Bienvenidos al mundo de las dos ruedas (I): un breve paseo y consejos de compra (Tutorial Motor.es)
El buen tiempo ya está aquí y muchos empiezan su andadura por el mundo de las dos ruedas gracias a la obtención del permiso A2. A través de unos tutoriales queremos maximizar la experiencia más positiva posible. En una serie de artículos, queremos introducir a los nuevos motoristas en el mundo de las dos ruedas. En esta entrega hablamos sobre potencia, estilos de motos y consejos de compra.
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Publicado: 15/05/2012 10:00
Ya se acerca el buen tiempo, y muchos son los motoristas que están examinándose para obtener el permiso A2. Tampoco hay que olvidarse de aquellos que tienen el permiso A, pero que en raras ocasiones han tenido oportunidad de coger una moto. Para todos ellos, en motor.es vamos a ofrecer unos pequeños tutoriales de iniciación al mundo de las dos ruedas. Hoy: un breve paseo por el mundo de las motos y consejos de compra.
La elección de nuestra montura debe ser una cuestión de lo más personal porque la moto que escojamos debe de satisfacer nuestras expectativas. No obstante, a veces estamos un poco perdidos en este tema y conviene repasar algunos conceptos. En primer lugar, hay que saber que alguien que se ha sacado recientemente el carné A2 no puede conducir cualquier motocicleta, aunque ésta esté limitada. Si miramos los tecnicismos, por potencia sólo podrá conducir aquellas que no superen los 35 kW (47 caballos) y que de fábrica no supere el doble de esta potencia. Para alguien que empieza, es más que suficiente.
Entendiendo los caballos de una moto
Debemos saber ‘qué llevamos debajo de las piernas’ en cuanto a potencia a la hora de elegir una moto. Para ello, se hace necesario entender porqué una moto con una potencia relativamente moderada, sigue siendo una máquina más que respetable en la práctica. Me explico: una motocicleta no es un coche, y aunque esto parece evidente, debemos entender que el biciclo puede pesar entre 4 y 9 veces menos que un automóvil. Lo más inmediato que podemos concluir es que una moto con 73 caballos puede superar los 200 kilómetros por hora y acelerar por debajo de los 5 segundos de 0-100 km/h. No está mal ¿verdad?
Como curiosidad, en el mercado tenemos máquinas disponibles que pueden llegar incluso a una relación peso potencia de 1:1, es decir, un caballo por kilo.
Por ejemplo, las máquinas más radicales pueden tener de fábrica hasta 200 caballos, que sería la potencia de un Golf V GTI, aunque la moto es considerablemente más pequeña, y por tanto, se alcanzan prestaciones que no todo el mundo es apto para manejar. Siendo más específicos, hablamos de aceleraciones de 0-100 km/h en unos 3 segundos y puntas por encima de 300 km/h para las más rápidas. Todos estos argumentos van encaminados a borrar la potencia como un motivo principal a la hora de elegir nuestra primera moto.
Si es la primera moto, conviene ir poco a poco
Escalonar la potencia es importante por varios motivos: para aprender a circular con máquinas menos exigentes y para adaptarnos a la potencia. Como este proceso puede suponer un gasto considerable de dinero, generalmente buscaríamos una única moto en vez de ir cambiando de montura cuando se nos van quedando pequeñas.
Entenderíamos unos 40 caballos como la potencia equilibrada entre las motos más pequeñas y las más grandes. Es una potencia más que de sobra para la ciudad y sin grandes complicaciones para carretera. En este sentido, el A2 obliga a adaptar nuestra moto a 47 caballos, mucho más racionales que los 34 del antiguo permiso, que estaban bien si la máquina era de hasta 500cc, pero que en una Yamaha R6, una Suzuki GSR o similares, eran más bien pocos.
Es mejor empezar desde abajo y subir progresivamente que empezar por muchos caballos. Por ello, 47 caballos son más que suficientes, y siempre podremos ‘reestrenar’ nuestra moto una vez que obtengamos el A y la deslimitemos (en el caso de ser más potentes de fábrica).
Probad la que os gusta y su competencia
Muchas veces, la pasión por una moto puede ser la única motivación sin mirar la potencia ni el uso real que se le va a dar. Aquí debemos sentarnos literalmente en la moto, y si podemos, incluso probarla. Principalmente por dos motivos: la altura y la entrega de potencia. Aunque la moto sea la de nuestros sueños, una vez sentados, puede parecernos algo más incómoda de lo que esperábamos. Entenderíamos que una moto de 790 mm de altura de asiento puede adaptarse sin problemas a usuarios de tallas bajas y medias, aunque para los más altos, igual les obliga a flexionar mucho las piernas. Al revés pasa en motos más altas, donde el usuario más bajo no llegaría bien al suelo, pudiendo comprometer su seguridad. Todo depende del estilo que escojamos.
Por otro lado, debemos saber cómo esperamos que sea la entrega de una moto. No es lo mismo un bicilíndrico de potencia media en 600cc (entre 70-80 caballos), que entregará su potencia máxima a menos vueltas que un tetracilíndrico más radical (más de 100 caballos), donde se hace imprescindible estirar más las marchas. Por todos estos motivos debemos barajar varias marcas que ofrezcan productos similares y descartar aquellas cuyo estilo no se adapte a lo que realmente queremos.
Cómo es cada segmento
Para aquellos que no entienden mucho la temática de las motocicletas, es importante introducir unas pequeñas bases de conocimientos sobre estilos de motos.
Deportivas: Grandes cifras de potencia y prestaciones. Destinadas a altas velocidades. Variedad en cilindradas. Postura de cuerpo inclinada sobre el manillar. No es el tipo de moto indicado para viajes de larga duración aunque sí para circuito.
Touring/Turismo: Más voluminosas que las Sport puras, aunque con capacidad de carga. De estilo no tan radical en cuanto a conducción, ni postura inclinada, sino más bien recta. Son algo más pesadas, pero su uso principal está en carreteras y viajes de larga duración.
Naked/Semicarenado: Podrían considerarse deportivas ‘desnudas’. Esto es porque están carentes de carenado y se puede ver el motor y otros componentes mecánicos. Son más altas de manillar que las más radicales aunque con claras dotes deportivas. Polivalentes aunque con escasa protección aerodinámica. Las semicarenadas se distinguen por un frontal diferente y una mayor protección aerodinámica.
Custom: Sus principales argumentos son posturas relajadas con los pies adelantados, grandes cilindradas y motores bicilíndricos. Son máquinas destinadas a disfrutar de los paseos sin grandes exigencias en cuanto a potencia. Grandes pesos.
Trail: Polivalencia para andar en carretera o en caminos sin asfaltar. Pueden antojarse algo altas de altura y algo voluminosas. Espíritu aventurero y ruedas que se desenvuelven correctamente en asfalto o en caminos de tierra.
Enduro/Cross/Trial: Motos destinadas al uso ‘off-road’. Las primeras, con matrícula y luces para poder circular de forma legal. Las segundas, destinadas para los circuitos. El trial es una práctica que consiste en la superación de obstáculos donde el equilibrio y el manejo son primordiales.
Supermotard: Motos de enduro adaptadas al asfalto.
Scooter: Motos ciudadanas donde una gran mayoría montan un variador de par. El manejo es sencillo, con un acelerador y las dos manetas para los frenos. Suelen tener un baul para guardar el casco u otros objetos. También varían las cilindradas y los volúmenes, pudiendo encontrarse disponibles maxi-scooters de más de 600 cc.
Triciclos: Moderna categoría con dos ruedas en la parte frontal. Dependiendo del modelo, se pueden conducir con carné B aunque las cilindradas y la potencia superen los 125 cc y los 15 caballos.
Con todo esto, concluimos que a la hora de decantarse por una u otra moto, debemos cuidar detalles como la comodidad y la usabilidad real que le vayamos a dar, ya que una mala decisión puede transformarse en una espina creciente, y las motos, son para disfrutarlas. Mañana os daremos consejos para una conducción más segura con la motocicleta.
