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Habrá que esperar unos años más: cuándo será más barato construir coches eléctricos que los de combustión

La principal y más importante carrera del coche eléctrico en la actualidad es la que le permita alcanzar la paridad de precios con los de combustión. Para ello, los fabricantes deben reducir costes, un camino todavía largo por recorrer, pero que tendrá un punto de inflexión antes de lo esperado.

Habrá que esperar unos años más: cuándo será más barato construir coches eléctricos que los de combustión
Pedro Pacheco, analista, pone fecha para la paridad de costes entre coches eléctricos y de combustión.

7 min. lectura

Publicado: 08/03/2024 16:00

El 2024 será un año de inflexión para la industria automovilística en lo que al vehículo eléctrico se refiere. Todos los análisis apuntan a ello: la desaceleración que se empezó a ver en la demanda de este tipo de coches a finales del año pasado está creando un efecto en cadena que merece un profundo análisis.

En el fondo de todo está, no hay duda, los altos precios a los que se enfrentan los consumidores que se están planteando el pasarse a la tecnología eléctrica. Y para conseguir la esperadísima paridad de precios con los vehículos de combustión, se necesitan ajustar los costes, comenzando por su fase de producción.

Para buscar las posibles soluciones de cara a abaratar costes en los coches eléctricos, damos voz al análisis realizado por Pedro Pacheco, vicepresidente de investigación de la consultora Gartner, para Automotive News Europe.

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Este nos muestra un interesante dibujo de la industria automovilística en la actualidad, anticipando que para el 2030 la mitad de las ventas globales de coches serán de eléctricos, y pone fecha para dicha paridad.

Los métodos de producción deberán adoptar el método gigacasting para abaratar costes.

Los eléctricos serán más baratos de construir, pero todavía no

Según Pacheco, tendremos que esperar al 2027 para ver cómo se igualan los costes de producción de los vehículos eléctricos frente a los de combustión. Para ello, la ecuación debe contar con dos componentes principales.

Por un lado, adoptar nuevas técnicas de fabricación, y nombra una de las principales innovaciones en este sentido: el gigacasting. Este proceso de producción que impulsó a Tesla hasta lo que es hoy en día consiste en fundir grandes secciones del vehículo en una sola pieza, sin tener que recurrir a múltiples soldaduras y agentes adhesivos.

«Tesla y otros han mirado la fabricación de una manera radicalmente nueva», afirma Pacheco, quien cuantifica el ahorro en costes solo por adoptar este método de fabricación en un 20 por ciento.

El resto de ahorro debe llegar por el campo de las baterías. Hace unos meses comentamos que, desde la llegada del Nissan LEAF en 2010, uno de los eléctricos pioneros, las baterías habían bajado de unos 1.000 dólares por kWh a 150 dólares, lo que ha supuesto una caída de los costes del 85 por ciento en poco más de una década.

Aquí el ritmo de caída de los costes se irá ralentizando poco a poco, se estima que podrían alcanzar los 75 dólares por kWh en el medio plazo, según Andy Palmer, antiguo director de operaciones de Nissan.

La carrera por abaratar costes en las baterías es vital para lograr la paridad de precios.

El punto de inflexión está cerca

Lo cierto es que los precios de los coches eléctricos están bajando con el paso de los años. Para el analista Pedro Pacheco, es vital que los fabricantes adopten vehículos con precios asequibles, en línea con las próximas intenciones de marcas como Renault, Volkswagen o las de Stellantis de traer al mercado modelos eléctricos de menos de 20.000 y 25.000 euros.

«Estamos alcanzando este punto de inflexión antes de lo esperado», comenta Pacheco, quien recalca también la importancia de las plataformas dedicadas exclusivamente a vehículos eléctricos y cómo estas han dado a las marcas la libertad de diseñar líneas de montaje que se adapten a sus características, «incluido un tren motriz más pequeño y un suelo de batería plano».

«Están sucediendo muchas cosas que no necesariamente afectarán las ventas, pero se están preparando para algo mucho más grande», remata Pacheco, quien anticipa un 2024 como año de transición y en el que los fabricantes están entrando en una fase de «supervivencia del más apto».

La industria automovilística entrará pronto en una fase de «supervivencia» entre los fabricantes.

Los grandes fabricantes occidentales están empezando a ver las orejas al lobo ante la llegada de las marcas chinas y la desaceleración de la demanda, y están tomando medidas al respecto. Con el 2035 en el horizonte como fecha en la que se prohibirá la venta de vehículos de combustión, las marcas están empezando a tomar medidas serias.

Muchas de ellas están frenando sus planes de transición al eléctrico, apostando por la tecnología híbrida enchufable como paso intermedio, mientras que las marcas más pequeñas o start-ups están empezando a ver el precipicio muy cerca: Polestar, Nio, Lucid, Fisker…

Según el último estudio de la consultora Gartner, el 15 por ciento de las empresas de la cadena de valor de coches eléctricos que se fundaron en la última década fracasarán, sobre todo las que dependen de inversión externa.

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