MINI John Cooper Works GPMY2020

El MINI GP pone el broche final a la generación F56 del legendario utilitario inglés. Una versión extrema en concepto y rendimiento. Un pequeño que puede rendir de tú a tú con los grandes deportivos del mercado. Un coche muy divertido.

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El MINI es un icono en sí mismo. Uno de esos modelos que han soportado, y soportarán, el paso de los años y las generaciones. Aunque entre una y otra no se aprecien muchas diferencias, con el MINI JCW GP las diferencias saltan a la vista. Un utilitario vestido de deportivo. Un pequeño cohete de extremo rendimiento y exclusivo carácter.

El JCW GP nace de un MINI Cooper de tres puertas convencional. Con esa base, los ingenieros y desarrolladores se deshacen de todo lo superfluo e innecesario. Se ha buscado reducir al máximo el peso para maximizar la dinámica. Todo ello en un tamaño muy compacto: 3,88 metros de largo, 1,76 metros de ancho, 1,42 metros de alto y un peso en báscula de 1.330 kilogramos.

Bajo el minúsculo capó se instala el motor más grande de la casa, el mismo que se emplea en otras unidades de BMW. Es un bloque de cuatro cilindros turboalimentado con dos litros de cilindrada que alcanza 306 caballos de potencia entre las 5.000 y las 6.250 vueltas, y 450 Nm de par entre las 1.750 y las 4.500 revoluciones. Toda esa energía se transfiere al eje delantero mediante una caja de cambios automática de ocho velocidades.

La esencia del MINI JCW GP es prescindir de lo que no sea necesario en el divertido ejercicio de la conducción. Para ello elimina toda la fila posterior de asientos, aunque no resta equipamiento, que sigue siendo amplio y variado. Cuenta con detalles como el cuadro de instrumentos digital, tecnología que hasta ahora sólo se había visto en el MINI Cooper SE, la variante eléctrica.

La pena reside en que el John Cooper Works GP es un deportivo de producción limitada. MINI ha querido que así sea, y por lo tanto la producción se limita a 3.000 unidades en todo el mundo, de las cuales 100 llegan a España. A pesar de ello su precio es bastante razonable, desde 45.900 euros. Teniendo en cuenta que nada más nacer es un clásico exclusivo, no está nada mal.