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¡La cueva del tesoro! Descubierto el garaje secreto donde Bristol esconde sus prototipos

Una pareja de exploradores urbanos ha descubierto un enorme tesoro automovilístico escondido en los sótanos de un edificio abandonado. Toda una serie de prototipos, clásicos, moldes y restos de vehículos de competición pertenecientes a Bristol, el pequeño fabricante británico que quebró hace unos meses.

¡La cueva del tesoro! Descubierto el garaje secreto donde Bristol esconde sus prototipos
Prototipos abandonados de Bristol - Youtube Lost Adventures

4 min. lectura

Publicado: 30/08/2020 12:00

Este descubrimiento ha sido tan inesperado como sorprendente, pues no hablamos de lo que esconde el garaje de un acaudalado aficionado al mundo de los clásicos o de alguien que falleció y dejó atrás varios tesoros escondidos y olvidados hace años. Este caso es aún más raro, pues se trata de una auténtica y hasta ahora secreta cueva del tesoro que esconde una colección muy destacable.

Los responsables de este descubrimiento son Ben y Eran, una pareja de exploradores urbanos que decidieron investigar en un edificio abandonado de la localidad británica de Surrey, al norte de Londres. Como en cualquier propiedad abandonada desde hace años, estos exploradores urbanos y youtubers pensaban descubrir estancias en mal estado y enseres de muy diversa índole, pero en ningún caso el enorme tesoro aparentemente abandonado que se esconde en el parking de esta edificación.

Prototipo del Bristol Fighter.

En los sótanos del edificio apareció una enorme colección de vehículos, la mayor parte de ellos pertenecientes a la compañía Bristol Cars, una marca que ha quebrado en varias ocasiones en los últimos años y que entró en bancarrota el pasado mes de mayo. Una vez realizado el descubrimiento pudieron averiguar que el edificio realmente pertenecía al fabricante de vehículos, de ahí que guardarán en sus sótanos está enorme colección de modelos.

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¡Infórmate!

Lo realmente curioso es que no se trata de simples ejemplares en mal estado o abandonados, sino de numerosos prototipos de la firma y por tanto de piezas únicas de gran valor histórico, como es el caso de los modernos Bristol Bullet y Bristol Fighter, que a pesar de encontrarse en buen estado general son vehículos incompletos y no funcionales. Junto a estos podemos ver otros vehículos clásicos de la firma, como un prototipo del Bristol 409 Bullet Speedster de 1964 y otro prototipo del Bristol Fighter de 1982, además de diversos moldes de madera para crear las carrocerías de algunos clásicos de la firma. Junto a estos también se encuentran un taxi Beardmore de 1957, un modelo a escala de los antiguos monoplazas de la categoría A1GP e incluso un Bentley Continental Flying Spur de 2008.

Lo cierto es que a pesar de la espectacularidad del hallazgo, la explicación de esta cueva del tesoro moderna es bastante simple y mundana. Es tan solo uno de los almacenes donde se guardan los diversos ejemplares y prototipos pertenecientes a la empresa, por lo que son algunos de los activos que las autoridades británicas están administrando como parte del proceso de bancarrota de Bristol Cars. Por lo que seguramente en un tiempo pasarán a ser subastados o cambiarán de manos si aparece alguien interesado en adquirir la compañía completa con todos sus activos, lo que es bastante improbable, pues Bristol era un fabricante muy conocido pero muy extraño, pues estaba tan anclado en el pasado que a inicios del siglo XXI todavía no tenían ni un solo ordenador sus instalaciones.

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