El retrovisor: Toro Rosso

El STR6 ha dado un gran salto respecto de la temporada anterior, año en que debutaba el equipo como diseñador de sus propios monoplazas. En la última carrera luchaban por arrebatarle a Sauber la séptima posición del mundial de constructores, pero finalmente se quedaron a tres puntos de los suizos. Al menos duplicaron sus ocasiones en que puntuaban en una carrera, aunque no ha sido suficiente para que ninguno de sus dos pilotos, Alguersuari y Buemi, se quedaran con un asiento para 2012.

Valeria Söll

5 min. lectura

Publicado: 15/01/2012 17:23

2011 ha sido la segunda temporada en que Toro Rosso ha diseñado su propio monoplaza. En realidad, en 2010 el STR5 heredó una actualización del RB5, y desde entonces, el hermano pequeño de Red Bull lucha por entrar en los puntos, aunque ha tenido bastantes altibajos la pasada temporada.

Si Sebastien Buemi comenzaba el año puntuando con una magnífica octava posición en Australia, Jaime Alguersuari tardó hasta siete carreras en lograr sus primeros puntos. El mayor problema del coche había sido, como para tantos otros, los nuevos neumáticos de Pirelli, sobre todo Alguersuari era quien más acusaba este problema. La alta degradación hacía que en muchas carreras, el esfuerzo realizado en empujar el coche hacia arriba, acababa truncándose debido al desgaste excesivo de las gomas.

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Pero tampoco en calificación tenían muchas opciones, y en la mayoría de las carreras realmente luchaban por pasar a la Q2, algo que no siempre conseguirían. En algunas carreras puntuales, como China, Spa o India, incluso dieron el salto a la Q1. Pero por regla general, la posición habitual de Toro Rosso era la decimoquinta o decimosexta.

Hacia mitad de temporada, y gracias también a las mejoras que recibió el coche por los nuevos patrocinadores, quien fue de menos a más fue Jaime, mientras que quien se iba apagando carrera tras carrera fue Sebastien Buemi. En las últimas trece carreras, Alguersuari puntuó en siete de ellas, mientras que Buemi solo pudo cazar puntos en cuatro ocasiones.

El resultado final de Toro Rosso fueron 41 puntos, de los cuales 26 fueron a parar al casillero del piloto español, mientras que el suizo solo obtuvo quince. Lamentablemente esto no fue suficiente para batir a Sauber en el mundial de marcas, aunque al menos mejoró sus registros del año anterior, logrando afianzarse en la octava posición, a tres puntos del séptimo clasificado.

Toro Rosso acabó en la octava posición del mundial de marcas, a tan solo 3 puntos del séptimo clasificado, Sauber.

La mejoría de Jaime, sin embargo, había llegado demasiado tarde o bien no era suficiente para garantizarse el asiento por una temporada más, aunque realmente él confiaba en una renovación. Pero el 14 de diciembre de 2011, la noticia llegó como un jarro de agua fría a casa de muchos. Toro Rosso anunciaba la contratación de las jóvenes promesas Jean-Éric Vergne y Daniel Ricciardo, como pilotos titulares del equipo, lo que significaba automáticamente que, tanto Sebastien como Jaime se quedaban fuera.

El suizo, al menos, aceptó ser piloto probador tanto de Red Bull como de Toro Rosso, aunque muchos km no podrá correr en 2012. El caso de Jaime es aún más grave, pues a día de hoy aún no tiene ningún asiento, y ya quedan muy pocas plazas libres, para las cuales su nombre, precisamente, no suena demasiado.

La justificación que han dado tanto Red Bull como Toro Rosso para no renovar a Buemi y Alguersuari, ha sido que en tres temporadas tuvieron tiempo suficiente para demostrar su valía. Son pilotos -argumentan- para estar en Fórmula 1, pero no para estar en Toro Rosso, un equipo concebido para dar oportunidad a jóvenes pilotos de crecer en este deporte.