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Autocaravanas, un área de negocio emergente

De todas las aplicaciones que pueden tener los vehículos comerciales ligeros, una de las áreas de negocio más interesantes son las transformaciones en autocaravana o "camper van", cuyos elevados precios de transformación suponen una buena fuente de ingresos. Los fabricantes van aumentando su interés en el segmento.

6 min. lectura

Publicado: 17/09/2019 22:15

Gama Volkswagen California

La alternativa a la caravana de remolque es la autocaravana, que integra todo en el mismo vehículo. Podemos distinguir dos tipos básicos, las transformaciones sobre furgoneta completa y sobre chasis/cabina. La mayoría son del segundo tipo, el fabricante se limita a entregar la furgoneta con la cabina de dos a tres plazas, y el resto es chasis pelado.

Sobre ese chasis los carroceros independientes hacen auténticas virguerías, convirtiendo un anodino vehículo industrial en un hogar rodante. Cuidando mucho no salirse de los límites legales de peso y dimensiones, se pueden conducir con el carné de turismo (B) sin ningún problema, solo hay que respetar el límite de 90 km/h. Varias empresas se dedican a esto.

Pero va cobrando fuerza el segmento de las transformaciones sobre furgoneta, es decir, partiendo de una versión de carga o mixta que tiene la chapa al aire. El espacio es más reducido en todos los sentidos, pero eso tiene sus ventajas a la hora de viajar, de eficiencia en el consumo de combustible, o de calidad de rodadura.

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Toyota ProAce Verso Camper

Durante mucho tiempo, las distintas versiones de la Volkswagen California -una Transporter con mayor o menor grado de camperización- han sido las reinas del segmento, con sus dos a cinco plazas útiles, una o dos camas, cocina integrada y baño (versión Ocean), toldo extensible, mesas y sillas, etc. Las furgos de la competencia se han ido adaptando por terceros.

Pero los competidores han ido despertando y han visto que si Volkswagen es capaz de vender vehículos industriales de más de 50.000 euros, ¿por qué no lo van a hacer ellos? La oferta de versiones camperizadas de fábrica, ya sea porque se hace allí mismo, o porque se trabaja con un carrocero bajo contrato, está aumentando.

Podemos citar versiones camperizadas de furgonetas de segmento compacto como Nissan NV200 o Peugeot Partner Tepee, medianas como Transit Custom Nugget o Mercedes-Benz Vito Marco Polo, y tamaños grandes como Volkswagen Grand California o MAN TGE (remarcado de la anterior). Ford es de las últimas en querer apuntarse a este segmento.

Ford Transit Big Nugget Concept

Ford mostró en el Salón de la Caravana de Dusseldorf una versión camperizada de su vehículo de mayor tamaño, la Transit "a secas", a partir de la versión larga y de techo alto. En su interior había abundante espacio para dos adultos, cocina, baño con ducha integrada, cama de 2 metros, etc. La idea es ponerla a la venta próximamente.

Cómo son las cosas, que mientras Ford empieza a ver que algunos turismos les hacen perder dinero, con los comerciales se está llevando buenas cantidades de facturación. Además, ya está en el mercado la Transit Custom Nugget. El preparador oficial de las dos furgonetas es Westfalia, que no necesita presentación en lo que al mundo de la autocaravana se refiere.

Los vehículos transformados se pueden beneficiar de los adelantos tecnológicos del modelo base, como infoentretenimiento o sistemas de seguridad

Todos estos vehículos, que prácticamente se entregan al cliente en concesionario listos para salir de excursión, tienen unas comodidades notables, como calefacción estacionaria por gasóleo, cocina de gas, depósitos de agua dulce, grises (restos de ducha y fregadero) y negras (restos del inodoro), baterías suplementarias, nevera, mesas y hasta tomas USB por doquier para pequeños electrodomésticos.

Autocaravana sobre chasis/cabina de Mercedes-Benz Sprinter

No hablamos precisamente de vehículos económicos, la preparación puede costar fácilmente más del doble que el vehículo en sí. Aunque todo el proceso se haga en fábrica, no es algo que se pueda automatizar con facilidad. Además, hay una serie de normas de seguridad y homologaciones que han de respetarse. Y como encima pretendamos matricular el vehículo como particular (en vez de industrial), cifras de más de 60.000 y 70.000 euros no deben asustar a nadie.

Detrás de estos vehículos están deportistas y profesionales que disfrutan de buenos sueldos -no ricos, pero pueden permitirse el capricho- y pueden afrontar la inversión. Incluso las versiones camperizadas de las viejas California tienen precios que quitan el hipo. Para ir a algo económico hay que ir a una transformación chasis/cabina y usada. Eso, o alquilar.

De aquí a 2025 las expectativas del segmento son crecer, por lo que cabe esperar que más fabricantes se apunten a la fiesta y se planteen lanzar sus propias versiones que dejar el negocio a terceros y soltar las chasis/cabina con un menor margen por venta. Esta moda también es interesante, no solo lo es la de los SUV.

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