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El futuro de Madrid Central dependerá de las elecciones municipales

El área de prioridad residencial de la capital, Madrid Central, no tiene garantizada su continuidad. En función de quién sea el inquilino de la alcaldía de Madrid pasadas las elecciones, se podría revertir la situación o mantener por más tiempo este modelo.

7 min. lectura

Publicado: 19/01/2019 19:00

La Gran Vía de Madrid a inicios de 2019 - Fotografía: Mirko Toller (Flickr) CC BY

Desde el 30 de noviembre de 2018 está en vigor Madrid Central, que ha supuesto un cierre parcial al tráfico de 472 hectáreas de superficie en la capital. Excepciones aparte, se suprime la circulación de la mayoría de los vehículos, limitando el tráfico de paso a vehículos ECO y eléctricos, o B/C que vayan a un aparcamiento. El impacto ya se nota a efectos de tráfico, emisiones, actividad comercial, etc.

Cerrar parcial o totalmente al tráfico una parte importante de una ciudad no es un fenómeno novedoso, ni lo ha inventado el equipo de gobierno de Madrid. Diversas ciudades de la geografía española tienen calles peatonales o parcialmente cerradas al tráfico, incluso donde los coches cabían perfectamente, y ello supuso cambios que no fueron aceptados inicialmente.

Un buen ejemplo lo tenemos en la ciudad de Segovia, famosa por su acueducto romano bimilenario. El 15 de julio de 1992 el entonces alcalde, Ramón Escobar, cerró al tráfico la Avenida Fernández Ladreda y la Plaza del Azoguejo aduciendo el deterioro del monumento. En su día se dijo que partía la ciudad en dos, que nada volvería a ser igual... 26 años después, ningún alcalde en su sano juicio reabriría esa zona al tráfico. Quien nunca lo ha visto vivo o no lo recuerda, puede ver imágenes de época en El Norte de Castilla.

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Madrid es otra historia, la implantación de Madrid Central es mucho más reciente y todavía causa una profunda división entre los ciudadanos que consideran que han salido beneficiados por la reducción de tráfico y contaminación y los que se quejan de las restricciones, pérdida de clientela e incomodidades derivadas de la medida. Y todavía no se ha sancionado a nadie, estamos en una fase informativa.

El domingo 26 de mayo los españoles estamos convocados a elecciones municipales y, en la mayoría de autonomías (salvo Andalucía, Cataluña, Galicia y Euskadi) también hay elecciones, así como al Parlamento Europeo. En el caso concreto de la capital, las fuerzas políticas tienen visiones muy diferentes sobre Madrid Central.

Está claro que la formación que gobierna la capital, Ahora Madrid, mantendrá Madrid Central y cuando lleguen las elecciones ya estarán imponiendo multas por no respetar las restricciones circulatorias. El PP, a través de su candidato, José Luis Martínez-Almeida, ya incluye en su programa electoral revertir la medida. Antes de su entrada en vigor intentó su suspensión cautelar, pero la justicia no estuvo de acuerdo.

El PSOE tiene dos posturas sobre Madrid Central. A nivel local, los concejales socialistas se posicionaron a favor del cierre al tráfico del centro. A nivel autonómico el PSOE-M era partidario de retrasar la implantación de las medidas hasta encontrar un mayor consenso. Ciudadanos (Cs) también pidió retrasar la entrada en vigor de las medidas.

En cuanto a la derecha, no solo contará lo que diga el PP, sino la formación conservadora VOX, que tras su irrupción en el Parlamento Andaluz con 12 escaños promete también influir en la política capitalina en función de su peso tras las elecciones. Según una encuesta de Electomanía, PSOE, PP y VOX andarán muy cerca en votos en las municipales de Madrid.

Ahora Madrid seguiría siendo la fuerza más votada, Ciudadanos la segunda. Una posible coalición entre Cs, PP y VOX tiene papeletas para sacar de la alcaldía a la formación de Manuela Carmena. En los próximos días se espera que los candidatos vayan perfilando sus propuestas respecto a una de las medidas estrella del actual gobierno de la ciudad.

Madrid Central no implica únicamente ventajas. Siempre hay efectos colaterales. Los comercianes del centro aseguran haber perdido un 15% de volumen de negocio y que hay clientes que no quieren ir al centro o no se atreven, aunque lo peor que le puede pasar a uno es que un agente municipal le haga dar media vuelta o tenga que meterse a un aparcamiento soterrado.

Por otra parte, el tráfico de paso que se ha eliminado del centro se ha trasladado -no en su totalidad- a las calles "frontera" y la M-30, una de las alternativas más razonables a atravesar la ciudad en línea recta. Por otra parte, hay desplazamientos que se alargan porque ya no pueden hacerse por el camino más corto.

Eso sí, el transporte público ha ganado usuarios desde la implantación de la medida. Metro y autobuses de la EMT transportan a más gente, y en el caso de estos últimos, la velocidad comercial ha progresado notablemente. Tengamos en cuenta que, a falta de sanciones, no se ha eliminado todo el tráfico que se debía eliminar, aún hay margen de mejora.

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