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La tensión en Crimea amenaza las ventas de coches

Con la crisis entre Rusia y Ucrania por la península de Crimea dirigiéndose hacia un conflicto armado, esta semana ha comenzado con importantes caídas en las principales bolsas europeas. La falta de estabilidad en Europa supone una amenaza para el mercado automovilístico, que hasta el momento veía con optimismo la previsión de ventas de 2014.

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Publicado: 04/03/2014 08:00

Tras la violencia vivida en Kiev que se tradujo en la caída del presidente Viktor Yanukovich, se temió que la situación de Ucrania degenerara en una guerra civil. La situación se ha tornado más aguda por el temor a una invasión de Rusia. Con la presencia de tropas rusas desplegadas en la región autónoma ucraniana y las autoridades de Crimea rebeladas abiertamente contra Kiev, la posibilidad de un conflicto armado va tomando forma.

A pesar de la fragilidad de la economía ucraniana, al borde la bancarrota, 2013 había comenzado bien en lo que respecta a ventas de coches. Las cosas cambiaron en los últimos meses con las masivas movilizaciones contra el gobierno que dejaron a la vista la inestabilidad política y repercutió en el desplome de las ventas de coches a nivel nacional.

En el último trimestre de 2013, las matriculaciones sufrieron una caída del 30,2% en octubre, 27,5% en noviembre y 23,6 en diciembre con respecto a los mismos meses de 2012. El resultado fue un total de 213.322 turismos vendidos el año pasado, lo que supone un descenso del 10,2% comparado con el anterior ejercicio.

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Ucrania es, además, el segundo país exsoviético en cuanto a producción de vehículos. Entre otras factorías se encuentran la de los grupos Bogdan (que fabrica modelos de Hyundai), AvtoZAZ (con acuerdos con Kia, Tata y Chery) y Eurocar (estrechamente relacionada con Skoda).

En lo que respecta a Europa, las ventas de automóviles se cerraron en 2013 con 12,4 millones de ventas, sumando cinco años consecutivos de caídas. A pesar de ello, los últimos meses han sido positivos y abre la puerta a la esperanza de que lo peor de la crisis económica haya pasado. Una tendencia positiva que podría quedarse en agua de borrajas dependiendo de la dirección que tome la crisis entre Rusia y Ucrania.

EL MAYOR CONFLICTO DESDE HACE DOS DÉCADAS

Los líderes de los países miembros del G7 (EE UU, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia) ya han condenado la ocupación militar de Rusia en la península de Crimea. En los mismos términos se han expresado los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea.

Y es que la Unión Europea no le resultan ajenas las tensiones que vienen del mar Negro. El papel que jueguen las autoridades europeas será trascendental en la evolución de la crisis y también tendrá sus implicaciones en el mercado automovilístico.

Europa no había estado tan cerca de un conflicto armado como lo está ahora desde la guerra de los Balcanes hace dos décadas. Tampoco se había sufrido una crisis tan grave entre Occidente y Rusia desde el colapso de la URSS en 1991.

Los principales actores económicos están expectantes sobre la implicación de Europa en la escalada de tensión entre Rusia y Ucrania. De momento, los inversores ya muestran su temor por un hipotético conflicto bélico. Esta semana ha arrancado con una fuerte caída de la Bolsa de Moscú, mientras que los principales mercados europeos también han arrojado pérdidas.

Los cambios en el entorno internacional afectarán a las exportaciones y la falta de estabilidad en Europa supone una seria amenaza para el mercado automovilístico europeo. La magnitud del impacto dependerá de la intensidad y duración del conflicto, así que la contienda se extiende en el tiempo implicaría el comienzo de una nueva recesión económica. Por eso, al igual que el resto del mundo, la industria del automóvil no pierde de vista lo que sucede en Crimea.

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