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#SegundaMotoBMW K 1300 R: Entre el espacio y el tiempo (II)

Es hora de arrancar esta gran moto cuya estética acongoja hasta al más experimentado. Todo en ella es superlativo pero BMW ha hecho los deberes y el producto es muy equilibrado. Puedes alcanzar en un abrir y cerrar de ojos una velocidad de infarto. Hay que saber dosificar el gas y acostumbrarse a ciertos detalles. ¡Sube con nosotros!

BMW K 1300 R: Entre el espacio y el tiempo (II)

9 min. lectura

Publicado: 18/03/2014 14:00

Sin miedo. Giramos la llave y arrancamos la moto que emite una melodía redonda y ronca. Incluso hace plantearse si lleva un escape original o uno accesorio. Sin embargo, su sonido no emite vibraciones incómodas y enseguida te acostumbras a él. Todo en la moto está hecho para gente decidida. Tactos duros y una palanca de marchas que debemos pisar con convicción para engranar correctamente la relación.

Los ajustes de suspensión pueden configurarse en tres modos: Confort, Normal y Sport y también puede ajustarse en función de la carga que vamos a llevar. El display es bastante sencillo con una retroiluminación anaranjada. La instrumentación es contenida en tamaño y el velocímetro y el cuentarrevoluciones son analógicos. Al principio cuesta un poco ver la velocidad en un golpe de vista rápido, pero finalmente te acostumbras a calcular la posición de la aguja y asociarla a la velocidad a la que vas.

Por cierto, la velocidad máxima que se puede leer es 280km/h aunque todavía han reservado un espacio donde deberían haber puesto 300km/h. Recordemos que tiene una potencia máxima de 173 CV a 9.250rpm y un par máximo de 140 Nm a 8.250 rpm. Soberbio.

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¡Infórmate!

La transmisión es por cardan y el basculante es monobrazo que otorga a la moto una estética impresionante y hay un amortiguador en la parte central. El tubo de escape asoma por la parte derecha de la moto y es voluminoso. Destaca la iluminación LED para el piloto trasero y los intermitentes. En la parte frontal, un faro de doble óptica mantiene la identidad BMW aunque a día de hoy debería poder optarse por una iluminación LED, como en las motos más modernas de la marca. Hay dos colores disponibles: Negro zafiro y Rojo Racing. Ambos combinan zonas negras, aunque nuestra recomendación es la del caballero oscuro: cuanto más negro, mejor.

Vamos poco a poco

Es una moto con cierta facilidad de manejo. Es algo pesada pero es muy noble, destacando su chasis equilibrado y una rápida adaptación por parte del piloto. En poco más de un día te sentirás como si fuera tu moto de toda la vida. No es la moto más indicada para el día a día, ni la mejor compañera en viajes largos con acompañante. Tampoco es la más rápida en curvas y entonces, ¿qué es? Pues una moto atrevida que sabe combinar cualquier terreno y aportar nuevos niveles de sensaciones. Además, en BMW probablemente no pensaron en el raciocinio como argumento de ventas. Probablemente tampoco lo pensaron en el BMW X6 y no es un coche imposible de ver, ¿verdad?

Cada kilómetro es más divertido que el anterior y si quieres cambiar de forma secuencial te recomiendo que lo hagas por lo menos a medio régimen. Si no, puedes encontrarte con una sincronización torpe y un mal cambio de marcha. Sin embargo, si lo usas a medio régimen o en altas, es muy suave e impresionante, aunque este no será el fin de la conducción manual. El inconveniente es acostumbrarse demasiado, aunque tiene que pasar algo de tiempo para esto.

Como comentábamos con anterioridad, los tactos son duros y sin unas botas el pie acaba por dolerte de tanto cambiar, así que aconsejamos hacerse con un equipo mínimo para rodar con esta moto. La suspensión varía bastante dependiendo del modo de conducción y aunque a un ritmo normal cuesta más ver las diferencias, en los resaltos típicos de ciudad cada modo es un mundo.

Entre el espacio y el tiempo

El primer momento que abres gas no se te olvida fácilmente. No es una moto, ni siquiera un coche súper deportivo. Tampoco un avión. Es algo increíblemente más superlativo y enroscar el puño significa abrir un hueco entre el espacio y el tiempo. No vas a poder mirar la velocidad y tampoco las revoluciones. El cambio asistido es muy útil aquí y la velocidad... Bueno, en 3 segundos estarás a 100km/h. Si aguantas el acelerador abierto durante más tiempo, enseguida podrás verte muy por encima de cualquier límite para circular en las vías públicas y no precisamente en marchas muy altas. Todo ello con una dirección que parece ir dormida y sobre raíles apoyada con aplomo en el asfalto. No presenta vibraciones, ni sensación de inestabilidad.

La moto parece ir tan cómoda en bajas como en altas velocidades. Es increíble cómo el chasis gestiona un motor que parece salido de un cohete. Da igual lo que diga el marcador porque sobre la moto no lo sientes. Sólo el viento te dirá que vas muy rápido así que si optas por su hermana carenada, la BMW K 1300 S, es muy posible que no te des cuenta de que los límites legales hace tiempo que los dejaste atrás.

En curvas te puedes inclinar con mucha facilidad y donde una moto de menor cilindrada y más sencilla puede pasarlo mal, la BMW K 1300 R entra sin grandes esfuerzos para el piloto. No parece tener el volumen que tiene. Pero toda esta masa hay que detenerla y para ello se encarga el ABS de serie y dos discos delanteros de 320mm y un disco trasero de 265mm. Es sobresaliente.

Un punto y aparte merece el consumo de la moto. Recordemos que tiene un motor que perfectamente podría servir para un coche compacto y ser envidiable. Aunque la marca firma entre 5,0 y 5,8l/100km dependiendo de la velocidad de circulación, en Motor.es, mezclando atascos, autopistas y carreteras de montaña hemos detenido la marca en 6,7l/100km.

Por último, hablemos de precio. La moto parte de unos nada despreciables 18.350 euros y existen dos paquetes adicionales: El Paquete Seguridad que incluye el control de tracción ASC y el control de presión de neumáticos (511,30 euros) y el Paquete Dinámico con cambio deportivo semiautomático, control electrónico de la suspensión ESA II, parabrisas sport e intermitentes LED (1.095,65 euros).

Conclusión

A pesar de tener un diseño algo visto ya, sigue siendo una referencia dentro de BMW. Al principio cuesta entender bien el porqué de esta moto, pero si te paras a pensar hay muchos vehículos a los que se le puede atribuir la misma duda y sin embargo triunfan. Esta moto es para disfrutarla a un nuevo nivel .

El precio es algo elevado pero te aseguras un vehículo que se mueve perfectamente en cualquier terreno, siendo una referencia en el sector súper naked con una estética atemporal, unas prestaciones de infarto y un chasis muy logrado.

A destacar.

- Potencia abismal

- Facilidad para acostumbrarse a ella

- Chasis muy acompasado y sensación de seguridad

A mejorar

- Estética discreta y con largo recorrido

- Instrumentación algo pequeña

- Peso y consumo elevados

Consulta los datos técnicos de la moto aquí.

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