«No habléis dentro de los coches eléctricos», el Gobierno británico alerta del posible espionaje chino
El Gobierno británico, tras un informe realizado por el MI6, no dudó en emitir una orden a sus militares y políticos para evitar conversaciones en el interior de los coches eléctricos. Y de nuevo China está en el foco del problema.

A vueltas con el presunto espionaje desde China a Occidente. Es un tema ya muy manido y que nunca se quedará apartado de las sospechas de los mandatarios occidentales. Y ahora, con la expansión de los coches eléctricos procedentes del gigante asiático, todavía más.
Pero ojo, porque esta preocupación no se queda en los vehículos eléctricos procedentes desde China, sino que afecta a prácticamente todos los modelos con esta tecnología. Incluso en el propio país asiático hay sospechas de "contraespionaje".
¿El motivo? La intrínseca presencia de componentes chinos en estos vehículos, especialmente las baterías, lo que eleva las sospechas de la presencia de software oculto y de tecnología que permita escuchas, posicionamiento, etc.
Los penúltimos en poner la voz de alarma al respecto han sido los británicos. El Gobierno ha pedido a sus cuerpos militares y políticos que eviten, directamente, mantener cualquier tipo de conversación en el interior de los coches eléctricos.

Un riesgo más que posible
La amenaza de riesgo para la seguridad nacional es una preocupación muy presente en el gobierno británico, especialmente desde que el servicio de inteligencia del país, el MI6, emitiese a finales del año pasado un informe sobre este peligro que suponían los coches eléctricos.
Así lo reconoció un exjefe del servicio de seguridad a la prensa británica. La orden ha llegado a políticos y militares, advertidos sobre cómo la presencia de micrófonos interiores más sofisticados, sumados a la conexión a Internet de los coches eléctricos, pueden aumentar el riesgo de posibles filtraciones que lleguen en escasos segundos a Pekín.
La implantación de nuevos sistemas de reconocimiento vocal, el posicionamiento GPS, las cámaras y sensores de los vehículos eléctricos de última generación… junto al hecho de que muchos de los componentes procedan de China, son el cóctel perfecto para las sospechas.

China también sospecha de Tesla
Pero ojo, porque esta es una precaución básica que ya se toma en otros países occidentales y que se pide al resto. Algunos ya incluso prohíben circular a coches eléctricos dentro de instalaciones militares o en zonas sensibles en materia de información.
Sin ir más lejos, en Estados Unidos, el expresidente Joe Biden ordenó una investigación oficial contra los coches eléctricos importados desde China. En Australia, su ministro del Interior también adoptó precauciones al respecto. Pero es que incluso en China se pensó lo mismo hace unos años con los coches de Tesla.
Intentar evitar conversaciones en los coches, no conectar los teléfonos móviles a estos, no circular por zonas que puedan contener material sensible… El tema del espionaje a razón de los nuevos coches eléctricos no va a terminar nunca, y eso que estamos todavía en plena transición hacia este tipo de vehículos.
Fuente: El DebateFotos: Freepik