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Lancia Delta S4 Stradale: el legado del salvaje Grupo B

La reglamentación del Grupo B de la FIA no solo nos dejó algunas de las mejores imágenes e historias del mundo de la competición, además, su legado perdura en los radicales y superlativos deportivos de calle, como el Lancia Delta S4 Stradale, un auténtico prototipo de competición matriculable.

Lancia Delta S4 Stradale: el legado del salvaje Grupo B

8 min. lectura

Publicado: 10/05/2017 10:00

Solo fueron fabricados 200 ejemplares.

El Grupo B fue una de las más espectaculares fórmulas empleadas en toda la historia de la competición. Mucho más permisiva que el Grupo 4 que sustituía, permitía que los distintos fabricantes solo tuvieran que fabricar una serie de 200 ejemplares para poder homologar los modelos, frente a los 400 exigidos por el Grupo 4.

Esto permitió a las marcas implicadas, sobre todo en los distintos campeonatos de rallys, crear auténticos prototipos que poco o nada tenían que ver con los modelos de calle que pretendían emular las tapas de su carrocería. En la edición 2017 de Villa Erba, encontraremos disponibles dos de los modelos más significativos, el Audi Sport Quattro y el Lancia Delta S4.

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Si el modelo de Audi fue el pionero en incorporar el sistema de tracción total, lo que rápidamente se convirtió en el estándar de la categoría, el de Lancia fue uno de los últimos y más radicales modelos creados para esta fórmula, que rápidamente tuvo que ser anulada dado el increíble nivel de potencial mecánico alcanzado por los participantes en muy poco tiempo.

El Delta S4 de Grupo B es una máquina bestial, incluso bajo los estándares actuales.

Morfológicamente hablando, los Grupo B de rallys no derivaban de vehículos de calle, al contrario de lo acostumbrado hasta ese momento. Muchos de ellos, aunque desde el exterior nos recordaran a los modelos del concesionario, estaban fabricados con ligerísimos bastidores creados ex profeso para estos prototipos, con esquemas de motor central salvajemente sobrepotenciados y tracción total. Sus versiones “de calle” eran generalmente versiones descafeinadas mecánicamente, por lo que las pocas unidades fabricadas siguen siendo modelos tremendamente radicales, hoy adoradas piezas de colección.

El Lancia Delta S4 Stradale solo tenía como fin poder homologar el Delta S4 en el Campeonato del Mundo de Rallys (S de sobrealimentado y 4 de tracción a las 4 ruedas), y aunque pretendía emular al Delta de calle con las formas de su carrocería, lo cierto es que no podrían ser más diferentes. De ahí que a simple vista parezca una mala copia del Delta de serie, pues sus proporciones son bien diferentes.

Sus longitudes son distintas, 3.885 mm para el Delta de calle frente a los 4.005 mm de la versión S4 Stradale, y sus proporciones son algo diferentes, con una línea de habitáculo más corta en el caso del S4 y algo menos de altura.

Imita al Delta de primera generación, pero es muy diferente.

Como el vehículo de competición, los S4 Stradale estaban fabricados alrededor de un bastidor tubular realizado con tubos al cromo molibdeno y con subchasis de aluminio. El motor de 4 cilindros y 1.8 litros estaba alojado en el centro y cuenta con compresor volumétrico y turbocompresor, además de dos intercooler.

En su versión Stradale, el S4 entregaba unos 250 CV y 291 Nm que se elevaban (oficialmente) hasta unos 450 CV en la versión de competición, aunque es bien sabido que en sus últimas evoluciones sobrepasaba los 550 caballos. La transmisión era manual y su sistema de tracción total contaba con 3 diferenciales, que repartían el par en un 30/70 por ciento a los ejes delantero/trasero respectivamente.

La carrocería eran simples tapas de fibra de vidrio y epoxy, y mientras el modelo de carreras pesaba menos de 900 kilos, las versiones Stradale alcanzaban los 1.200 kilos. Esto se debía sobre todo al equipamiento, ya que en el interior encontramos un habitáculo completamente revestido en Alcántara, además de elementos como la dirección asistida, aire acondicionado o incluso un rudimentario ordenador de a bordo.

Incluso la descafeinada versión Stradale es tremendamente radical.

Solo se llegaron a fabricar las 200 unidades necesarias para la homologación, y este ejemplar de color rojo salió de la factoría en 1985. Actualmente dispone en su marcador de solo 1.600 kilómetros, lo cual no es raro en un vehículo de este tipo, ya que han sido pieza de colección desde su propio nacimiento. Esta pieza dispone de una cotización que le apunta entre 450.000 y 550.000 euros.

Lancia declaraba una velocidad máxima de 225 km/h y una cifra de 6 segundos para completar el 0 a 100 km/h, cifras que pueden parecer poco espectaculares para un deportivo actual, pero recordemos que hablamos de un modelo con más de 30 años a sus espaldas y lo más importante, una versión deliberadamente descafeinada y civilizada del modelo de competición, cuyo fin era agarrarse al suelo como ningún otro y afrontar curva tras curva a velocidades endiabladas para ese tipo de vías y de firmes.

Una de las mejores anécdotas del Lancia Delta S4 (de rallys) la protagonizó Henri Toivonen a bordo de una unidad con la sobrealimentación regulada al máximo, con unos teóricos 800 caballos. Unas semanas antes del Rally de Portugal de 1986, se dieron unas vueltas de test al circuito de Estoril, que en aquel entonces formaba parte del calendario de la F1.

En las configuraciones más radicales de sobrealimentación empleaba unos 600 CV en rallys.

Su mejor tiempo, se dice, solo fue unos segundos más lento que el crono más rápido obtenido solo unas semanas antes en un test de la Fórmula 1 y que le hubiera permitido clasificarse entre los diez primeros de la parrilla del Gran Premio de ese año.

Es decir, supuestamente, su crono estuvo entre el 1:16.673 marcado por Ayrton Senna con su Lotus y los 1:19.657 de René Arnoux con un Ligier. En aquella época los F1 aún contaban con motores turbo, y esa temporada los motores más potentes sobrepasaban fácilmente los 1.000 CV. Aunque nunca se supo el crono real, esta anécdota ejemplifica a la perfección el tremendo poderío de los modelos de Grupo B.

Fuente: RM Sotheby' sFotos: RM Sotheby's

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