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La industria del automóvil en la hipotética Cataluña independiente (II)

  • El goteo incesante de empresas que cambian sus sedes sociales ponen en un brete al movimiento independentista
  • La industria automovilística basada en Cataluña permanece en silencio
  • Lo que pase esta tarde en el Parlament podría provocar su posicionamiento y reaplantear su futuro en Cataluña

8 min. lectura

Publicado: 10/10/2017 16:00

Zona Franca de Barcelona - Fotografía: joan ggk (Flickr) CC BY

Hoy a las 18 horas se producirá un evento importante en el Parlament de Catalunya. A falta de anuncios oficiales, la rumorología apunta a una declaración importante aunque no necesariamente implicaría la declaración unilateral de independencia -conocida como DUI-. Supongamos que así es.

Si el Estado no aplica el artículo 155 de la Constitución Española, y se permite que siga el proceso adelante, Catalunya dará pasos adelante en el proceso de desconexión con el resto de España. Eso supondría también la desconexión con la Unión Europea y la libre circulación de personas y mercancías, aunque no necesariamente de forma inmediata.

En los últimos días las grandes empresas han movido o moverán ficha sus sedes sociales fuera de Cataluña. Este movimiento, fundamentalmente simbólico, trata de dar seguridad jurídica y económica a los accionistas y los clientes, ya que las empresas buscan marcos económicos estables y predecibles. Más sonoro sería mover sedes fiscales y por tanto el dinero de ciertos tributos.

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Según los datos de ANFAC de 2016, el 19,17% de la producción de vehículos española se hizo en Cataluña

En la hipotética república catalana son más las incertidumbres que las seguridades en el régimen tributario, fiscal y laboral. Según la Ley 20/2017, de 8 de septiembre, de transitoriedad jurídica y fundacional de la República, la legislación española estará vigente hasta que no se diga otra cosa desde el Parlament. Esta norma ha sido suspendida por el Tribunal Constitucional.

Las empresas que se "van" representan el 50% del PIB catalán

Sin embargo, muchas cosas tendrán que cambiar porque es muy dudosa la viabilidad del nuevo país según diversos economistas. Para empezar existe una elevada dificultad de financiación por la baja calificación de la deuda, y ya existe una posibilidad real de que haya un "control de flujos" o corralito financiero para evitar una rápida descapitalización bancaria.

¿Y esto qué tiene que ver con los fabricantes de coches? Mucho. El Grupo Volkswagen y la Alianza Renault Nissan tienen centros productivos en Martorell y Barcelona, que quedarán inicialmente atrapados en el nuevo país, después de haber comprometido la producción de varios modelos, incluyendo el Audi A1.

Fábrica de SEAT en Martorell (Barcelona)

Volkswagen anunció en enero de 2016 la inversión en Martorell de 3.300 millones de euros para la producción de cuatro nuevos modelos hasta 2021: Ibiza, Arona, León y Audi A1. En Landaben (Navarra) llegarán 900 millones de euros para la producción del Volkswagen Polo y un crossover pequeño basado en la misma plataforma, la MQB.

Las dos plantas españolas de VAG estarán especializadas en modelos de plataforma MQB

Por su parte, Nissan invirtió en la Zona Franca de Barcelona 330 millones de euros para la producción de los modelos Pulsar, NV-200/e-NV200 y Navara, además de las versiones remarcadas para Renault (Alaskan) y Mercedes-Benz (Clase X). Dicha inversión implicó sacrificios para la plantilla.

Cuando todos esos modelos necesiten un reemplazo, será necesaria una inversión adicional, y antes de comprometerse, esas fábricas tendrán que competir con otros centros productivos de los respectivos grupos automovilísticos. Por ejemplo, Nissan Barcelona peleará con Sunderland (Reino Unido) o Flins (Francia), SEAT Martorell con Kvasiny (República Checa), Landaben (España) e incluso Argelia.

Fábrica de Nissan en Barcelona-

La producción de automóviles en Cataluña fue en 2016 de unas 500.000 unidades

Es previsible una pérdida de cuota de mercado de las marcas SEAT y Nissan en el mercado español posterior a la ruptura por movimientos de boicot que ya sufren empresas que se han posicionado a favor del independentismo -y también de las que no se han posicionado-. El 80% de la producción de esas plantas va ahora mismo para exportación, el 20% para mercado español -incluyendo el catalán-.

Por otro lado, los vehículos que exporten irán gravados con el 10% de aranceles al no estar en la UE, luego serán menos competitivos. Todos los modelos que se fabrican en Cataluña son sensibles al precio, en menor medida las versiones más caras de las pick-up. Si las fábricas dejan de ser competitivas podrían cerrarse, incluso antes de terminar los ciclos de vida de esos modelos.

Señala El Mundo que se han ofrecido localidades para albergar una nueva fábrica en Seseña, Valencia y Los Monegros. Además, queda la incógnita de qué pasará con el fabricante que piensa implantarse en Barcelona, que oficiosamente es Tesla. Es vital para la economía catalana retener a la industria del automóvil.

Recreación del nuevo Audi A1, basado en plataforma MQB

Si cerrasen las fábricas catalanas se provocaría un efecto dominó en las industrias que dependen directamente, como los proveedores, así como en todos los negocios que dependen de los empleados de las fábricas. Solo en Martorell el cierre de la fábrica sería catastrófico para la economía del Baix Llobregat.

A río revuelto, ganancia de pescadores; otras regiones dentro de la Unión Europea podrían beneficiarse de la instalación de nuevas fábricas o la ampliación de capacidad de las ya existentes para compensar la pérdida de competitividad de las plantas catalanas cerradas o fuera del marco de la Unión Europea.

Una de las proclamas del movimiento secesionista es que la Catalunya independiente tendría mejor calidad de vida -por no aportar tanto al resto de España- y que será la "Dinamarca del sur de Europa". Esa posibilidad no hace sino desvanecerse por los posicionamientos del mundo empresarial. De momento ni Nissan ni SEAT han anunciado medidas, pero si se cambian sus sedes sociales, el Govern no podrá decir que no ha sido advertido.

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