Bugatti suspende la producción en Molsheim por el coronavirus

La fábrica de Bugatti en Molsheim ha echado el cierre, de manera temporal. La conocida firma francesa especializada en el desarrollo de superdeportivos muy exclusivos ha anunciado el cese de su actividad industrial. Al igual que el resto de marcas de coches presentes en Europa, Bugatti ha tenido que suspender su producción debido a la situación generada por la pandemia del coronavirus COVID-19.

Bugatti destaca que, debido a las regulaciones necesarias implementadas por los diversos países europeos, hace imposible, entre otras cosas, mantener la cadena de producción y la fabricación de piezas de repuesto. La escasez de componentes necesarios para mantener la actividad es un escollo insalvable. Además, también debe garantizarse la seguridad de los empleados que allí trabajan.

Por otra parte, y debido a las restricciones en las empresas logísticas y/o de transporte, es imposible entregar los vehículos que han sido completados en el programa de personalización de la marca. Stephan Winkelmann, CEO de Bugatti, señaló lo siguiente: “Hoy decidimos suspender la producción para proteger a nuestro personal y evitar que la pandemia COVID-19 se propague a nuestros sitios. En esta situación extrema, nuestra responsabilidad social exige que demos un paso tan drástico. Para nosotros, la salud de nuestro personal y sus familias, nuestros clientes, nuestros socios comerciales y proveedores tiene la máxima prioridad”.

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La marca también ha impulsado el teletrabajo en todos los casos que sea posible. Además, se han aplicado medidas de protección especiales para aquellos empleados con un riesgo de salud particular debido a afecciones preexistentes relacionadas con su corazón, pulmones y un sistema inmunitario debilitado. Bugatti también ha recordado a todos sus empleados las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para detener la propagación del virus.

Winkelmann ha asegurado que durante los próximos días analizarán la evolución de los acontecimientos en Alemania y Francia, así como en el resto del mundo, para poder reaccionar rápidamente ante cualquier cambio. Tan pronto como la situación lo permita, todos los empleados volverán a sus lugares de trabajo habituales.

Lo cierto es que el sector del automóvil en Europa está paralizado. Todos los centros de producción repartidos por el territorio europeo (no solo Unión Europea) han ido cerrando de manera progresiva. Tanto la fabricación de vehículos como de motores, transmisiones y demás componentes se ha visto afectada de manera directa.

Fuente: Bugatti