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Prueba Hyundai i40 1.7 CRDi (I): Exterior, interior y maletero

El disputado segmento D, el de las berlinas, no está muerto. La apuesta de Hyundai con el i40 ha generado 100.000 ventas desde 2011, y ha sido actualizado este año. Nos ponemos al volante del i40 sedán y familiar (CW)

Prueba Hyundai i40 1.7 CRDi (I): Exterior, interior y maletero

11 min. lectura

Publicado: 06/08/2015 09:30

A lo largo de los 1.300 kilómetros de la prueba, el Hyundai i40 ha levantado la vista a más de uno y ha hecho preguntas del tipo: "¿Y este coche cuánto cuesta?" Algunos ni siquiera se preguntaban de qué marca era, por lo que no aplicaron ningún prejuicio. Y es que valorar este coche en base a prejuicios es cometer un error.

Pongámonos en situación, estamos en 2015 y Hyundai ya no es un fabricante local surcoreano que nos vende coches que le gustan a los orientales. Hace tiempo que hablamos de una multinacional, la Toyota surcoreana, que tiene en cuenta los gustos del consumidor allá donde vende, al margen de dónde vengan los coches fabricados.

Con el último restyling, el Hyundai i40 es un coche con una presencia muy elegante y atractiva, con un cierto halo Premium para quien no solo identifica logotipos de marcas más prestigiosas con el paso de los años. No es un coche barato, pero tampoco piden por él ninguna salvajada, arranca en 16.190 euros. A precio de Premium aspiracional (básico) nos llevamos un buen coche y bastante atiborrado de equipamiento. En las imágenes vemos los i40 más equipados, los Style.

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A nivel estético vamos a diferenciar al nuevo i40 por la parrilla hexagonal heredada del modelo superior Genesis, que recuerda en cierto modo a cierta marca hecha a base de cuatro aros. Ahora incluye luces de circulación diurna integradas en los faros bixenón adaptativos, que proporcionan una correcta iluminación en las peores condiciones, sin cansar la vista. Los grupos ópticos traseros también se han modificado.

La firma visual del coche a oscuras es espectacular

Detrás de la parrilla, aunque no se aprecia bien, hay unas cortinillas que abren o cierran en función de las necesidades de refrigeración del motor. Cuando no es necesario el paso de tanto aire, se cierran para mejorar levemente la eficiencia aerodinámica, lo cual puede reducir el consumo un 1-2%. Además, ayuda al motor a mantener una temperatura de servicio más tiempo.

También son novedad en esta versión el diseño de las llantas de 16 y 18 pulgadas. En las imágenes vemos estas últimas, en dimensión 225/45 R18. El efecto visual es realmente bonito, tienen doble tono, pero a cambio los pasajeros traseros van a notar más las imperfecciones del asfalto. La suspensión trasera adaptativa (ECS) viene de serie también en el acabado superior.

Las versiones analizadas cuentan con una tonalidad de cuero crema que dan alegría al habitáculo, en vez de los tristes negro y gris, demasiado vistos ya. Encontramos varios huecos con piso de goma, aunque es muy fina

¿Qué esconde el Hyundai i40 en su habitáculo?

De un primer vistazo, se aprecia calidad, y mucha

Puede ser un competidor muy digno de las versiones más comunes de Audi A4 o Mercedes-Benz Clase C, aunque no tenga madera de nogal. Las versiones analizadas tienen asientos de cuero calefactados y ventilados, algo más propio del segmento E que del D. Es posible tener unos asientos de cuero marrones (Russet Brown), sin coste adicional sobre los que vemos en las fotos.

Otra prestación que incorpora es la calefacción en el volante, algo muy difícil de ver en coches a la venta en España, a pesar de que en nuestro país también hace frío de vez en cuando, o eso dicen. En las plazas traseras también puede tener calefacción en los asientos, otro equipamiento muy difícil de ver, y que es opcional incluso en coches del segmento F que cuestan el doble o el triple.

Las plazas delanteras, una gozada, hay mucho espacio, incluso cuando se sienta un hombretón de dos metros de altura. Cuando eso sucede, sigue habiendo sitio para las piernas en las plazas traseras, aunque no si hablamos de dos gigantes en línea. En el caso del conductor, y con asientos eléctricos, se acerca al sentarnos y cerrar la puerta, y se aleja al quitar el contacto. Otra prestación digna del segmento E. Eso sí, el volante no se ajusta eléctricamente.

En las plazas traseras hay un espacio generoso para las piernas (850 mm), y en el caso de la cabeza, 965 mm para el sedán y 990 mm para el familiar, récord de su clase según Hyundai. Delante la cota de la cabeza aumenta hasta 1.025 mm en ambas carrocerías, eso sin contar con el techo solar panorámico. Tanto el sedán como el familiar probados disponían de este techo, que es practicable en la parte delantera y fijo detrás.

No se puede decir lo mismo de la plaza central trasera, que está un poco elevada y es prácticamente inservible para un adulto. A menos que hablemos de una persona por debajo de 1,6 metros, no va a poder llevar el cuello en una postura cómoda por lo menos en el sedán. La inutilidad de la plaza queda compensada con la mesita plegable con doble posavasos y un compartimento con tapa.

Las opiniones de las personas que han probado las plazas traseras, siempre hablando de las laterales, han sido muy positivas. Solo cuando el asfalto es de peor calidad o tiene baches, disminuye la percepción de comodidad. En un Opel Insignia con chasis Flexride o en un Citroën C5 con suspensión Hidractiva se va mejor, pero tampoco tiene la amortiguación excesivamente dura.

Volviendo a la consola central, tenemos un compartimento en frente del cambio que no resulta muy útil para guardar teléfonos móviles a menos que sean añejos y pequeños, o la tapa no cierra. Con la tapa abierta, se pueden llevar tumbados. Ahí se localiza el puerto USB y un conector de 12 voltios tipo mechero. Arriba del todo, un portagafas, que cuando está abierto resta un poco de visión en el retrovisor, y no es el único Hyundai o Kia al que le pasa.

En la parte superior hay tres tipos de sistema de sonido. El más básico tiene una pantalla monocroma, que puede mejorarse con pantalla a color de 4,3 pulgadas y radio digital (DAB). Las imágenes corresponden al modelo superior, con navegador a color y pantalla táctil de 7 pulgadas. El funcionamiento resulta satisfactorio, aunque se echan de menos cosas como el manejo de mensajes de texto (SMS).

El resto de los mandos están bien colocados, en una disposición lógica la mayoría de las veces. El freno de estacionamiento es eléctrico, lástima que haya que ponerlo y quitarlo manualmente, cuando esto ya lo ha resuelto la competencia años atrás. En el volante no me convence la disposición de los botones, no es muy intuitiva y a veces hay que apartar la vista para saber qué vamos a tocar.

Espacio de carga del Hyundai i40 sedán

¿Y el maletero?

Los i40 son coches largos, 4.775 mm para el familiar y 4.745 para el sedán, pero tienen unos maleteros enormes. El familiar tiene una capacidad de 553 litros, ampliable a un máximo de 1.791 litros. El espacio de carga de esta versión tiene unos raíles para ayudar a sujetar el equipaje, en el sedán solo hay enganches para colocar una red flexible.

El sedán tiene una capacidad de 525 litros, más que suficiente para llevar a cuatro personas con todas sus ocurrencias, o para compras más bien grandes. Podéis consultar más imágenes en la galería de fotos. Si lo prioritario es el espacio de carga, el familiar va más apañado, incluso puede abrir el portón y cerrarlo sin tocar un solo botón.

La altura de la boca de carga del familiar está a 592 mm del suelo, la menor del segmento D

Si levantamos el piso, nos encontraremos una rueda de repuesto temporal en todos los casos, más las herramientas básicas y triángulos. En el caso del sedán hay que tener cuidado cargando la parte superior, pues está a la vista el varillaje del portón y un generoso altavoz. Además, el sedán tiene formas menos regulares, lo habitual en este tipo de carrocerías.

Espacio de carga del Hyundai i40 familiar

Mañana más... y mejor.

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