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Prueba Audi Q7 e-tron quattro, eficiencia con sello premium

Audi ha lanzado la versión híbrida enchufable del Q7 ¿Eso hace que este SUV de lujo sea más apetecible aún? Lo probamos en su presentación mundial para comprobar la tecnología y las cualidades que ofrece. Así es el nuevo Audi Q7 e-tron 3.0 TDI quattro.

Prueba Audi Q7 e-tron quattro, eficiencia con sello premium

12 min. lectura

Publicado: 13/11/2015 10:00

La gama del nuevo Audi Q7 aumentará con la llegada de su versión más eficiente y tecnología, el Audi Q7 e-tron 3.0 TDI quattro. La variante híbrida enchufable del gran SUV de la marca alemana llegará a los concesionarios europeos en la primavera de 2016 y hemos tenido ocasión de conducirlo en su presentación mundial.

El primer modelo plug-in hybrid de Audi se presentó en 1989, el prototipo Audi Duo. La evolución de aquel primer concepto nos lleva hasta la tecnología e-tron actual, justo cuando la movilidad eléctrica se encuentra en un punto de inflexión. En la segunda generación del Q7 este sistema combina un propulsor V6 TDI y un motor eléctrico.

Un sistema híbrido muy refinado

La cadena cinemática resultante es muy poderosa: en total son 373 CV los que tenemos bajo el pedal derecho, aunque más impresionante aún es saber que disponemos de un rotundo par máximo de 700 Nm. El sistema híbrido del SUV de Audi se compone de una mecánica turbodiésel 3.0 V6 TDI que desarrolla 258 CV y un propulsor eléctrico que aporta 94 kW de energía. Ambos motores se combinan con un cambio automático tiptronic de ocho marchas.

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Eficiente pero prestacional: el Q7 e-tron pasa de 0 a 100 km/h en 6,0 segundos

El sistema eléctrico emplea una batería de iones de litio compuesta por 168 células que logran una capacidad de 17,3 kWh. De esta manera, el Q7 e-tron promete hasta 56 kilómetros de autonomía 100% eléctrica (según ciclo NEDC), todo un récord en el segmento. Sumando ambos motores la autonomía alcanza los 1.400 kilómetros.

El paquete de baterías se coloca en la parte trasera, bajo el suelo, robando el espacio que permitiría colocar una tercera fila de asientos. Por este motivo el Q7 plug-in hybrid está disponible únicamente con cinco plazas en lugar de las siete que sí trae el resto de sus hermanos de combustión. La capacidad del maletero se ha reducido, pero sigue siendo generosa con sus 650 litros de volumen.

Otra de las particularidades del modelo híbrido alemán es que en lugar de un sistema de calefacción convencional el Q7 e-tron recurre a una bomba de calor que aprovecha el calor residual de los componentes eléctricos para calentar el habitáculo de manera más rápida y eficiente. Una forma más de ahorrar energía eléctrica.

El Audi Q7 e-tron mide 5,05 metros de longitud, 1,97 metros de anchura y 1,74 metros de altura

Por fuera, el diseño exterior del e-tron muestra algunas pinceladas diferenciales respecto de las versiones estándar del Q7. Las diferencias principales se centran en los diseños específicos de la parrilla Singleframe tridimensional, de las entradas de aire en el paragolpes delantero y de las llantas de 19 y 20 pulgadas. Su peso en vacío es considerable, 2.445 kilogramos, de los cuales 375 kilogramos corresponden al sistema híbrido.

Comportamiento dinámico

En marcha no tardamos en comprobar que, si el nuevo Q7 ya destaca por la excelsa insonorización del habitáculo, su versión plug-in hybrid alcanza unas cotas sobresalientes. Al circular en modo 100% eléctrico el silencio en marcha es casi total. Más llamativo resulta que también cuando el motor de combustión actúa la paz no se rompe, dejándose notar apenas un leve murmullo incluso en aceleraciones exigentes. El conjunto es tremendamente refinado.

Esta cualidad nos permite realizar trayectos con un elevadísimo confort de marcha. A esta circunstancia también contribuye la total ausencia de vibraciones ya que la mecánica TDI cuenta con soportes activos de motor que emplean actuadores de oscilación electromagnética.

Los pulsadores permiten elegir entre recarga inmediata o una recarga controlada por temporizador

La comodidad que regala en todo momento es uno de los aspectos más extraordinarios del Q7 e-tron quattro, máxime si tenemos en cuenta que la suspensión muestra un tarado que trata con guante de seda a los ocupantes en todo momento. Su suavidad tiene como consecuencia una sensible inclinación de la carrocería en los giros, dejando claras las inercias de este gran SUV de 5,05 metros de longitud.

La autonomía total alcanza los 1.400 kilómetros

Si queremos un comportamiento más alegre Audi plantea la solución con los siete modos de conducción que modifican la gestión del motor y el sonido del mismo, la transmisión, la dirección, la suspensión, el control de crucero, los faros Audi Matrix LED (opcionales) y la iluminación ambiental.

Cada uno de los modos puede ser seleccionado por el conductor a través del botón Audi drive select. Seleccionando el ajuste más dinámico el Q7 muestra una agilidad y estabilidad impensables para un coche de estas dimensiones. La respuesta del motor es mucho más inmediata y la suspensión muestra una mayor rigidez, aportando mucha confianza al conductor practicando una conducción alegre.

El sistema Audi drive select sugiere siete modos de conducción: efficiency, confort, auto, dynamic, individual, allroad y lift/offroad

Como buen SUV también permite aventurarnos más allá del asfalto. El modo offroad y el control de descenso de pendientes se ofrecen de serie, quedando como opción la polivalente suspensión neumática. El sistema de tracción total permanente quattro cuenta con un diferencial central autoblocante que, en condiciones normales, envía el 40% del par motor al eje delantero y el restante 60% al trasero. En caso necesario, las ruedas posteriores pueden recibir hasta el 85% del par y las delanteras hasta el 70%.

El sistema híbrido tiene cuatro modos de funcionamiento, los mismos que ya conocimos en el Audi A3 e-tron. En el modo 'hybrid' la gestión es automática, en el modo 'EV' se prioriza el uso eléctrico, en modo ' battery hold' se reserva la carga de la batería para usarla en un momento posterior y en el modo 'battery charge' se recarga la batería mediante el motor de combustión.

Podemos comprobar qué modo energético estamos usando en la pantalla del sistema multimedia o con un simple vistazo al cuadro de instrumentos completamente digital Audi virtual cockpit. La instrumentación, compuesta por un monitor TFT de 12,3 pulgadas, también muestra el indicador de potencia, el del flujo de energía, la autonomía y el estado de carga de la batería.

El sistema de gestión híbrida cuenta con cuatro modos

La gestión de la energía eléctrica se realiza de manera inteligente. El Q7 híbrido enchufable no sólo tiene en cuenta parámetros como la carga del acelerador o la velocidad sino que mediante el asistente predictivo de eficiencia también se emplean los datos del sistema de navegación y la información del tráfico en tiempo real para prever las necesidades energéticas del sistema. Así, en zonas urbanas se da preferencia a la movilidad 100% eléctrica y cuando hay que afrontar una pendiente acusada se activa el motor de combustión.

El resultado puede ser muy variable, pero si nos lo proponemos es posible conseguir cifras de consumo impensables para un coche de este tamaño y potencia. En una ruta de unos 100 kilómetros combinando vías rápidas y carreteras secundarias, el consumo medio del SUV de lujo de Audi rondaba los 4 l/100 km -¡e incluso menos!- para los conductores más eficientes, mientras que los más despreocupados se situaban en torno a los 8 l/100 km.

Conclusiones

El Audi Q7 V6 TDI brinda todo lo que podemos pedir a un SUV de lujo pero la marca de los cuatro aros nos ofrece el Q7 e-tron como alternativa razonable ¿Qué es lo que cambia? Bueno, tenemos un coche que pesa casi 400 kilos más y pierde dos plazas lo que puede suponer una desventaja a priori.

Los faros Audi Matrix LED permiten millones de patrones de distribución de la luz

Sin embargo lo cierto es que la tecnología híbrida enchufable ha avanzado lo suficiente para considerar seriamente la compra. Tiene todo lo que siempre hemos querido tener de un motor convencional y añade las ventajas de la movilidad eléctrica como, por ejemplo, el silencio absoluto al rodar en modo eléctrico o la respuesta inmediata al acelerador.

Y, por supuesto, un consumo de combustible incomparable. Los 1,7 litros de combustible cada 100 kilómetros que homologa en el ciclo NEDC es un dato poco representativo, como suele ser habitual en todos los modelos plug-in hybrid, pero sí es cierto que se pueden lograr resultados increíbles con un coche que sobrepasa las 2,4 toneladas de peso.

Los 56 kilómetros de autonomía 100% eléctrica que promete el Audi Q7 e-tron 3.0 TDI quattro es lo suficientemente grande como para cubrir los trayectos habituales de la mayoría de los conductores sin gastar ni una gota de combustible y sin emisiones contaminantes. Para un usuario que pueda recargar las baterías en casa o en el trabajo la tecnología e-tron es una solución muy prometedora.

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