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¿Todavía no conoces las desventajas del autogas?

Ya hemos visto que el GLP tiene una serie de ventajas, pero también hay que valorar los inconvenientes. A la hora de convertir un coche o elegir uno ya transformado, el ahorro puede no compensar por algunos peajes que implica el gas.

6 min. lectura

Publicado: 05/06/2017 21:00

El GLP es el combustible alternativo más usado en el mundo y en nuestro país. Según los datos de CORES, en el primer trimestre del año se han consumido 11.866 toneladas de GLP frente a 1.003.416 toneladas de gasolina 95, 84.455 toneladas de gasolina 98 y 5.473.743 toneladas de gasóleo A.

Puede parecer un consumo bajísimo, pero es una cifra que está subiendo. Es prácticamente todo el GLP que se consumió en 2007 (el peor año desde que es legal usarlo en particulares), pero en un único trimestre. Hasta 2023 será mucho más barato que la gasolina en toda la Unión Europea.

Desde luego el consumo aumenta, y de forma lineal desde 2009. La oferta de vehículos adaptados de fábrica o poco antes de la entrega ha aumentado, pero la mayor variedad siempre se va a encontrar en el mercado de ocasión adaptando un modelo gasolina que no esté muy apreciado por el motivo que sea.

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AñoToneladas de GLP consumidas
200712.200
200812.603
200915.661
201018.563
201120.912
201226.104
201330.876
201435.310
201543.027
201647.307

La red de distribución no crece tan deprisa. Las previsiones de la AOGLP era contar con 1.000 estaciones de servicio para 2015, y dos años después se ha superado por poco la mitad. Repsol está a la cabeza en despliegue de surtidores, aunque se puede ver en otras enseñas como CEPSA, DISA Shell o BP. Hay zonas lejanas a las grandes ciudades donde no hay surtidores cercanos a decenas de kilómetros.

Al problema del repostaje rural tenemos la pérdida de espacio útil en el maletero. En unos modelos bastará con el hueco de la rueda de repuesto, por lo que o se lleva la rueda de repuesto en el propio maletero (mermando espacio) o se renuncia a la misma y se usa un kit de reparación de pinchazos. También hay que renunciar a equipos de música que alojen ahí el cajón de graves o subwoofer.

El precio ronda los 60 céntimos por litro

La autonomía con estos tanques es casi siempre inferior a la posible con gasolina, por lo que hay que acostumbrarse a repostar más a menudo. Eso sí, el repostaje será muy barato. Un depósito grande -40 litros- se puede llenar por menos de 25 euros a precios actuales. Puede durar unos 400 kilómetros o más, depende del modelo, lo normal son 6-7 l/100 km en utilitarios, 8-9 l/100 km en compactos y 10 o más en berlinas o SUV medianos.

Quedarse sin gas es un problema relativo, el coche sigue funcionando a gasolina

¿Podemos comprar cualquier coche a gas? No, la oferta comercial se ciñe a motorizaciones básicas o medias, que suelen coincidir con las potencias más demandadas en una gama. Suelen ser motores muy veteranos, por lo que cualquier mecánico ya sabe de qué pie pueden cojear, pero en general muy fiables por su poca complejidad.

¿Podemos adaptar cualquier coche a gas? Tampoco, debe tener homologación R-115 o cumplir al menos con Euro 3, y algunos modelos concretos de alta potencia no pueden ser convertidos por motivos legales. En general convertir un cuatro cilindros de 2 litros o menos suele salir por 1.500 euros + IVA, en adelante. Depende del kit que se elija.

Esa es otra, el consumidor no suele conocer las diferencias entre los distintos kits, y hay varios fabricantes y distrubuidores disponibles. Hay kits de inyección líquida o gaseosa, estos últimos requieren un cambio de filtro cada cierto tiempo y empeoran ligeramente las prestaciones (2-3%). Normalmente eso un conductor medio no va a notarlo.

Modelos como el Fiat Tipo se ofrecen con motores de gasolina, diésel y gasolina/GLP

Tampoco podemos decir que toda conversión vaya a ser exitosa, porque algunos motores son delicados en sus válvulas, asientos de válvulas, junta de culata o culata. El GLP arde a mayor temperatura, y el problema se agrava a altas revoluciones. Un instalador sin la experiencia suficiente puede convertir un motor inadecuado y que aparezcan averías que no cubrirá la garantía estándar.

Lo más fiable es recurrir a los modelos convertidos en origen, pero la oferta es escasa en catálogo y aún más escasa en concesionario. El cliente común tira por gasolina o diésel y no suele ser asesorado para valorar también el gas. Es comprensible, un concesionario prefiere vender un coche en stock que pedir uno a fábrica que, además, tardará en llegar.

A pesar de estos inconvenientes y otros que no he mencionado, la voz se está corriendo y hay fabricantes que notan un importante peso en las matriculaciones de modelos a gas, como en el monovolumen Dacia Lodgy. Hay pegas que son sopesables cuando se puede ahorrar hasta el 50% respecto a un gasolina y un 40% respecto a un diésel.

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