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La odisea del carné de conducir en 2020 tras el efecto de la pandemia del coronavirus

Las clases de autoescuela llevan suspendidas desde mediados de marzo, salvo las lecciones que se han podido dar telemáticamente. A los problemas arrastrados desde 2017 el sector se enfrente a un atasco de alumnos, autoescuelas en peligro y alumnos con peor situación económica.

La odisea del carné de conducir en 2020 tras el efecto de la pandemia del coronavirus
Las autoescuelas podrán volver - CNAE

6 min. lectura

Publicado: 30/04/2020 22:30

Las autoescuelas de España están pendientes de esta fecha: el 26 de mayo. Es cuando está previsto que se alcance la fase 2 de la conocida "desescalada" que prevé el Gobierno para la vuelta paulatina a la normalidad. Corrijo, a la "nueva normalidad", y si todo va bien.

El plan diseñado por el Gobierno contempla varias fases de desescalada. Las autoescuelas no entran en el apartado de centros educativos y de formación que entran en la fase 1, por lo que hay que esperar a la fase 2. En algunos territorios es posible que la fase 2 se alcance previamente, dado el menor impacto local de la pandemia.

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Las autoescuelas no pueden volver a la normalidad sin garantizar la higiene y la salud de los profesores, los alumnos y otros empleados. En las clases se tendrá que reducir forzosamente el número de alumnos de teórica, pero en los coches es un poco más complicado mantener las distancias.

Los coches de autoescuela cuentan con doble mando, es decir, el profesor cuenta con los pedales replicados en su lado para poder accionar el embrague, el freno o el acelerador. Por lo tanto, el alumno y el profesor han de ir forzosamente juntos. Hará falta, por tanto, medidas de protección como pantallas transparentes y mascarillas para ambos.

El sector de las autoescuelas ya se está empezando a preparar para volver a la actividad. De acuerdo al presidente de la patronal CNAE, Enrique Lorca, cada mes de inactividad está teniendo un impacto de 100 millones de euros. Y eso no es todo, hay que contar con los problemas acarreados.

Entre junio y diciembre de 2017 se produjo una gran crisis en el sector cuando los examinadores de la DGT se pusieron en huelga, provocando un "tapón" de cientos de miles de alumnos. Allá por noviembre de 2019 el "tapón" se cifraba en unos 300.000 alumnos. Hay que sumar los 130.000-160.000 exámenes no realizados desde que se declaró el estado de alarma, según Formaster.

Fotografía: Autoescuela Miguel (Flickr) CC BY

La situación de las autoescuelas es crítica. Dado que el Gobierno ha prohibido los despidos, los empleados del sector se han tenido que acoger a ERTEs. Cuando las autoescuelas vuelvan a abrir sus puertas no podrán tener la misma actividad, un efecto colateral de la "nueva realidad". Menos ingresos, pero los mismos gastos de antes.

A ese contexto hay que sumarle la gran competencia en la que habían entrado las autoescuelas en los últimos meses, reduciendo precios y márgenes, por lo que miles de autoescuelas están en una situación financiera delicada pese a aquellos gastos que hayan podido ser aplazados, tales como seguros o cuotas de leasing de los coches.

La gran mayoría de las autoescuelas son empresas muy pequeñas

Tampoco se puede dar por supuesto que los alumnos que había pendientes de formación antes de la declaración del estado de alarma vayan a seguir su formación, especialmente si han sufrido una merma de ingresos en sus núcleos familiares debido a algún despido, ERTE o cualquier otra eventualidad. Las previsiones económicas del FMI y el Banco de España son nefastas para este año.

Además, la DGT tampoco está en condiciones como para aliviar el atasco de exámenes que se han acumulado y que ya se arrastraban desde hace dos años. En otras palabras, los aspirantes se tendrán que tomar la obtención del carné con mucha paciencia, especialmente aquellos que pretendían tener el permiso en sus manos para disfrutarlo este verano.

Mientras tanto, las autoescuelas están elaborando un protocolo en el que habrá que involucrar la compra de materiales tales como máquinas generadoras de ozono para la rápida desinfección de los coches tras las lecciones prácticas. Más gastos, pero males necesarios. Las ayudas del Gobierno, de producirse, serían bienvenidas.

Las autoescuelas dicen por vía del presidente de la patronal CNAE que su "intención es mantener todo el empleo". Existe un precedente de 2007, los aspirantes a obtener el carné podían optar a préstamos de 500 a 1.000 euros para pagar su formación y devolverla a plazos en tres años, y sin intereses.

Fuente: Expansión

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