El Rimac Nevera desafía las leyes de la física con más de 20 récords logrados uno tras otro en un solo día

Las únicas 150 unidades que se producirán del exclusivo Rimac Nevera tienen dueño. Los croatas vendieron el exclusivo hypercar eléctrico antes de entrar en producción, técnica habitual en los modelos de verdadera alta gama. Y el Rimac Nevera es uno de ellos. La firma de Mateo Rimac, que ya atesora el título del hiperdeportivo más rápido del mundo que consiguió a mediados del pasado otoño al superar los 400 km/h en el circuito alemán de Papenburg, no ha tenido bastante y se ha propuesto un nuevo reto.

Y lo ha conseguido. El Rimac Nevera puede presumir de ser el único modelo de producción del mundo en lograr nada menos que 23 récords en un solo día, tanto de velocidad como de aceleración y frenado. Un exigente desafío que pone el listón muy alto a sus rivales entre los eléctricos de producción, si es que tiene alguno capaz de enfrentarse a semejante prueba. Una de ellas ha sido la de alcanzar la velocidad máxima, con salida desde parado, y frenar por completo hasta detenerse, un «0-400-0» km/h en el que se han medido aceleración, aerodinámica, velocidad máxima y potencia de frenado.

El Rimac Nevera acelera como si fuera un caza militar desafiando la física

El Rimac Nevera demuestra que no tiene rival a la vista

Una prueba definitiva del rendimiento en línea recta en la que ha logrado parar el crono en solo 29,93 segundos, más de un segundo más rápido que el poseedor anterior. El Nevera, de producción absolutamente, incluso también ha batido su propio récord acelerando hasta los 96 km/h, logrando rebajar el tiempo homologado de 1,85 segundos hasta los 1,74 segundos. Incluso, los neumáticos también son de producción y homologados para asfalto, unos Michelin Cup 2 R.

Para llegar a los 400 km/h con salida parada, el Nevera necesita solamente de 21,31 segundos, apenas 1,81 segundos para los 100 km/h, 4,42 para que su instrumentación digital muestre los 200 km/h y en 9,23 segundos los 300 km/h. Solo pasar de los 100 a los 200 km/h, se realiza en 2,59 segundos, lo que se dice en un verdadero abrir y cerrar de ojos.

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Lo más parecido es un caza militar y un auténtico desafío a las leyes de la física, que tienen mucho que ver no con los motores eléctricos que producen una impresionante cifra de 1.914 CV, sino con una potente batería de tracción que cuenta con una capacidad de 120 kW, pero que en una circunstancias tan especiales como las de estos récords borra de un plumazo los 550 kilómetros de autonomía de los que puede disponer. Una verdadera máquina de ensueño por la que hay que desembolsar la friolera de dos millones de euros.