Motor.es

Opel Corsa 1.0 SIDI Turbo, prueba: motor, consumo y comportamiento

La gama de motores del Opel Corsa se ha renovado o actualizado para cumplir Euro 6, y la principal novedad es de tres cilindros. Me refiero al 1.0 SIDI Turbo, con inyección directa de gasolina y turbocompresor, que promete mucho

Opel Corsa 1.0 SIDI Turbo, prueba: motor, consumo y comportamiento

8 min. lectura

Publicado: 02/10/2015 10:00

Cuando recogí la unidad de pruebas, me atendió un viejo conocido, que lleva dándome llaves de esta marca 11 años (el primero fue un Corsa, por cierto). Me dijo: "espero que cambie tu opinión de los tricilíndricos con este". Es una expresión que ya he oído antes, pero a la que he dado un nuevo significado.

A nivel técnico, este motor promete lo mismo que en sus rivales: que si bajos consumos, que si vibra poco, etc. La mayoría de los motores de tres cilindros que he probado no me han terminado de convencer, pero en este caso me veo obligado a hacer una excepción.

En el dossier de prensa Opel destaca que es el único motor de su clase con un árbol contrarrotante que reduce las vibraciones inherentes a una mecánica de tres cilindros, que está descompensada de forma natural. En teoría, el motor tendría que ir muy equilibrado. Pues sí, lo consigue.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

¡Infórmate!

La mecánica de tres cilindros sorprende por su suavidad, acaba uno olvidándose de qué motor está llevando

Según el dossier "el motor de tres cilindros de Opel es el más silencioso y discreto del mercado". No tengo ningún elemento de juicio para llevar la contraria a esa afirmación. No solo me parece el más fino del segmento B, es que probablemente en el segmento C sea el molinillo turbo más afinado que hay. Eso último es provisional, que no he probado todos.

No solo es que apenas vibre, casi como un cuatro cilindros, es que realmente puedo venderos la idea de que gasta poco. Los consumos de gasolina que he sacado a este coche son los más bajos que he sacado con ningún Corsa, sobre todo considerando que son 115 CV y gasolina. Y además de eso, anda.

Según el ordenador de a bordo, el consumo de la prueba fue de 5,2 l/100 km, cifra muy aproximada al consumo real. Si el depósito se llena hasta arriba y se conduce hasta que el motor se cala, se pueden hacer 1.000 kilómetros sin ser ningún gurú de la conducción eficiente. En otras palabras 4,5-5 l/100 km, ¡casi lo que homologa! ¡Milagro!

La caja de cambios de seis velocidades es una delicia. Las marchas están perfectamente escalonadas

Tiene marchas largas, pero en vez de ir medio muerto como los motores de gasolina atmosféricos de la generación anterior, tiene vida, e incluso pidiéndole recuperar en sexta nos hace caso. De 80 a 120 km/h en cuarta tarda poco más de 10 segundos, casi la MITAD que el 1.4 de 90 CV de la generación anterior.

He circulado la mayor parte del tiempo solo, y algún pisotón se ha llevado, pero en autovía sorprende ver consumos instantáneos por debajo de 4 l/100 km incluso a 120 km/h. Si a eso le sumamos que el motor prácticamente no se nota que está ahí, me rindo, no veo por dónde criticarle.

La nueva caja de cambios de seis velocidades tiene un tacto excelente para un coche de esta gama y precio, es sumamente agradable de conducir. Se nota el esfuerzo del fabricante en traer una nueve generación de motores y cajas de cambio, a este paso me tienen convencido. Antes de seguir, el motor diésel de 95 CV no tiene prácticamente ningún sentido existiendo esta versión, aunque la diferencia de precio es ridícula.

Esta versión tiene llantas de 17 pulgadas, nada exageradas, pero el neumático elegido de serie no me parece el mejor posible

No todo van a ser halagos. Según el fabricante, no comparte ningún componente de suspensión de la generación D, y todo es nuevo. Pues podían haberlo dejado como estaba, porque ahora no va tan bien, creo. Recordaba que el Corsa D era más estable, pero el actual tiene una tendencia al subviraje que no invita a atacar las curvas igual. Y se supone que ha mejorado...

El problema de neumáticos bajo de presión está descartado porque lo corregí al segundo día, conduje el coche antes con un kilo menos de presión (1,7-1,8 bares) y el control de estabilidad hacía más trabajo. Posiblemente la causa sea los neumáticos Continental EcoContact 5, que no están a la altura de las prestaciones de este motor.

La unidad probada calzaba "zapatos" 215/45 R17, la misma dimensión del Toyota GT 86 o el Hyundai Veloster. Por otra parte, para tener el coche solo 12.000 kilómetros, los flancos delanteros estaban algo desgastados, es lo que pasa cuando un coche es muy subvirador. Subiendo mi puerto de montaña de referencia tuve que levantar el pie más de lo normal.

Es fácil encontrar una postura agradable de conducción

Opel justifica los cambios en pro del confort, pues no pienso que el Corsa D fuese precisamente incómodo, y eso que probé prácticamente todas las versiones que se pusieron a la venta. Sí, cómodo es, pero ahora me parece muy blandito de suspensión. No lo compararé con el Corsa C que conduje en 2004 porque ya no me acuerdo con nitidez.

Como coche de uso diario, me ha convencido. Motor refinado, de poca sed, y un autonomía digna de un diésel. Con deciros que me quedé en reserva a los 850 kilómetros, creo que lo digo todo. Aún decía tener autonomía para otros 150 km. Insisto, estoy hablando de un motor de gasolina.

La dirección asistida es nueva, se supone que es más precisa. En el caso de no tener el sistema Opel Eye, se permite el ajuste de dirección más blanda a baja velocidad, como el Fiat Punto. No tenía queja sobre la dirección del modelo anterior, la verdad. Solo le falta tener el volante un poco más pequeño.

En resumen, sin que sirva de precedente, lo diré: este es un tricilíndrico que no me importaría tener. A fin de cuentas, es un coche del segmento B, no es lo mismo un tricilíndrico en un coche como este, que en uno que te venden como Premium y supera los 30.000 euros. Y lo sangrante es que este vaya aún mejor, costando muchísimo menos.

Mañana finalizamos...

Compártela en:

Pixel