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E-MAGIC, el proyecto de Europa para desarrollar baterías de eléctricos con magnesio

Es uno más de los nuevos proyectos que Europa ha iniciado este nuevo año 2019. Con el nombre de "E-MAGIC", un consorcio europeo estudia la posibilidad de sustituir el litio de los ánodos de las baterías por magnesio, un metal que permitirá reducir el peso, aumentar la seguridad y ofrecer mayor densidad de potencia, unas investigaciones que se extenderán hasta 2022.

4 min. lectura

Publicado: 09/01/2019 13:00

Batería de ion litio del BMW i3

Hace unos días te contábamos uno de los proyectos que la Unión Europea comenzaba con la llegada del nuevo año 2019, el ambicioso proyecto de investigación en material de dispositivos de almacenamiento de energía bajo el nombre de LISA, en el que la cuestión principal es la investigación del uso del azufre como componente sustitutivo del litio.

Pero no es el único proyecto en el que Europa se encuentra inmersa. Coordinado por los españoles de la Fundación Cidetec y con una financiación de más de seis millones y medio, un consorcio de universidades europeas e institutos trabajan en una respuesta a las necesidades de almacenamiento de energía de una manera equilibrada y eficiente.

Hoy, la tecnología más adecuada para los coches eléctricos son las batería de iones de litio, un componente cuyas reservas comienzan a ser escasas, además de suponer un desafío en seguridad, ya que es un elemento muy reactivo y que hay que saber manejar, además de ofrecer una mediana densidad de energía y por precio. La generación actual de baterías cuenta con uno de los electrodos está hecho de litio, cobalto, níquel y manganeso o aluminio, por lo que el cometido del proyecto E-MAGIC es sustituir el litio con el magnesio.

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La posibilidad de que este proyecto se materialice permitirá a los fabricantes de coches eléctricos cambiar el enfoque hacia las baterías recargables sin litio, pero siempre que sea rentable, en términos también de capacidad al poder producir células con una mayor densidad de energía y más seguras, por lo que utilizar magnesio en una batería recargable permitirá acumular más energía con una densidad unos 0,4 kWh/kg, gracias a un mayor de electrones de valencia.

Comparado con el litio, el magnesio no cuenta con dendritas en los ánodos que degraden las células del metal o que formen estructuras en forma de aguja y causar perturbaciones, a la vez que también presenta otras ventajas como metal: la elevada capacidad de almacenamiento que aumentará el rendimiento de la batería, la disponibilidad estimada en unas tres mil veces más comparada con las existencias de litio o su disposición en reciclaje, más sencillo que el litio.

Así, el proyecto E-MAGIC de la Unión Europea supone la creación de una celda con un ánodo de magnesio garantizando que sea estable y recargable, por lo que una vez conseguido este primer paso, entonces será hora de llevarlo a producción, por lo que las investigaciones se extenderán hasta 2022.

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