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Suspenden en Viena las pruebas del e-bus autónomo de Navya tras un atropello leve

La empresa francesa de vehículos autónomos Navya está investigando por qué uno de sus minibuses eléctricos en pruebas en el área de Viena no fue capaz de evitar el atropello de un peatón en el que una mujer fue herida leve.

5 min. lectura

Publicado: 22/07/2019 21:35

El pasado jueves se produjo otro tropezón en la carrera hacia los buses autónomos en las afueras de Viena (Austria). Uno de los dos vehículos autónomos de Navya, una empresa francesa, hirió levemente en las rodillas a una mujer de 30 años que impactó contra el bus lateralmente. ¿De quién fue la culpa?

A falta de que Navya haga público su informe, parece una vez más un error humano. Estos minibuses son eléctricos, por lo tanto, no hacen ruido. Además, circulan muy despacito. Según testigos presenciales la mujer iba caminando con auriculares y había echado un vistazo a su teléfono móvil.

En el momento del "atropello" el minibús circulaba a 12 km/h

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La prueba piloto de sendos minibuses ha quedado suspendida temporalmente. El operador de la línea, Wiener Linien, pone la seguridad por delante de todo. Hay que decir que los minibuses no circulan sin supervisión humana, se encuentra un chófer a bordo que puede tomar el control en cualquier momento.

La prueba piloto consiste en recorrer una línea de poco más de 2 kilómetros a una velocidad que no supera los 20 km/h. Aquellos que lo deseen pueden subirse y realizar el trayecto de forma gratuita, hasta 10 pasajeros por minibus. Para los semáforos se usa un sistema V2X, es decir, el vehículo se comunica con el semáforo para obedecerlo.

Es una de tantas pruebas piloto que Navya está realizando alrededor del mundo para probar la viabilidad de sus minibuses autónomos. Mediante un sensor GPS de alta precisión y ocho emisores láser, el vehículo puede reaccionar ante obstáculos que tenga por delante.

Pero los desarrolladores quizás no tuvieron en cuenta este escenario, que un peatón "tecnológico" decida darse de morros contra el vehículo porque va caminando distraído. Igual que se dio contra un minibús, la viandante en cuestión podría haber impactado contra una farola, una papelera, un invidente o caerse por una alcantarilla abierta.

Estos minibuses miden 4,75 metros de largo, 2,11 metros de ancho y 2,65 metros de alto. De no ser por su altura, tendrían la misma huella que un sedán del segmento D o un SUV mediano. Puede funcionar durante 9 horas al día, y la recarga dura de 4 a 8 horas.

La pareja tiene un coste de 1,5 millones de euros. Varias entidades han colaborado en este proyecto, "auto.Bus - Seestadt", como el Instituto Austríaco de Tecnología (AIT), el Consejo de Seguridad Vial (KFV), el TÜV, Siemens AG y la propia Navya, además del operador de transporte Wiener Linien.

Este proyecto se realizará hasta el año que viene

De momento las pruebas se han empezado en una zona de las afueras que no tiene problemas de tráfico, ni rodado ni humano. El objetivo a largo plazo es poder llevar los pasajeros en rutas de "última milla", como complemento a las rutas tradicionales que se van a seguir explotando con autobuses de mayor tamaño.

En marzo de 2018 se produjo la primera víctima mortal en un accidente de tráfico con un coche autónomo involucrado

¿Es la conducción autónoma un peligro?

Definitivamente no, estamos -lo más seguro- ante otro fallo humano. Tengamos en cuenta el atropello mortal de una mujer por un Volvo XC90 autónomo que realizaba pruebas para Uber. La tecnología resultó ser inocente, porque falló una vez más el lado humano.

Por un lado, la mujer que fue atropellada irrumpió en una vía insuficientemente iluminada, en condiciones de baja visibilidad, y por un lugar no autorizado. Por otro lado, la conductora responsable de la supervisión se confió y estaba viendo un programa de televisión en su móvil a través de la plataforma Hulu (lo cual tenía, lógicamente, prohibido).

Pero cada nuevo accidente de un vehículo autónomo seguirá siendo noticia, más que nada por lo difícil de que tal cosa suceda, aunque casi el 100% de los atropellos se produzcan con conductores humanos al volante, con o sin culpa, ya que los fallos mecánicos hoy día son residuales.

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