Los R5 'vitaminados' vuelven a cobrar fuerza como clase reina del WRC

El futuro del WRC está en el aire. Pese a que encima de la mesa hay una normativa que define los nuevos World Rally Cars híbridos y abre la puerta a los chasis tubulares para 2022, parece que los fabricantes implicados en el Mundial de Rallies no terminan de estar convencidos con esta propuesta. El elevado precio de desarrollo, construcción y venta de estos World Rally Cars híbridos ha despertado todas las alarmas entre las marcas, propensas a una alternativa mucho más económica basada en los vehículos R5. De hecho, M-Sport y Hyundai apuestan por esta vía forma abiertamente.

El deseo de Hyundai y M-Sport es utilizar un motor más barato, cercano a la serie, más en la línea de los vehículos R5. No obstante, el precio de un motor 1.6 turbo para los futuros World Rally Cars puede alcanzar los 500.000 euros, cifra que eleva el conjunto del coche hasta cerca del millón de euros. Sin embargo, la utilización de un motor similar al de los R5 -30.000 euros- con un kit que le permita alcanzar una cifra cercana a los 380 CV no pasaría en ningún caso de los 50.000 euros. Y en ambos casos habría que sumar el precio de todo el sistema híbrido.

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Mientras se abre la licitación para el componente híbrido -20 de febrero-, los fabricantes, la FIA y el promotor del WRC deben ponerse de acuerdo sobre el camino a seguir para dar forma al futuro del WRC a partir de 2022. En este aspecto, la base de la 'parte híbrida' sigue siendo la misma, con todos de acuerdo en utilizar esta tecnología para tener potencia extra de forma puntual y circular en modo 100% eléctrico en los enlaces en ciudad. También hay concordancia en la utilización de una jaula de seguridad común, siendo la batalla entre todas las partes el tipo de motor a utilizar y la lista de elementos comunes a nivel técnico y aerodinámico.

Fuente: DirtFishFotos: Red Bull Content Pool