El carburante sube y no cesa en su particular escalda. La gasolina, por ejemplo, ya roza el récord histórico del verano de 2008 y los conductores tendrán que apretarse aún más el cinturón, porque aunque el dinero no cunde, los vehículos siguen necesitando lo mismo. Y es que según una comparativa de la web gas.enCooche.com, el precio de la gasolina se ha incrementado, en un año, un 15%, y el diésel un 20%.
Llenar el depósito se ha encarecido, y un consumidor deberá pagar 8,35 euros más de media por llenarlo si es de gasolina, y hasta 10 euros más si es de diésel. Además, en estos últimos 15 días repostar en los surtidores es un 17% más caro, a pesar de que el barril de Brent se cotiza a 95 dólares, unos 50 dólares menos que lo que costaba en aquel verano del 2008.
Llenar un depósito de combustible en enero de 2010 suponía pagar en gasolina un 30% más y un 20% en el caso del diésel, comparando estas cifras con las de enero de 2009. Ahora en 2011, los precios de los carburantes han incrementado su precio hasta en un 20% respecto a enero de 2010, alcanzando casi los récords del verano de 2008.
Los incrementos de los precios se deben en parte a una subida en los impuestos que los gravan, y a los conductores poco más les queda que resignarse, pero en unos días aquí en Motor.es, os daremos claves y consejos para que sea un poco más llevadero para el bolsillo llenar el depósito.