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iPetrol, un software de gasolineras inteligentes hecho en España

Las pequeñas gasolineras independientes se apoyan en la tecnología para ser más competitivas que las grandes gasolineras abanderadas. Detrás de soluciones como iPetrol está el secreto de que haya gasolineras que puedan ofrecer precios mucho más bajos en su zona.

6 min. lectura

Publicado: 17/05/2018 21:30

Las estaciones de servicio están evolucionando y la tecnología cada vez está más presente. Poco a poco, la parte humana va siendo relevada por la parte automatizada, especialmente en los procesos de poco valor y que no requieren empleados formados. Las gasolineras desatendidas y sin personal empiezan a aparecer en el paisaje, al menos donde la legislación autonómica las permite.

A nivel de usuario existen aplicaciones que facilitan la vida al cliente, el que va a repostar o a comprar algo en la tienda. A nivel empresarial también está la automatización muy presente, y cada vez más. En España se ha desarrollado un sistema que integra el control e información de gasolineras para que puedan dirigirse desde un simple móvil, tableta u ordenador. Su nombre: iPetrol.

Las gasolineras desatendidas son negocios que van siendo más atractivos, no tienen por qué estar ligadas a una marca conocida (casi todas en España están abanderadas), ni necesitan personal necesariamente: ya nos hemos acostumbrado a echarnos nosotros mismos el combustible y que sea raro que un operario lo haga por nosotros. Que nos cobren manualmente ya es el colmo del exotismo.

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iPetrol aglutina toda la información de los distintos elementos de una gasolinera, véase: terminales de pago, lavado automático, panel de precios, iluminación, depósitos de combustible, servicio de asistencia al cliente, etc. No solo reune esa información de una gasolinera, lo hace de una red de gasolineras.

Con toda esa información, el empresario puede controlar sus gasolineras como si estuviese en un videojuego. Se pueden controlar los precios propios -y de la competencia-, si se han encendido las luces automáticamente considerando la luz solar, si hay que encargar más gasolina, cuánto se está vendiendo, etc.

Si nos fijamos en una de las capturas de pantalla que iPetrol nos ha suministrado, vemos que se controla hasta la temperatura de los tanques subterráneos, los litros restantes, si tienen agua, etc. Toda esta gestión habría necesitado de varios empleados hace pocos años, con todo lo que supone a efectos de costes.

iPetrol ya funciona en gasolineras españolas y quiere dar el salto hacia la esfera internacional. Es el resultado de siete años de trabajo de unos ingenieros gallegos. El vídeo que va a continuación apenas pasó desapercibido hace cuatro años, cuando iPetrol fue nominada a los Premios EGANET 2013 como Mejor Aplicación Software.

Uno de los efectos positivos que supone iPetrol es que favorece la proliferación de estas gasolineras, que como pueden presionar a la baja en precios, también ayuda a que aumente la competitividad de las gasolineras abanderadas. Eso se traduce en precios más ajustados, algo importante sobre todo cuando la materia prima (barril de petróleo) sube por cuestiones geopolíticas que se deciden fuera de España.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta que se destruye empleo de baja cualificación, ya que las máquinas hacen el trabajo que requiere tres turnos de un operario, 24 horas al día, 365 días al año. Para el cliente que valora el precio más bajo como una prioridad, no es importante la diferencia.

A menos que veamos todo esto desde el punto de vista del marxismo más estricto, se supone que la economía gana, porque si bien es cierto que se pierden empleos de baja cualificación, se generan a su vez otros de mayor cualificación y mayor valor, como ingenieros, técnicos de mantenimiento, analistas de datos, etc. Eso sí, puede haber una pérdida neta de puestos de trabajo.

Si miramos con más perspectiva, la economía se digitaliza y automatiza a pasos agigantados, y ya no resulta de ciencia ficción hablar de robots y máquinas que reemplazan la labor de las personas. Hoy día, el empleado estándar de una gasolinera se dedica a hacer de cajero, camarero, limpiador... no son procesos de gran valor añadido

Al final, la economía tiende hacia los procesos más eficientes, y ahí las nuevas tecnologías ayudan bastante a optimizar. En teoría, esto es bueno para el empresario porque es más competitivo, y es bueno para el cliente porque mejora el servicio que recibe a cambio del mismo dinero. Las gasolineras entran en el futuro aunque el negocio básico sea el mismo desde hace más de un siglo.

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