Chevrolet recuerda los prototipos de motor central que antecedieron al Corvette
Cuando decimos que General Motors ha tardado varias décadas en lanzar el nuevo Chevrolet Corvette de motor central no es un eufemismo o una exageración, puesto que los distintos departamentos de diseño e ingeniería de la marca llevan desde la década de los cincuenta desarrollando y estudiando prototipos con esta esta distribución mecánica. Con motivo del lanzamiento del nuevo Chevrolet Corvette Stingray 2020, General Motors nos recuerda algunos de los prototipos más importantes de esta serie.
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Publicado: 23/07/2019 08:00
Los prototipos de motor central del Chevrolet Corvette son viejos conocidos de los lectores habituales de Motor.es, puesto que en los últimos años hemos publicado numerosas imágenes de estos atractivos concepts e incluso hemos seguido el rastro de los modelos más destacables de la serie de prototipos CERV.
Debido el reciente lanzamiento del nuevo Chevrolet Corvette C8, el primer Corvette de producción de la historia que cuenta con la distribución de motor central, General Motors ha preparado un vídeo en homenaje de los modelos más representativos, los primeros prototipos de pruebas CERV y el más reciente CERV III de 1990.
Prototipo CERV III desarrollado con Lotus.
El CERV I fue desarrollado entre 1959 y 1960 con la intención de crear un banco de pruebas móvil para poder testar mecánicas y elementos de bastidor en las condiciones más radicales y extremas posibles. De ahí que cuente con la misma estructura y estética que en aquella época solo podíamos encontrar en los monoplazas más avanzados de Fórmula 1. Su forma de puro con las ruedas sin carenar recuerdan mucho a estos modelos de competición. Además de ser un verdadero modelo funcional que fue empleado realmente como prototipo de desarrollo, también fue empleado en pruebas tan complejas como la subida al Pikes Peak.
A mediados de la década de los sesenta fue presentado el CERV II, un modelo mucho más avanzado que su antecesor y que contaba con unas formas muy similares a la de los modelos del Campeonato de Resistencia. Este disponía de un habitáculo biplaza y una radical configuración de bastidor, muy próxima a la de los modelos de competición, aunque su principal característica es que fue el primer modelo de motor central con tracción total de la historia.
En los siguientes años fueron desarrollados y presentados nuevos prototipos de motor central basados en el Corvette y sus órganos mecánicos, aunque General Motors ha preferido homenajear solo aquellos modelos pertenecientes a la serie CERV, como es el caso del CERV III de 1990. Al contrario que los dos modelos anteriores y como el resto de prototipos de motor central relacionados con el Corvette, este trataba de representar un modelo de calle y no de competición, con una estética muy futurista y próxima a la de un superdeportivo. Este fue desarrollado conjuntamente con Lotus y contaba con un motor V8 de 5.7 litros y doble turbo que entregaba 659 CV (650 hp) y 88 Nm de par máximo.
