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¿Te puedes negar a hacer la prueba de alcoholemia o drogas en un control?

La prueba de alcoholemia o drogas que te pueda hacer cualquier agente de Tráfico es una prueba de carácter obligatorio. De negarte a pasarla, las consecuencias van más allá de una sanción administrativa y se procedería a la vía penal.

¿Te puedes negar a hacer la prueba de alcoholemia o drogas en un control?
Negarte a pasar un control de alcoholemia significa cometer un delito contra la seguridad vial

5 min. lectura

Publicado: 07/09/2023 18:00

Tal vez no lo sepas, pero las primeras pruebas de alcoholemia en la carretera se remontan al año 1981, mientras que las pruebas de drogas al volante son más recientes y arrancaron en 2010.

Cualquier agente de Tráfico a pie de carretera te puede requerir que pases una de estas pruebas si considera que hay sospechas de que puedas estar conduciendo bajo los efectos del alcohol o las drogas (o ambas cosas).

¿Puedes negarte a pasar la prueba si así lo consideras? Te recomendamos que no lo hagas, ya que estarías cometiendo una sanción tipificada en el Código Penal. Es decir, que estarías cometiendo un delito.

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Negarse a soplar en una prueba de alcoholemia puede acabar peor de lo que te esperas

Negarse a pasar la prueba de alcoholemia: lo que dice el Código Penal

Para garantizar la seguridad en las carreteras, cualquier vehículo en circulación es susceptible de ser elegido para pasar un control de alcoholemia, ya sea en vía urbana como interurbana.

La negativa a someterse a la prueba de alcoholemia, drogas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas se considera un delito contra la seguridad vial (algunos juristas consideran que podría encuadrarse también como delito de desobediencia) y está castigado por el Código Penal, además de quedar inmovilizado el vehículo.

«El conductor que, requerido por un agente de la autoridad, se negare a someterse a las pruebas legalmente establecidas para la comprobación de las tasas de alcoholemia y la presencia de las drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas, será castigado con la penas de prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años», así lo recoge el artículo 383 del Código Penal.

Ojo, si te negases a pasar la segunda prueba del control, la que se utiliza para comprobar las tasas de alcoholemia, también se consideraría delito. Incluso se considera delito cuando no se sople de la manera correcta en el alcoholímetro o cuando se desobedezcan las instrucciones del agente.

Además del peligro de conducir tras beber alcohol, someterse a la prueba trae consecuencias negativas

Cómo proceder en una prueba de alcoholemia o drogas

Si un agente de Tráfico te pide que pares el vehículo en un control de este tipo, deberás seguir siempre sus indicaciones ante el requerimiento expreso, directo y formal por parte de este. Estos controles de alcoholemia están reguladas según los artículos 20 a 24 del Reglamento General de Circulación de bajo el siguiente procedimiento:

  • Verificación del aire espirado mediante un alcoholímetro autorizado.
  • Repetición de la verificación del aire espirado si el resultado de la primera prueba excede de los límites legales, cuando es superior al previsto para determinados conductores y cuando la persona presente síntomas evidentes de embriaguez aunque no supere los límites previstos.
  • Análisis de sangre, orina u otros análogos a efectos de contraste y a petición del interesado o del agente.

¿Cuándo te pueden hacer una prueba de alcoholemia?

El mismo Reglamento General de Circulación especifica en qué casos los agentes tienen la potestad para obligar a un conductor a realizarle una prueba de detección de alcohol, drogas o estupefacientes:

  • Cuando un usuario de la vía o el conductor de un vehículo esté implicado directamente como posible responsable en un accidente de tráfico.
  • Cuando un conductor presente síntomas que permitan presumir razonablemente que está conduciendo bajo la influencia de bebidas alcohólicas o drogas.
  • Si un conductor es denunciado por la comisión de alguna infracción de tráfico.
  • Cuando se requiere a un conductor para hacerse el test en un control preventivo de alcoholemia.

Recuerda que también existen delitos por exceder los límites de velocidad y por el propio hecho de conducir bajo los efectos del alcohol. En este último caso, también se estipulan penas de prisión, así como multas económicas o trabajos en beneficio de la comunidad.

Fotos: Freepik / DGT

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