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PruebaPeugeot 3008 HYbrid4, en marcha (IV)

Es hora de arrancar el coche y ver las virtudes que tiene la primera motorización híbrida diésel del mercado. En nuestro camino, encontramos también cosas que mejorar. Un consumo alejado de lo prometido por la marca y una transmisión a la que hay que acostumbrarse son algunos de los aspectos que, mejorando, harían del 3008 HYbrid4 un coche perfecto.

7 min. lectura

Publicado: 27/10/2013 15:02

Una vez que ya hemos matizado cómo es el exterior y el interior del Pegueot 3008 HYbrid4, giramos la llave y... no hay sonido alguno. ¡Claro, es híbrido! Lo curioso es que tenga una llave tradicional en vez de un botón de arranque. Comienzo a rodar el coche y en la pantalla acciono el display que me va a mostrar cómo estoy gestionando la energía. Los primeros metros los realizo en un modo completamente eléctrico y sólo si aprieto el acelerador más de la cuenta se accionará el motor diésel.

Si cuidamos nuestra conducción es posible llegar a 60km/h sin que se encienda el motor de gasóleo así que en atascos y en ciudad el coche ahorra bastante combustible. Es el primer terreno que piso y su comportamiento es más que razonable. Siempre que la batería tenga algo de carga el coche va a tender a desconectar el motor de combustión. Si usamos correctamente la frenada regenerativa y las bajadas, vamos a poder ser muy eficientes y ahorradores.

Sin embargo, un pisotón se penaliza negativamente en cuanto a los consumos. Tiene un rasgo positivo y es que el sonido no parece de un coche diésel, al menos desde el interior. Es más, ha habido dos ocasiones en las que he tenido que aclarar que el motor de combustión no era de gasolina. La culpa de esto es, en parte, una cabina insonorizada de forma sublime. Quizá es uno de los mejores rasgos del coche.

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Consumos alejados del homologado

Para un motor híbrido, los consumos son algo complicados de medir ya que cada persona tiene sus recorridos habituales y la ruta puede contener más o menos zonas que necesite usar el motor diésel. En función de la entrada del motor eléctrico, el abanico de gasto de combustible puede ser gigantesco. Para dar datos concretos hemos decidido usar la media de toda la semana ya que cuantos más kilómetros recorríamos, más estabilizada quedaba la marca. Usando los peores atascos de ciudad (donde tendía a bajar), y también bastante carretera, la media final ha quedado en 6,2 l/100km haciendo unos 500 kilómetros en total y difícilmente se movía una décima arriba o abajo. No es especialmente ahorrador y aunque Peugeot promete medias de 3,8l/100km creo que es una marca alejada de un uso corriente del vehículo.

Cambio y modos de conducción

La calidad de rodadura del Peugeot es buena y al volante llegan muchas sensaciones. Es bastante fiel a la trayectoria sin que la dirección se perciba flotante. Sin embargo penaliza, y es una lástima, el cambio pilotado que hay que saber adaptarse a sus reacciones; a veces brusco y otra muy suave. Usando las levas se obtienen mejores sensaciones.

Como tiene cuatro modos de conducción, pruebo uno a uno. Me encanta esta parte porque el Peugeot 3008 ofrece reacciones bien diferenciadas entre modos y entre el Sport y el Auto el carácter cambia mucho. Parece casi que deslimitamos el coche para conseguir los 200 caballos de potencia y unas prestaciones de 9,2 segundos de 0-100km/h y 192 km/h de velocidad punta; parecidas a las de un compacto con ¾ partes de la potencia. No obstante, por el tipo de carrocería del coche y su motor orientado al bajo consumo, el modo Sport se usa más bien poco. El modo eléctrico se orienta más bien a retenciones u ocasiones puntuales ya que en Auto, si el coche lo estima oportuno, usará sólo la energía eléctrica.

Fuera de asfalto, una y no más

Es en este terreno donde me animo más a conectar el modo 4WD (tracción integral). Vendrá bien cuando me enfrente a barro o situaciones complicadas, pero no he tenido una oportunidad de llevar al límite las posibilidades. No obstante, en el camino bacheado que he elegido se ha comportado noblemente pero uno se siente incómodo rodando por este terreno. El concepto de coche es crossover pero sólo para pistas muy llanas que no impliquen cambios de altura ni baches o firme irregular. Es posible que en estas situaciones estemos preocupados por la altura de la carrocería. Si hay barro estoy seguro de que su tracción podrá salvarnos de un apuro, pero no es el terreno más idóneo para explorar con el Peugeot 3008.

Por lo demás, un 10

Es un 10 en comodidad, en aislamiento y en comportamiento con la potencia que tiene. Además la pantalla, el HUD y el equipo de sonido son de primera. Opciones de lujo que hacen que la vida a bordo sea muy buena. En líneas generales es un coche que gusta y muy bien rematado con ajustes Premium.

En las plazas delanteras ofrece mucho espacio y en las plazas traseras, un túnel central plano que garantiza mejor habitabilidad para 5 personas. El maletero es grande con 420 litros bien aprovechados para introducir objetos voluminosos y un hueco que se comunica con el habitáculo a través del reposabrazos trasero. Estas sensaciones hacen brillar con luz propia al 3008 a pesar de que es un coche de contrastes. ¿Qué os parece?

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