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Mazda CX-7 2.2 CRTD. Apuesta segura

Mazda CX-7 2.2 CRTD. Apuesta segura

15 min. lectura

Publicado: 20/02/2012 19:03

El Mazda CX-7 es un todocamino con tracción a las cuatro ruedas que no busca la eficacia fuera del asfalto sino un comportamiento similar al de una berlina, manteniendo además un diseño deportivo y diferenciador. Y podemos asegurar que el fabricante japonés ha conseguido su objetivo sobradamente.

El CX-7 se ofrece con dos mecánica posibles: Un motor de gasolina turbo 2.3 MZR DISI que ofrece 260 CV y el propulsor turbodiésel 2.2 CRTD de 173 CV. Los niveles de equipamiento se dividen en Active -más básico-, Style -intermedio- y Luxury -el más completo-. En esta última versión se ofrecen de serie elementos como los asientos eléctricos, tapicería de cuero, faros de xenón, asistente de cambio de carril, tarjeta inteligente y llantas de aleación de 19 pulgadas.

En el mercado español la variante de gasóleo es la más demandada y precisamente ésa es la que ha pasado por nuestra redacción. En concreto, un Mazda CX-7 2.2 CRTD 173 CV Luxury que nos ha convencido por su comportamiento y su elevado nivel de equipamiento.

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Por fuera

Diseño exterior

Mazda CX-7

No es habitual que un SUV muestre unas líneas tan dinámicas como las que presenta este CX-7. Mazda parece haber tenido especial cuidado en la aerodinámica del modelo. El parabrisas delantero está muy inclinado y junto con los marcados pasos de rueda delanteros y las grandes entradas de aire del paragolpes frontal la silueta del CX-7 presenta una estampa muy deportiva.

El marco de las ventanillas, las manillas de las puertas y los bajos presentan un acabado cromado que le otorga un cierto toque elegante. Los cristales traseros están tintados y son "mordidos" por el paso de rueda trasero, ofreciendo de esta manera una imagen muy musculosa. Las llantas de 19 pulgadas tienen un bello diseño y se ofrecen de serie con este acabado Luxury -en los niveles Active y Style son de 18 pulgadas-.

En la zaga, el protagonismo es para los pilotos con óptica transparente. El portón dispone de un spoiler en su parte superior que alberga la tercera luz de freno mientras que la parte baja muestra una única salida de escape cromada. Los catadióptricos del paragolpes trasero quedan demasiado expuestos a los golpes.

Por dentro

Diseño interior & Habitabilidad

Mazda CX-7

Los materiales empleados en el salpicadero parecen robustos y bien ajustados, aunque se agradecería que algunos estuvieran acolchados. La consola central tiene un diseño sencillo y práctico, el tacto de los mandos es agradable y todo queda a mano. En general, el interior ofrece una buena sensación de calidad y los ajustes son magníficos.

El equipamiento en esta versión Luxury es muy elevado aunque presenta algunos detalles mejorables como, por ejemplo, que la tapicería es de cuero pero su tacto no es demasiado suave, que la pantalla del navegador es de un tamaño pequeño -4,1 pulgadas-, que la cámara de visión trasera facilita las maniobras de aparcamiento pero tiene poco ángulo de visión o que los botones de las puertas no están iluminados -salvo el interruptor principal del elevalunas- así que de noche hay que ir a tientas buscando el botón del seguro de las puertas o el de plegado de los retrovisores.

A diferencia de otros modelos, el arranque no es por botón sino que se emplea un mando giratorio. Los asientos son grandes y confortables pero apenas sujetan el cuerpo y quedan un poco altos incluso en su posición más baja. El volante tiene amplios recorridos en su regulación en altura y profundidad por lo que es fácil situarlo a nuestro gusto.

El espacio interior es correcto y cinco personas viajarán con sitio suficiente, aunque las dimensiones exteriores prometen una habitabilidad mayor. He podido subir al nuevo Mazda CX-5, cuya longitud es 13 centímetros más corta, y me ha dado la sensación de que el espacio interior es tan grande o más como el de su "hermano" el CX-7. A diferencia de algunos de los SUVs de otros fabricantes, Mazda no ofrece la posibilidad de disponer de siete plazas ni en opción en este modelo.

Mazda CX-7

Entre el numeroso equipamiento destaca el asistente de cambio de carril (RVM), un sistema de radar que supervisa los ángulos muertos y muestra una indicación en los espejos para alertarnos de la presencia de otro vehículo u obstáculo al iniciar la maniobra de cambio de carril. Funciona realmente bien aunque se puede desconectar si lo deseamos.

El maletero ofrece un volumen de 455 litros, cifra que resulta algo escasa en relación a la competencia. Para abatir los asientos traseros basta con estirar de los prácticos tiradores situados a ambos lados del compartimento de carga, una maniobra sencilla que permite alcanzar los 774 litros de capacidad.

Bajo el piso del maletero se sitúa el depósito de AdBlue, un aditivo que se utiliza como sistema de depuración de gases de escape. La mecánica CRTD presume de ofrecer un bajo impacto medioambiental gracias al empleo de este líquido, cuya reposición se lleva a cabo en los talleres oficiales cuando se realizan las revisiones oficiales. Para conocer el nivel de AdBlue restante -su duración ronda los 20.000 kilómetros- hay un indicador específico en el cuadro de mandos.

En marcha

Mazda CX-7

Pese a las dimensiones, el comportamiento en carretera del CX-7 es muy similar al de una berlina. El motor y la suspensión son los responsables de que el apartado dinámico se salde con buena nota siendo uno de los mejores SUVs en vías asfaltadas.

El propulsor turbodiésel CRTD 2.2 de 173 CV ofrece un buen rendimiento, monta cadena de distribución en lugar de correa y resulta sorprendente la facilidad con la que sube de vueltas -su fuerza se hace notar a partir de 2.500 rpms-. A bordo tenemos la sensación de que "anda más" de lo que se espera según las cifras oficiales -de 0 a 100 km/h en 11,3 segundos- y resulta sencillo mantener una velocidad de crucero elevada sin dificultad.

El sonido del motor llega muy amortiguado al interior del habitáculo. Se notan ciertas vibraciones en el volante y la palanca de cambio pero son muy leves y no resultan molestas. El ángulo de giro es reducido lo que le resta agilidad. Donde también destaca el CX-7 es en su adecuada capacidad de frenada y el buen tacto del pedal que permite dosificar la fuerza.

En cuanto al consumo, las cifras oficiales señalan un gasto de 9,1 litros en ciclo urbano, 6,6 en entorno extraurbano y 7,5 como consumo combinado. En mis rutas de prueba habituales, los consumos se han situado en torno a un litro por encima de estos datos. Se trata de un consumo razonable para un coche de este tamaño y potencia.

Mazda CX-7

Las suspensiones hacen un buen trabajo y ofrecen una gran estabilidad, evitando en gran medida los movimientos amplios de balanceo y cabeceo propios de otros todoterrenos y todocaminos. La sensación de ir en una gran berlina se complementa gracias a una dirección electrohidráulica muy asistida pero que lee correctamente lo que sucede bajo las ruedas y a un cambio manual de 6 marchas preciso -aunque no especialmente suave-. El resultado es que el CX-7 ofrece un tacto similar al de un turismo resultando muy agradable su uso en zonas bien pavimentadas.

En conducción offroad es otro cantar. El Mazda CX-7 presenta un sistema de tracción total conectable automáticamente. En condiciones normales el motor dirige la fuerza a las ruedas delanteras y cuando éstas pierden adherencia un diferencial central electrónico envía hasta el 50% del par motor al eje trasero. Esta transición se realiza de forma automática, sin posibilidad de que el conductor intervenga manualmente.

El sistema de tracción total es útil para circular en vías asfaltadas con baja adherencia o caminos de escasa dificultad. Fuera del asfalto, el CX-7 se muestra muy ineficaz a poco que el terreno se complique. El modelo japonés no esconde su condición de SUV urbano y ante obstáculos de dificultad moderada o alta nos veremos obligados a buscar una ruta alternativa ya que la escasa altura libre de la carrocería, los ángulos, la falta de reductora, el escaso recorrido de las suspensiones y la ausencia de bloqueos de diferencial nos dejarán claro muy pronto los límites del coche. Además, en caminos irregulares la dirección vibra demasiado hasta el punto de resultar incómoda.

La visibilidad es otro punto mejorable. Resulta difícil ver dónde acaba el coche, tanto por delante como por detrás. En las maniobras de estacionamiento la cámara trasera es una gran ayuda pero tiene un ángulo de visión demasiado reducido y las esquinas no se ven. La forma de las ventanillas traseras también entorpece la visión del pilar B hacia atrás.

En resumen

Mazda CX-7

Debo reconocer que el Mazda CX-7 me ha dejado con la miel en los labios. No me malinterpretéis: Se trata de un SUV de gran calidad, bellísimo, cómodo y bien equipado, tan bueno que precisamente por eso es una pena que sólo pequeños detalles comentados anteriormente impiden que estemos ante un producto "redondo". El modelo japonés no tiene ningún inconveniente de importancia pero en muchas ocasiones esas pequeñas pinceladas suelen decantan la decisión de compra entre un modelo y otro.

El Mazda CX-7 presenta unas excelentes cualidades y me ha resultado un coche muy interesante para aquellos que buscan un SUV pero sin renunciar a las cualidades dinámicas de un turismo. Si no queremos salir del asfalto, el CX-7 es una opción que debe tenerse muy en cuenta al tratarse de un coche muy satisfactorio paracircular por autopistas y autovías e ideal paraquien suela hacer viajes largos.

Datos y Equipamiento

DATOS TÉCNICOS del Mazda CX-7

DIMENSIONES
Longitud total: 4.700 mm
Anchura total: 1.870 mm
Altura total: 1.645 mm
Distancia entre ejes: 2.750 mm
Vía delantera: 1.615 mm
Vía trasera: 1.610 mm
Distancia al suelo entre ejes en vacío: 208 mm
Capacidad del maletero: 455 l (con cinco asientos) / 774 l (con 2ª fila plegada)
Espacio delantero para cabeza / piernas / hombros: 1.009 mm (970 mm con techo solar) / 1.059 mm / 1.472 mm
Espacio trasero para cabeza / piernas / hombros: 998 mm (980 mm con techo solar) / 925 mm / 1.417 mm
DATOS TÉCNICOS
Cilindrada: 2.184 cc
Diámetro x carrera: 86,0 mm x 94,0 mm
Relación de compresión: 16,3:1
Potencia máxima: 173 CV a 3.500 rpm
Par máximo: 400 Nm a 2.000 rpm
Capacidad del depósito de combustible: 69 l
Tamaño del neumático: 235/55 R19
Peso: 1.865 kg
TRANSMISIÓN:
Tipo: Manual de seis velocidades
Desmultiplicación 1ª: 3,818
Desmultiplicación 2ª: 2,045
Desmultiplicación 3ª: 1,290
Desmultiplicación 4ª: 0,926
Desmultiplicación 5ª: 0,853
Desmultiplicación 6ª: 0,711
Desmultiplicación marcha atrás: 4,139
DIRECCIÓN
Tipo: Dirección electrohidráulica
Radio mínimo de giro (de pared a pared): 6,1 m
FRENOS
Diámetro de los discos delanteros: 320 mm
Diámetro de los discos traseros: 325 mm
PRESTACIONES Y CONSUMO
Aceleración de 0-100 km/h: 11,3 s
Velocidad máxima: 200 km/h
Consumo urbano: 9,1 l/100 km
Consumo extraurbano: 6,6 l/100 km
Consumo combinado: 7,5 l/100 km
Emisiones de CO2: 199 g/km

NIVELES DE EQUIPAMIENTO del Mazda CX-7

ACTIVE
Luces antinieblas delanteros
Climatizador automático
Volante en cuero
Llantas de aleación de 18 pulgadas
Consola central en color gris oscuro metálico
Radio y reproductor de CD / MP3 con cuatro altavoces

STYLE. Añade al Active:
Sistema de navegación
Cámara de visión trasera
Bluetooth
Limpiaparabrisas automáticos con sensor de lluvia
Control de crucero
Alarma
Control de la presión de los neumáticos
Cristales tintados oscuros en la luneta trasera y en las ventanillas laterales traseras
Asientos delanteros calefactados

LUXURY. Añade al Style:
Asientos de cuero
Ajustes eléctricos en asientos delanteros (el del conductor con memoria)
Faros delanteros de xenón
Asistente de cambio de carril y supervisión de ángulos muertos (RVM)
Retrovisores con plegado eléctrico
Llantas de aleación de 19 pulgadas
Sistema de sonido BOSE con 9 altavoces
Tarjeta inteligente

OPCIONES:
Pintura metalizada: 400 euros
Techo solar: 750 euros

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