IndyCarEl golf y la televisión llevan a posponer una semana el GP de Alabama

Este viernes ha deparado numerosos cambios en los calendarios de varias competiciones internacionales, adaptándose a las actuales necesidades de una pandemia que no está tan cerca de su final como sería deseable. Bajo esa premisa han hecho hoy sus anuncios los Mundiales de Motociclismo y Resistencia, así como la Copa del Mundo de Turismos. Por su parte, la IndyCar Series ya se había visto forzada con anterioridad a hacer dos cambios, y aunque hoy ha sido la última categoría en sumarse a la ola de cambios, éste último no tiene que ver con la ola de contagios.

Este viernes, los organizadores del Gran Premio de Alabama han anunciado que su carrera, la primera en el calendario 2021 de IndyCar, ha sido pospuesta una semana desde su fecha inicial del 11 de abril, una decisión que ha sido comunicada oficialmente por la propia categoría más tarde. Por ello, la temporada no arrancará hasta el fin de semana del 18 de abril, algo con lo que ya se había especulado en los días previos al aplazamiento del Gran Premio de St. Petersburg del 7 de marzo al 25 de abril.

A diferencia de St. Pete o de Long Beach, carrera que fue desplazada al final de temporada el 26 de septiembre, la cita en el Barber Motorsports Park ha sufrido esta ligera modificación por motivos televisivos. En su fecha original del 11 de abril, la carrera iba a ser emitida en NBCSN, el canal secundario de deportes de NBC, y coincidía tanto en día como en horarios con los últimos nueve hoyos del Masters de Augusta de Golf, uno de los eventos deportivos más seguidos del año en televisión en los Estados Unidos, el cual se disputa además en el vecino estado de Georgia.

Con este cambio, el Gran Premio de Alabama pasa a emitirse en el canal principal NBC, en el cual se suelen duplicar las audiencias nacionales respecto a NBCSN, un efecto que se verá potenciado por no coincidir con el golf. A su vez, este aplazamiento permite que la primera carrera del año vuelva a verse ante un público generalista, como iba a ocurrir antes del aplazamiento de St. Petersburg. Esto podría ser aún más importante para los presupuestos de los equipos a nivel de exposición de patrocinios si Barber cuenta con algún tipo de restricción en la cantidad de aficionados que pueda albergar, habiendo sido una de las pruebas que fueron víctimas de cancelación en 2020.

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De este modo, a tres meses vista, la temporada de IndyCar consolida un inicio tardío, pero absolutamente frenético, con tres semanas consecutivas de actividad en pista en el que Barber y St. Petersburg estarán seguidas por la doble prueba en el óvalo de Texas, y una única semana de descanso antes de la traca de mayo en Indianápolis. En total, a día de hoy solo hay previstas tres semanas sin competición hasta el 11 de julio, la fecha de la discutida carrera urbana en Toronto. No obstante, todo sigue bajo un halo de provisionalidad en el que ni siquiera el actual parón de tres semanas por los Juegos Olímpicos parece estar escrito en piedra.

Fotos: IndyCar Media