Volvo debe dejar de copiar a los alemanes

Además de las sonrisas por los números azules que han mantenido durante todo el 2010 y po rla nominación del Volvo S60 entre lso fonalistas al coche del año, con la llegada de su nuevo CEO, Stefan Jacoby, ex nº 1 de Volkswagen en los Estados Unidos, la meta de Volvo actualmente es poner a todo el mundo a trabajar -y nunca mejor dicho- como chinos para recuperar el prestigio, el glamour y las ventas de una marca que para llegar al éxito debe alcanzar su objetivo de 800.000 unidades vendidas al año en el 2020.

Jacoby fue muy claro y directo en sus palabras al referirse al futuro de Volvo: "cuando te sientas en un BMW o en un Audi de inmediato lo reconoces y no creo que en Volvo lo hayamos conseguido. Creo que actualmente la marca no entrega una sensación de identidad propia acorde con los valores de la marca. Es necesario volver a las raíces escandinavas, no tanto en el aspecto deportivo, sino que en la funcionalidad, combinada con la elegancia tradicional escandinava y por supuesto sueca".

Entre otros planes en que trabaja actualmente la revitalizada casa sueca desde que fuera adquirida por el fabricante chino del motor Geely, los próximos 6 meses serán cruciales para redefinir la estrategia en los mercados tradicionales de la casa, así el de abrirse a países emergentes, como es el caso del gigantesco mercado chino, factor crucial para la consecución de los planes de Volvo.

En cuanto a diseño y estilo, Jacoby fue muy franco y directo al referirse a estos aspectos: "La simplicidad es la clave. Debemos dejar de copiar a los alemanes y expresar a través de nuestros coches el concepto de los valores humanos que Escandinavia proyecta al mundo, con el gran respeto hacia las personas, fuertes sistemas de protección social y un sólido enfoque en el bienestar de las personas",

Otro elemento crucial en el plan de futuro de Volvo pasa por una redefinición de sus motores y plataformas, para optimizar inversiones y aplicar economías de escala. Y específicamente en cuanto a sus motores la redefinición pasa por reducir su tamaño y aumentar su eficiencia y ya se encuentran trabajando en una nueva familia de motores a gasolina y diésel en los que unidades V8 quedan excluidas y hasta se plantean también dejar fuera a los motores de seis cilindros para crear nuevas generaciones de motores convencionales de cuatro o cinco cilindros y de alta eficiencia en su comportamiento, además -por supuesto- de apostar por futuras generaciones de Volvo híbridos y eléctricos de autonomía extendida.