Lamborghini Miura: Retorno a la finca andaluza de los Miura para conmemorar los 50 años del modelo
Con motivo del 50º aniversario del Lamborghini Miura, la marca realizaba un emotivo viaje a la finca andaluza de Don Antonio Miura, cuyo apellido daba nombre al icónico deportivo italiano. Considerado por muchos como el primer superdeportivo de la historia.
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Publicado: 22/12/2016 20:00
El Lamborghini Miura en la finca de los Miura.
Este año ha marcado el quincuagésimo aniversario del nacimiento del Lamborghini Miura. Cincuenta años desde que fuera presentado el que aún es uno de los modelos más icónicos y relevantes de la marca, ya que fue el primero en marcar el camino para la marca de Sant´Agata Bolognese, convirtiéndose desde entonces en una marca con identidad propia.
Un fabricante que lejos de los convencionalismos y el encorsetamiento del mercado ha ofrecido siempre unos productos que, independientemente de sus resultados comerciales, se han caracterizado por disponer de alma propia.
Como colofón a un año en el que ya hemos asistido a varios actos y homenajes por esta efeméride, incluyendo la restauración del primer Miura SV, en Lamborghini se decidieron a lanzar una caravana de modelos de la marca desde Madrid a la finca de la familia Miura en Andalucía, en la población de Lora del Río.
El Miura y su sucesor actual, el Aventador.
Encabezada por un Miura de color amarillo, la caravana contaba con varias versiones de los últimos y actuales modelos que componen la gama del fabricante italiano, el Huracán y el sucesor espiritual del Miura, el Aventador. Una vez allí, eran recibidos por los herederos de Don Eduardo Miura, sus hijos Eduardo y Antonio Miura.
Don Eduardo padre fue un gran amigo personal de Ferruccio Lamborghini, que era visitante habitual de la finca del empresario español. Motivo por el cual el deportivo lleva su nombre, y sus sucesores han empleado mayormente denominaciones relacionadas con la tauromaquia, o directamente nombres propios relacionados con la misma, como Aventador, Diablo o Gallardo. Nombres todos ellos de toros de lidia.
Las imágenes hablan por si solas. La espectacular estampa que suponen estos deportivos italianos contrasta sobremanera con el entorno rural y campestre de la finca y sus alrededores, marcando una auténtica vuelta a los orígenes del modelo y a las raíces de su célebre nombre.
