Nos gusta el espacio disponible en la cabina gracias a las elevadas posibilidades de modularidad de los asientos. Si usamos las 7 plazas, no tendremos mucho maletero. Los materiales son de plástico, bien terminados y con buena presencia. Tiene instrumentación elevada y orientada hacia el conductor en el centro del salpicadero, facilitando mucho la información a golpe de vista.

Toyota Verso 115D Advance 7 Plazas: Interior y exterior (II)

5 min. lectura

Publicado: 04/06/2015 09:00

Práctico, asequible y bien equipado. Así se presentaba el Toyota Verso en nuestra primera parte, donde veíamos que a unos descuentos agresivos se le unían argumentos como el espacio y un fácil acceso al acabado alto. Es innegable que es atractivo dentro del segmento de los monovolúmenes.

No acude a formas estrafalarias ni innecesarias, pero sí a unos rasgos de identidad claros. Faros puntiagudos, estética angulosa con terminaciones originales y dinamismo en el diseño. Las llantas de 17 pulgadas son una preciosidad que combinan a la perfección con el color blanco de tono perlado; todo un acierto.

El coche mide 4.460 mm de longitud, 1.790 mm de anchura y 1.630 mm de altura (1.620 mm con llanta de 16”). La batalla es de 2.780 mm. Los anchos de vías son calcados delante y detrás con una longitud de 1.540 mm, y la tara nominal mínima se posiciona en 1.520 kg, un poco por encima que los homólogos de gasolina. Además, el tanque de combustible del motor diésel es de 55 litros, justo 5 litros menor que en los Verso de gasolina.

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Las lunas oscurecidas son parte del equipamiento opcional y quitan mucho calor interior

El maletero, en función del número de asientos que tengamos plegados o desplegados aumenta considerablemente. Si usamos las 7 plazas, por supuesto no habrá espacio suficiente para alojar equipaje. Quizá algunas mochilas, pero poco más.

Si abatimos los asientos la superficie del maletero es plana

Sin embargo, con la tercera fila oculta en el piso, hay una generosa capacidad de carga. La segunda y la tercera fila pueden plegarse de forma que quede un espacio completamente plano y homogéneo si necesitamos un gran volumen de espacio disponible en ocasiones puntuales.

Hay que acostumbrarse al manejo de la modularidad de los asientos, pues hay muchas posibilidades, sobre todo en la segunda fila, donde los respaldos y la posibilidad de echar las butacas hacia atrás o hacia delante de forma independiente, dan mucho juego a la hora de elegir ubicaciones para cargar el coche.

Movimientos independientes en la segunda fila

Echamos en falta un mejor acceso a la tercera fila, ya que la separación disponible entre la puerta y la banqueta resulta angosta si uno no es muy ágil, pero como está pensado para niños, en principio no debe de haber problemas.

El uso de materiales está imperado por el plástico. Buena presencia y ajustes generales del coche, y sobre todo el salpicadero tiene una sensación más que suficiente para el nivel que se espera en un coche que por poco más de 20.000 euros ofrece un gran equipamiento y espacio para 7 personas.

Los asientos, de tela en nuestra versión, cumplen correctamente con su cometido a nivel de presencia y agarre lateral, que por tipo de coche, no necesita que sean extremos. Al contrario, un asiento con formas muy marcadas penalizaría, pues su argumento debe estar encaminado a la comodidad de los ocupantes, y las formas de las aletas laterales suelen ser incómodas para entrar y salir todos los días.

Incluso los niños tendrán que arquear mucho las piernas en la tercera fila

El cuadro de instrumentos no queda tras el volante, sino orientado hacia el conductor en el centro del salpicadero. La primera impresión es extraña, pues deja muy desnuda la zona del volante, pero con los días uno comprende que es parecida a la solución de Peugeot (instrumentación tipo Head-Up), pero más práctica porque tiene los dígitos de tamaño normal y es incluso más visible con un golpe de vista.

¿El problema? Que no han promocionado su uso como la marca francesa y el diseño es menos atractivo. Con todo ello, la posición de conducción queda muy vertical, a lo que le acompaña una palanca de cambios elevada, cómoda de uso y manejo. En la última parte pondremos a prueba todas las virtudes del Toyota Verso.

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