¡De la que nos hemos librado! No habrá peajes en las autopistas, por ahora

Desplazarse por carretera es uno de los modos más baratos de viajar. Con cientos de miles de kilómetros disponibles a nuestro alcance es posible llegar a cualquier punto de nuestra geografía en coche. Los peajes son, posiblemente, el enemigo más temido de los conductores de nuestro país. Pagar por usar una carretera es un privilegio que no muchos españoles quieren o pueden tomar. Tras unos meses de incertidumbres, Europa aprueba las nuevas medidas del Gobierno que evitan la implantación de peajes en nuestras carreteras a partir del año que viene.

Hay que echar la vista atrás para descubrir el inicio de una de las polémicas más grandes y comentadas durante las pasadas elecciones generales del mes de julio. Apenas unos días antes de los comicios, el director de la DGT, Pere Navarro, aseguraba que la llegada de los peajes en las autovías era cuestión de tiempo. El Plan de Recuperación promovido por el Gobierno y elevado a las más altas instancias de la Unión Europea incluía la implantación del pago por uso de las carreteras rápidas en nuestro país. Una medida de recaudación exigida para poder acceder a los miles de millones de fondos continentales.

El Gobierno, presidido por Pedro Sánchez podía haber incluido cualquier medida de ahorro o ingreso en dicho plan, pero, a saber por qué, una de las medidas eran los infames peajes. Tras las declaraciones del máximo responsable de la Dirección General de Tráfico, numerosas fuentes del ejecutivo nacional desmintieron su entrada en vigor a partir de 2024, pero esa decisión correspondía a Bruselas. Desde entonces, ambas partes han estado negociando un nuevo acuerdo para la captación de fondos europeos. Un acuerdo que acaba de ser anunciado por la Unión Europea y que no contempla la llegada del pago por las autovías.

Gracias a ello los conductores españoles podemos respirar tranquilos. No habrá que pagar por usas las carreteras, al menos no más de lo que ya lo hacemos a través de nuestros impuestos. Seguirá habiendo tramos de pago, pero no bajo el control del Gobierno central. La concesión de carreteras públicas se mantendrá mientras que sigan vigentes los contratos actuales, pero poco a poco los tramos con peajes irán desapareciendo de nuestra red de carreteras. Al menos así lo aseguran desde el Ministerio del Interior.

Los 11.500 kilómetros propuestos para la implantación de peajes tenían como objetivo recaudar al menos un céntimo por kilómetro. Un viaje de 500 kilómetros tendría un coste aproximado de 5 euros. Obviamente, Europa ha exigido otra medida para que España pueda acceder a los fondos de recuperación y el Gobierno ha asegurado que quiere incentivar el uso del transporte ferroviario. El tren se convertirá en el bote salvavidas de millones de conductores en todo el país. El acuerdo ha satisfecho a ambas partes y desde Europa dan el contrato por cerrado. Podemos estar tranquilos, al menos por ahora. Cada cierto tiempo el pago por uso de autopistas es un tema recurrente por nuestros políticos. Esperemos que se olviden durante una buena temporada.