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Amortiguadores progresivos de Citroën: el revolucionario sistema que llega en 2017

Citroën se despedía hace unos días de la legendaria suspensión hidroneumática que tanto ha caracterizado a la marca francesa en las últimas décadas, aunque para sustituirla, la firma está preparando un nuevo sistema revolucionario. Analizamos el funcionamiento del sistema que están desarrollando.

Amortiguadores progresivos de Citroën: el revolucionario sistema que llega en 2017

6 min. lectura

Publicado: 15/06/2017 14:00

Último ejemplar fabricado del Citroën C5.

La pasada semana conocíamos la salida de la cadena de producción del último ejemplar del Citroën C5, un C5 Tourer, y con este, el fin del último modelo que montaba la legendaria suspensión activa de Citroën. El sistema Hidractiva III, el último capítulo del legado de la marca en el campo de las suspensiones hidroneumáticas, que en estos más de sesenta años en producción se habían convertido en la seña de identidad más característica de la marca francesa.

Sin embargo, a pesar de ser uno de sus mejores argumentos técnicos, no tenía la respuesta comercial deseada, solo un pequeño porcentaje de los clientes optaban por él. Por lo que la falta de ventas unido a un elevado costo de desarrollo y producción convertían este sistema en inviable comercialmente hablando.

Citroën ya adelantaba la desaparición de este sistema en 2015, sin embargo, en ese momento, la marca también revelaba que no abandonaría ese campo de estudio, prometiendo un nuevo y revolucionario sistema de suspensión que lo reemplazaría en breve. Ya estamos en 2017 y el C5 (el último modelo que montaba el Hidroactiva III) se ha despedido del mercado, y en teoría, antes de que acabe el año veremos la llegada de un nuevo modelo que ya equipará el nuevo sistema pero, ¿qué nuevo sistema empleará la marca francesa?. Un prototipo de 2016 parece ser la respuesta.

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Prototipo Citroën Advanced Comfort Lab.

El pasado año, se presentaba el curioso prototipo Citroën Advanced Comfort Lab, que a simple vista pàrecía ser un simple C4 Cactus pero que encerraba algunas de las últimas tecnologías en estudio de la marca gala. Este estudio estaba enfocado a aumentar el confort de los ocupantes y para ello la marca desplegaba una serie de interesantes propuestas con este concept. En primer lugar, la firma ensayaba un nuevo proceso de ensamblaje mediante el proceso de pegado estructural, de esta manera, al encolar diversas zonas del vehículo (allí donde no hay punto de soldadura) se aumenta la rigidez del conjunto, permitiendo que se mitiguen las fuerzas transmitidas por la suspensión.

Y en segundo lugar, el concept servía de presentación para una nueva generación de amortiguadores, denominados por la marca amortiguadores de topes hidráulicos progresivos. Estos son la parte más importante de este concept y probablemente la pista más fiable del revolucionario sistema anunciado por Citroën.

La marca describe su funcionamiento de la siguiente manera: Mientras una suspensión clásica está compuesta por un amortiguador, un muelle o resorte y un tope mecánico, el sistema de Citroën añade dos topes hidráulicos uno de extensión y uno de compresión de una parte y de otra. La suspensión trabaja así en dos tiempos en función de cada solicitación.

Esquema de los amortiguadores de topes progresivos.

Como podemos ver en el esquema presentado por la marca, el amortiguador cuenta en su interior con dos nuevos elementos que actúan de manera independiente en cada fase, compresión o rebote, en lugar de trabajar el conjunto completo, lo que transmitiría inmediatamente las fuerzas a la carrocería.

De esta manera, y según la descripción de la firma: En las compresiones y extensiones importantes, muelle y amortiguador trabajan unidos junto al tope hidráulico de compresión o de extensión, pues ambos ralentizan el movimiento de forma progresiva y evitan las detenciones o reacciones bruscas. Al contrario que un tope mecánico clásico, que absorbe la energía pero restituye una parte, el tope hidráulico absorbe y disipa esa energía. No hay, por tanto, un fenómeno de rebote.

Según Citroën, el desarrollo de estos amortiguadores ha dado como resultado 20 patentes, y su funcionamiento es tan cómodo como el de la suspensión hidroneumática que sustituirá. Aunque con una serie de ventajas añadidas. En primer lugar, la suspensión hidroneumática de Citroën requería de un complejo sistema que la operaba, no era tan simple como un mero amortiguador.

Esquema del prototipo Citroën Advanced Comfort Lab.

Esta complejidad redundaba en un costo mucho más alto y en la imposibilidad de poder montarlo en cualquier vehículo, de ahí que solo haya estado disponible en los vehículos de gama alta del fabricante galo. Por lo que el nuevo sistema no solo es mucho más económico, sino que es aplicable a cualquier vehículo de la marca, ya sea grande o pequeño.

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