Aparece un rarísimo ejemplar del Buick Reatta con solo 1.000 millas de uso

No es muy habitual que hablemos de ejemplares raros Buick. Ya que salvo el extraordinario Buick GNX, toda una rareza en el historial de la marca y uno de los clásicos youngtimers más reseñables del automovilismo estadounidense, no podemos encontrar muchos modelos destacables en las últimas décadas de este sello de General Motors. El Buick Reatta es otra de esas excepciones, menos conocida y valorada que el GNX pero en algunos casos incluso más rara que este.

El Buick Reatta fue lanzado originalmente como un coupé de 2 plazas en 1988, sobre la misma plataforma E de General Motors que empleaban modelos como el Cadillac Eldorado, Buick Riviera o el Oldsmobile Toronado, aunque el Cadillac Allanté también empleó un derivado recortado de esta arquitectura. Por lo que en el caso del Reatta nos encontramos con un modelo tan especial como estos pero con un posicionamiento algo más generalista y por tanto más económico que los coupés de Cadillac. Aunque curiosamente el Reatta disponía de un diseño mucho más atractivo y llamativo que el de sus hermanos de plataforma.

El Reatta era un atractivo GT de 4.66 metros de largo por 1.85 metros de ancho y 1.3 metros de alto. Contaba con una silueta muy estilizada marcada por su afilado frontal sin parrilla central y ópticas retráctiles, que estaban acompañadas por unos delgados conjuntos ópticos auxiliares sobre el paragolpes. Estas líneas se prolongaban de manera prácticamente inalterada hasta la zona trasera, dibujando un perfil esbelto y limpio.

En la zaga encontramos una gruesa línea que ocupa todo el ancho del vehículo y que integra los distintos elementos lumínicos posteriores. Es evidente que el Buick Reatta contaba con los rasgos de moda de aquella época, aunque al contrario que otros modelos, gracias a sus sobrias líneas y proporciones, el biplaza de Buick ha soportado bastante bien el paso del tiempo.

En 1990 Buick decidió lanzar una variante abierta del modelo, el Reatta Convertible, que contaba con un techo de lona desarrollado por el especialista ASC y que mantenía inalteradas tanto la configuración estética como el resto de especificaciones del Reatta Coupé, incluyendo el motor V6 de 3.8 litros y 167 CV (172 CV a partir de 1991), que asociado a una transmisión automática de 4 velocidades fue la única opción mecánica disponible para la gama Reatta.

Entre 1988 y 1991 fueron fabricados menos de 22.000 ejemplares del Reatta, de los que menos de 2.500 se corresponden con la variante abierta, por lo que el Buick Reatta Convertible es una pieza bastante rara. Aunque curiosamente nunca ha gozado de ese estatus entre los aficionados estadounidenses, al contrario que el GNX, de los que hoy día podemos encontrar numerosos ejemplares con muy pocos kilómetros de uso directamente a estrenar. Del Buick Reatta, en ninguna de sus variantes, vamos a encontrar unidades que fueran preservadas sin estrenar tras haber salido de los concesionarios. De ahí que esta unidad sea tan destacada, puesto que a estas alturas solo cuenta con 1.002 millas de uso (unos 1.612 km). Casi todas ellas realizadas en los últimos 10 años, puesto que en 2009 solo contaba con 100 millas en su marcador.

Esto se debe a que este es un ejemplar muy particular del Buick Reatta Convertible, pues si de esta variante fueron fabricadas solo 2.437 unidades durante su escueta vida comercial, este ejemplar se corresponde con una edición limitada muy exclusiva y que no estuvo al alcance de muchos clientes. Este pertenece a la versión Select 60 Edition, que fueron creados como premio para los 60 mejores concesionarios de la marca en Estados Unidos. Estas unidades se distinguían por contar con algunas características únicas, como es el caso del atractivo interior en doble tono y las llantas pintadas en el mismo tono de blanco de la carrocería.

Aunque lo cierto es que el Reatta lucía mejor con otros tonos de carrocería más oscuros, como los tonos de grises o el más habitual rojo Bright Red, que hacían resaltar menos los plásticos oscuros que rodeaban el vehículo. De la misma manera, el interior en un solo tono era algo más elegante y menos chillón que esta combinación en rojo y blanco, sobre todo los tonos beige o burdeos en los que encontramos muchos ejemplares.

Además de las 60 unidades planificadas inicialmente para esta edición limitada, Buick ensambló otras 5 unidades más, destinadas a ejecutivos de la compañía, por lo que esta no es solo una de las solo 65 unidades que fueron fabricadas, sino que además tuvo como destino la colección particular de la compañía, la GM Heritage Collection.

Este ejemplar permaneció en esta colección hasta 2009, momento en el que fue vendido por primera vez a un particular, con solo 100 millas de uso en su marcador. Desde entonces ha pasado por varias manos y ninguno de sus propietarios ha hecho uso regular de esta pieza, puesto que 11 años después solo cuenta con 1.002 millas de uso. Este ejemplar ha aparecido a la venta recientemente en Florida con un estado de conservación que solo podemos describir como nuevo a estrenar. Su precio es de 35.000 dólares, un precio muy elevado para un Reatta pero más que justificable para una pieza tan rara y destacada como esta.