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La conectividad se convierte en el nuevo problema de la Unión Europea

Los frentes que la Unión Europea tiene abiertos con la industria del automóvil van en aumento. Por si no fueran pocos los que ya tiene, ahora se le suma otro más: el de la conectividad y la protección de datos. La Federación Internacional del Automóvil ya ha pedido a Europa que regule esta materia.

La conectividad se convierte en el nuevo problema de la Unión Europea
La protección de datos en la conectividad es un nuevo frente para la UE - BMW

4 min. lectura

Publicado: 05/02/2022 20:00

La Unión Europea tiene un nuevo frente abierto, y de los más importantes que afectan de lleno a la protección de datos. Los coches más modernos cuentan, desde el más pequeño y barato al más grande y caro, de sofisticadas plataformas multimedia con aplicaciones de conectividad que ofrecen diferentes informaciones, en base a los datos que recogen.

Estas se han diseñado para captar el estilo de conducción, el kilometraje, el repostaje de combustible o las veces que se recargan las baterías de híbridos y eléctricos, rutas de navegación, último aparcamiento. Un sinfín de información que el Instituto alemán Goslar ha analizado profundamente, incluso a través de encuestas, y que arroja unas interesantes conclusiones: un 91% cree tener todos sus datos controlados, mientras que un 85% está convencido de todo lo contrario. La FIA -Federación Internacional del Automóvil- ya ha pedido a Europa que establezca una regulación sobre estos datos a los que, por ahora, los fabricantes sí tienen pleno acceso, anunciando la campaña especial «Mi coche, mis datos».

La campaña «Mi coche, mis datos» de la FIA busca más protección de los usuarios en la transmisión de datos

De hecho, algunas de las marcas como Volkswagen ya no envían alertas a los propietarios si el vehículo sale de un recinto donde estaba aparcado o si supera un límite de velocidad en concreto. Una de las obligaciones de la ley de protección de datos. El gran problema es que lo que se pensaba que se quedaba en el coche, no es así. Los fabricantes tienen acceso a un rastro de información que no se sabe bien para qué se utilizan realmente.

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¡Infórmate!

Si bien es cierto que la conectividad nos permite estar informados de diversas materias y acceder a determinados tipos de servicios otorgando nuestro consentimiento, los investigadores no tienen nada claro quién puede acceder a determinados datos. Un ejemplo es el caso de un propietario de un Tesla que se grabó en Berlín a toda velocidad, volcando y huyendo del lugar del accidente, siendo cazado porque el vídeo se grabó en el ordenador de a bordo. El hecho de que la policía haya accedido a esos datos puede haber incurrido en un delito de protección de datos, pues estos dispositivos no están regulados, solo la famosa caja negra que se implantará en julio de 2022.

Lógicamente, los fabricantes se verán obligados a acatar las decisiones y regulaciones pero no compartirán una información que para ellos es más que valiosa. Supone conocer más a fondo el estilo de vida de sus clientes, aquellos que no lo han comunicado en encuestas internas. Lo que se busca es que sean los propietarios de los coches los que tengan un mayor control y decidan qué se puede compartir y qué no. Porque todo deja un rastro, y los nuevos equipamientos a demanda obligan a introducir un sistema de pago electrónico para disfrutar de determinados elementos. Un gran reto para la Unión Europea.

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