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El transporte del futuro Hyperloop tendrá un lugar clave, ¡Málaga!

¿En qué viajaremos dentro de unos años? Mientras la industria debate sobre ello, Málaga jugará un papel muy importante en el desarrollo del Hyperloop One, un medio de transporte terrestre que promete llevarnos de Madrid a Barcelona en menos de lo que tardas en llegar al trabajo.

9 min. lectura

Publicado: 08/08/2018 13:00

En octubre del año pasado Virgin pasó a formar parte del proyecto como socio principal

Como toda gran historia americana reciente, ésta arranca en un pequeño garaje de una casa en uno de los suburbios de la ciudad de Los Ángeles. En 2014 se funda la empresa Hyperloop Technologies, que actualmente recibe el nombre de Hyperloop One. Dicha empresa está en pleno proceso de desarrollo del sistema de transporte del futuro, uno que promete llevarnos a velocidades subsónicas, y ahora, gracias a un acuerdo de colaboración, la provincia de Málaga tendrá un papel fundamental en dicha creación.

Ayer mismo Adif, Administrador de Infraestructuras Ferroviarias dependiente del Ministerio de Fomento, y Virgin, empresa propiedad de Richard Branson, máximo accionista de Hyperloop One, firmaron un acuerdo por el cual la empresa americana empleará las instalaciones malagueñas como centro de pruebas y desarrollo de tecnología avanzada que en un futuro, así se espera, culminará en la implantación del sistema de transporte más rápido del mundo.

Dicho medio permitirá revolucionar la movilidad de larga distancia, recortando a tiempos irrisorios las distancias que separan las grandes ciudades del mundo gracias a velocidades punta que pueden llegar a superar los 1.000 Km/h. De llegar a buen puerto el proyecto las ciudades más grandes de nuestro país, Madrid y Barcelona, estarían separadas por apenas 39 minutos de viaje, menos de lo que se tarda en llegar de casa al trabajo.

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Las lanzaderas que llevarán a los futuros pasajeros ya están siendo probadas

Durante estos cuatro años desde la fundación de la empresa, cuya sede se encuentra en Los Ángeles con otro centro de pruebas en Las Vegas, las pruebas realizadas han conseguido que cada vez más gente vea el potencial y la viabilidad al sistema de transporte Hyperloop. Algunas de las pruebas realizadas ya han permitido que la lanzadera alcance una velocidad punta de 387 kilómetros por hora, una cifra todavía lejana a la definitiva, pero muy prometedora.

¿Cómo funciona el sistema Hyperloop?

Desde pequeños nos han enseñado que los polos opuestos se atraen, ¿cuánto? Pues depende de la capacidad del imán en sí. Un pequeño trozo imantado tiene poca fuerza, pero si cogemos imanes de grandes capacidades y los alimentamos a base de electricidad el resultado es un imán que genera un campo electromagnético de gran capacidad que nosotros podemos regular tanto como queramos, haciendo posible incluso hacer levitar a un tren, o una lanzadera como en el caso del Hyperloop.

Grandes electroimanes situados en la vía y en los vagones del Hyperloop permiten al tren literalmente flotar en el aire. La industria ferroviaria japonesa ya ha estudiado y desarrollado prototipos viables que emplean esta tecnología para desplazarse. En dicho caso los japoneses lograron batir el récord de velocidad para un tren, con una velocidad punta de 590 Km/h. Pero por muy espectacular que parezca esta cifra la idea de la empresa angelina es prácticamente doblarla, ¿cómo? Pues haciendo que dicho tren se desplace por un tubo de atmósfera controlada.

Si a la levitación, que nos ahorra la fricción y la pérdida de velocidad por rozamiento, le sumamos un tubo de vacío donde el aire tampoco supone un elemento ralentizador, conseguimos alcanzar las velocidades prometidas por Hyperloop, con hasta 670 millas por hora, o lo que es lo mismo, 1.080 Km/h. Ni que decir tiene que esto haría que las grandes distancias que nos separan ahora por carretera queden reducidas a meras anécdotas. Por ejemplo unir a dos ciudades como Huelva y Barcelona, separadas por más de 1.000 kilómetros y más de 10 horas de coche, apenas supondría una hora de viaje.

El reto no solo está en alcanzar velocidades punta cercanas a la velocidad del sonido, 1.235,5 Km/h, sino que también está en hacer que el sistema de transporte sea factible y viable para todos los públicos. Es decir hacer que sea barato. En este aspecto lo que es la tecnología del electroimán y el tubo de vacío no suponen grandes costes, pero muy diferente son las infraestructuras y el desarrollo que supone llegar al objetivo.

A pesar de todo ello, del alto coste en investigación, desarrollo y fabricación, la empresa Virgin Hyperloop One, a través de su Presidente, Sir Richard Branson, ha afirmado este mismo año que la idea es hacer que una plaza en el Hyperloop sea más económica que la respectiva en un avión comercial para que así todo el mundo tenga posibilidad de acceder a él. Al menos esa es la intención, pero todo se verá en un futuro no muy lejano, ya que se estima que para 2021 esté en pleno funcionamiento el primer Hyperloop.

En los tubos de circulación se generará una atmósfera controlada semejante al vacío

¿Qué papel juega España y en qué consiste el acuerdo?

Como ya hemos dicho antes, Adif y Virgin Hyperloop One han llegado a un acuerdo para abrir un centro de ensayos y desarrollo de tecnología avanzada. Es la primera de este tipo que se abre en Europa y estará valorada en aproximadamente en 500 millones de dólares. A cambio de esta inversión la empresa americana obtendrá 126 millones de euros en ayudas públicas mediante préstamos y subvenciones para establecer dicho centro que se destinará a probar y certificar componentes y subsistemas que mejorarán la seguridad del sistema

Dicho centro se ubicará en la población de Bobadilla, perteneciente al término municipal de Antequera, Málaga. Se estima que dicha colaboración suponga la contratación de entre 200 y 300 profesionales altamente cualificados, además del consiguiente crecimiento económico en la zona, tanto en cuanto a la creación de dichos puestos de trabajo como en la aparición de nuevos socios y proveedores. Esto todavía tardará un par de años en hacerse efectivo, ya que el centro de 19.000 metros cuadrados no terminará sus obras hasta el 2020.

Aunque muchos inversores apuestan por esta tecnología para el futuro, todavía está por determinar si llegará a hacerse patente en un plazo de tiempo razonable. La realidad es que la idea es prometedora ya que la tecnología y la oferta están ahí. Además el sistema Hyperloop supondría un mundo más limpio ya que en su empleo no se usa más que electricidad. El sueño de visionarios y escritores de principios del siglo XX puede verse finalmente cumplido.

El centro de pruebas de Las Vegas ya cuenta con instalaciones aptas para las pruebas

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